De la Ciudad Encantada a los Callejones de las Majadas, del nacimiento del Río Cuervo al nacimiento del Júcar, y de los osos del Hosquillo a la Laguna de Uña… El Parque Natural de la Serranía de Cuenca es la joya natural de la provincia, más de 70.000 hectáreas de terreno protegido en el que encontrarás casi una veintena de rutas de senderismo y miradores, ocho áreas recreativas y tres centros de interpretación, destacando el de Tragacete, localidad donde empieza nuestra visita al parque.
Un baño de naturaleza en la Serranía de Cuenca
Tragacete es una pequeña localidad del nordeste conquense, cerca de la frontera con Guadalajara y la Sierra de Albarracín en Teruel. Al norte del pueblo se ubica el principal Centro de Recepción e Interpretación del Parque Natural de la Serranía de Cuenca en un edificio de perfil vanguardista que se asemeja a los accidentes geográficos que encontraremos en el parque.
Y es que la Serranía de Cuenca custodia algunos espectaculares, y a menudo poco conocidos, parajes fruto del modelado kárstico, como las altas parameras o “muelas”, así como lapiaces y relieves ruiniformes que los locales llaman tormagales o ciudades encantadas.
Estas parameras están marcadas también por las vías que han abierto los cursos de agua durante miles de años, dejando como herencia hoces y cañones fluviales que delimitan farallones rocosos. Y nutriendo este singular relieve una de las más abundantes masas forestales del centro peninsular con su bosque mixto en el que destacan los pinares, además de encinares y quejigares.
Todo ello lo podrás conocer más a fondo en el Centro de Interpretación de Tragacete, además de obtener información sobre los principales hitos naturales del parque que os resumimos a continuación.
Los imperdibles del Parque Natural de la Serranía de Cuenca
70.000 hectáreas son muchas hectáreas, así que deberás organizar tu visita porque no es posible disfrutar de todos sus rincones en un día. Así, en el este del parque, partiendo de Tragacete podrás abrir boca recorriendo el sendero nº11 de los 18 oficiales que transcurren por el parque (además de los tres tramos del GR-66) que te lleva a conocer el nacimiento del Río Cuervo, uno de los Monumentos Naturales más famosos de Cuenca: son algo más de 10 kilómetros de un sendero con un desnivel de 425 metros.
Y no muy lejos de aquí, a solo cuatro kilómetros de Tragacete, en el Albergue de San Blas comienza el sendero que lleva al nacimiento de otro río más que célebre en la península, el Júcar.
Pero no solo tenemos naturaleza deslumbrante en la Serranía de Cuenca. En la zona oriental del parque debes conocer dos bonitos pueblos serranos. A diez minutos al sur de Tragacete, Huélamo, en la falda de una empinada ladera, un pueblo que hace un siglo llegó a rozar los 1.000 habitantes y ahora no tiene más de 75.
Y un poco más al sur, Valdemeca donde destaca su Paisaje Ilustrado, un insólito conjunto de 18 escenas costumbristas que recrean la vida tradicional en la sierra.
Además de localidades como Beamud o Uña (donde debes visitar su laguna), en el sur del parque de la Serranía de Cuenca se ubica su lugar más famoso, la Ciudad Encantada, entre Uña y Valdecabras. Se trata de un paraje de gestión privada por lo que hay que pagar entrada.
La Ciudad Encantada
Ya fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional hace casi un siglo. Y es que, una vez más, la acción del agua, el viento y el hielo han modelado un conjunto de formas caprichosas que hasta enamoraron a Lorca que les dedicó un soneto.
Los amantes de Teruel, la Tortuga, el Convento, los Osos, la Foca o el icónico Tormo Alto son algunos de los nombres de las moles pétreas que podrás disfrutar en un fácil recorrido de tres kilómetros por la Ciudad Encantada.
En el extremo suroeste del parque, cerca de Villalba de la Sierra, pásate por el Ventano del Diablo, posiblemente el mirador más famoso de toda la Serranía de Cuenca: un gran hueco en la montaña enmarca las mejores vistas del impresionante cañón que origina el Júcar en este paraje.
Los Callejones de Las Majadas
Y el otro lugar que nadie quiere perderse en el parque conquense son los Callejones de Las Majadas. Aquí encontrarás uno de los mejores ejemplos peninsulares de lapiaces, una superficie pétrea irregular de rocas modeladas por el agua, con múltiples surcos, orificios y aristas agudas que generan arcos, pasajes, monolitos y puentes que fueron usados por los pastores desde antiguo para construir apriscos donde guardar el ganado.
Dos senderos de longitud variable te permiten recorrer este paraje. Por un lado, el Sendero de los Callejones de 3,5 kilómetros de baja dificultad que parte del aparcamiento de Los Callejones, y el sendero nº3 de Las Fuentecillas y los Callejones de casi 13 kilómetros de dificultad alta que transita también por el tramo B del GR-66 que conecta Tragacete y Uña.
Y en el centro del parque también hay que reseñar la presencia del Centro de Fauna Silvestre El Hosquillo, en el curso más alto del Escabas, donde se encuentran especies como el lobo o el oso pardo. Para visitar este lugar es necesario concertar visita previa.
Y al noroeste del parque, nuestra última visita, la dehesa de Los Olmos, un relieve más sereno que el que vimos en las Majadas o la Ciudad Encantada, pero que nos muestra otra cara de la Serranía de Cuenca: el sendero nº1 del parque de 13 kilómetros que se inicia en el Área Recreativa de Fuente Tía Perra recorre este paraje.
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