A estas alturas, parece inverosímil que existan construcciones y lugares misteriosos cuya explicación y existencia aún no han sido resueltas por la ciencia o el hombre. No están en la lista de los must turísticos ni en Google Maps ni tampoco todos se pueden visitar, lo que los envuelve de un halo de misterio que incrementa su encanto y atractivo a ojos de los viajeros más aventureros. Porque, ya sabemos, lo desconocido atrae. Hoy viajamos a seis enclaves que siguen existiendo y no sabemos por qué.
Piedras “viajeras” del Valle de la Muerte
Este valle inserto en el desierto de Mojave, en el sureste de California, es escenario de un fenómeno sumamente insólito para el que la ciencia todavía no ha hallado una explicación, aunque sí muchas teorías. Aquí enormes piedras de hasta 500 kg se desplazan decenas de metros, especialmente en el secarral de Racetrack Playa, sin la ayuda e intervención de nadie y sin la existencia de una condición geográfica, como una cuesta, que justifique su avance, dejando estelas de metros.
Aunque ha habido especulaciones de todo tipo, la teoría más convincente es que se mueven por el impulso de las gruesas capas de hielo que se forman durante el invierno bajo las mismas.
Puerta del Sol, uno de los lugares misteriosos en Bolivia
Ubicada en la ciudad arqueológica de Tiahuanaco, en las proximidades del lago Titicaca, esta gigantesca puerta de 10 toneladas está considerada una de las grandes construcciones de la cultura de tiwanaku por su perfección arquitectónica y la complejidad de los relieves que luce.
Sin embargo, unos 27.000 años después (tampoco está clara su antigüedad), nos seguimos preguntando el porqué de la existencia de este acceso a la nada y su significado, especialmente la simbología, y cómo desplazaron los gigantescos bloques de piedra desde donde se suponen que se extraían, que dista unos 300 km. Aunque hay muchos interrogantes sin descifrar, la hipótesis más aceptada es que se construyó en honor de una deidad.
Luces del valle de Hessdalen, Noruega
Los inusitados efectos lumínicos que se producen en este valle del centro de Noruega llevan 37 años dando quebraderos de cabeza a los científicos y a los habitantes de la vecina localidad de Hessdalen. Lo único evidente es que se intensifican durante la predominante oscuridad del invierno, que lucen diferentes colores y que algunos se producen a mucha velocidad.
Aunque muchos los han relacionado con fenómenos ufológicos, la teoría que cobra más fuerza se sustenta en bases científicas. Según esta, se producen como consecuencia de la desintegración de sustancias químicas y escanio, muy presentes en el suelo de este paraje nórdico, al entrar en contacto con el oxígeno.
Triángulo de las Bermudas
Para quien no lo sepa, se trata de un área marítima en pleno Atlántico con forma de triángulo equilátero, cuyos vértices tocan las Bermudas, Florida y Puerto Rico. Desde hace muchos años, el imaginario colectivo la considera uno de los lugares más fatídicos del planeta por la misteriosa y extraña desaparición de numerosas embarcaciones y aviones, lo que le ha hecho valedora del apelativo de Triángulo del Diablo.
Dichas desapariciones sin causa aparente han llevado a muchos a considerarla una zona embrujada y a relacionarla con fenómenos paranormales. Aunque no se conoce con exactitud qué sucede aquí, la explicación está más relacionada con la naturaleza y con la variabilidad de condiciones climáticas.
Monumento de Yonaguni, Japón
Los fondos de la isla nipona de Yonaguni, en el archipiélago japonés de Nansei, custodian esta gigantesca pirámide pétrea. Fue descubierta casualmente por un buceador en 1985 y, a día de hoy, su origen continúa siendo un misterio y motivo de controversia entre los investigadores.
Muchos afirman que es una formación natural, pero son más los que creen que es obra del hombre. Según este último grupo, se trataría de los restos de una antigua ciudad que tuvo actividad hace 10.000 años durante el Pleistoceno, lo que la hace 5.000 años más antigua que las pirámides de Egipto.
Stonehenge, Salisbury (Inglaterra)
No podemos concluir este repaso a los lugares que existen sin explicación sin hacer mención a Stonehenge. Este conjunto megalítico, ubicado sobre una verde llanura de Salisbury, es uno de los monumentos más fascinantes y mágicos del mundo. Pero también es uno de los más enigmáticos, pues se desconoce el autor y el significado.
Pero sí hay algunas cuestiones claras: tiene una clara relación con la astronomía, comenzó a construirse hace aproximadamente 5.000 años y algunas piedras fueron traídas de las montañas galesas de Preseli, a casi 400 kilómetros.
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