Vitoria ofrece un entorno urbano verde de lo más sugestivo y respetuoso con el medio ambiente, que le ha valido el nombramiento de Capital Verde de Europa y la ha convertido en un destino de referencia para los amantes de la naturaleza.
Además, puede presumir de tener un precioso casco antiguo medieval, una rica gastronomía, donde los pintxos cobran un gran protagonismo, y una oferta cultural de lo más generosa al disponer de un buen número de museos, donde los viajeros más inquietos pueden resarcirse al máximo. Estos son los seis museos que no te puedes perder en Vitoria.
Museo Vasco de Arte Contemporáneo (Artium)
Es el más conocido y visitado de Vitoria y uno de los más importantes de España. Comprensible, si tenemos en cuenta que contiene una extensa colección, que comprende 3.000 obras de arte contemporáneo vasco y español de los siglos XX y XXI. Entre las más aclamadas se encuentran las de Dalí, Miró, Antonio Saura o Chillida. Además, organiza numerosas exposiciones temporales y un sinfín de actividades relacionadas con el cine, las artes o la música.
Museo de Bellas Artes
Su interés no solo estriba en el magnánimo edificio en el que se encuentra, que es el palacio Augustin-Zulueta, el cual luce una fachada que constituye una oda a la multiplicidad de estilos al incluir elementos románicos, barrocos e incluso vascos, sino también en las características de la colección que atesora en su interior. No en vano, recoge multiplicidad de obras de arte español desde el siglo XVIII hasta el XX.
Aunque la que acapara el protagonismo es la consagrada al arte vasco al ser muy específica, pues únicamente incluye obras que abarcan desde 1850 hasta 1950, que permiten adentrarse en la evolución de estilos de los artistas locales.
BIBAT
Ubicado en el interior del palacio renacentista de Bendaña, en el casco antiguo, se trata de un complejo museístico formado por el museo Fournier de Naipes y el de Arqueología Provincial. El primero está dedicado a la historia de los distintos tipos naipes a lo largo y ancho del planeta, así como a su evolución y las curiosidades que los rodean, siendo uno de los más completos del mundo. En él podrás ver desde naipes muy antiguos del siglo XV hasta otros insólitos como, por ejemplo, una baraja india de 1790 o la conmemorativa de la Constitución de Cádiz.
Por su parte, el museo de Arqueología integra más de 1.500 piezas referentes a la historia de la ciudad vasca, que abarcan desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Incluye objetos e instrumentos realizados en piedra durante el Paleolítico, piezas de bronce o metal y un buen número de objetos medievales y tardoantiguos procedentes de distintas excavaciones. Sin duda, una cita con la historia de la ciudad.
Museo de Ciencias Naturales
Este espacio, que se encuentra en el interior de la torre medieval de Doña Ochanda, en el corazón del casco antiguo, se perfila una oportunidad excepcional para adentrarse en el amplio y curioso universo de las ciencias naturales. En sus salas habitan más de medio millón de piezas, que se reparten en las exposiciones de geología, zoología y botánica. Especialmente destacadas son el herbario de la zona botánica, que es uno de los cinco más grandes de la Península Ibérica, y las pepitas de ámbar con insectos y otros elementos biológicos incrustados de la sección de geología, que datan de la época del Cretácico.
La Hoya
Aunque se trata de un espacio arqueológico, hemos querido incluirlo en este listado de los mejores museos de Vitoria, por cuanto es uno de los más relevantes de Euskadi. Data de la Edad del Bronce final (entre el 1200 a.C. y el 250 a.C.), por lo que permite conocer cómo se organizaban y vivían las gentes que habitaron el lugar, especialmente los celtíberos. Si quieres saber un poco más o adentrarte en detalles, visita el centro de interpretación, donde además podrás ver una reproducción a tamaño real de una de un casa típica de la época.
Museo de los Faroles
No es un imprescindible, pero es de lo más recomendable para quienes sienten predilección por los objetos curiosos e interés por la etnología. Y es que este espacio guarda más de 250 piezas realizadas en vidrio policromado, que son las que iluminan la procesión de la Virgen Blanca, una de las fiestas con mayor raigambre de la ciudad.
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