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Una tierra protegida por Mari y Sugaar, cubierta de un manto verde que alcanza hasta la misma orilla del gris Cantábrico, con arcanos bosques, cuevas embrujadas, santuarios de leyenda y estructuras de acero que peinan vientos y mecen tempestades. Porque no hay lugar en España cuyos misterios cautiven tanto al viajero: el País Vasco es el enigma más seductor de nuestro país.

Desde la industrial y tenaz Bilbao, hasta la sofisticada y orgullosa San Sebastián, del aire medieval de Segura al adorable barrio pesquero de La Marina en Hondarribia, y de la elegante y gastronómica Vitoria al desmelene surfero de Mundaka. En este viaje descubriendo el País Vasco no dejaremos (casi) nada sin disfrutar. ¿Nos acompañas?

Qué ver en Álava

Bodega Ysios en Guardia - Fuente: Depositphotos
Bodega Ysios en Laguardia – Fuente: Depositphotos

Empezamos por el final, que es el principio. Porque Álava suele quedar en un segundo plano en las rutas turísticas más urgentes, sin olvidar, por supuesto, que custodia la capital de Euskadi. Pero esta provincia es una tierra serena y satisfecha en la que tan pronto puedes estar disfrutando de paisajes asombrosos como los del Salto del Nervión o el Parque Natural de Urkiola que paladeando alguno de los mejores vinos del mundo en una de sus bodegas de la Rioja Alavesa.

Qué ver en Vitoria-Gasteiz

vitoria gasteiz
Fuente: Wikimedia/Basotxerri CC BY-SA 4.0

Vale que lo de las letritas para sacarse la foto en los destinos está ya muy visto, pero las de Vitoria-Gasteiz de la Plaza de la Virgen Blanca colocadas en 2012 fueron pioneras, al menos en el País Vasco, cuando la capital fue nombrada Green Capital de Europa. Y lo celebró cubriendo las letras con especies vegetales: Ophiopogon kioto en las letras de arriba y Dymondia margaretae en las de abajo. ¿A que te suenan?

La vecina Plaza de España, la iglesia de San Miguel o la Plaza del Machete son también lugares icónicos del centro vitoriano, como lo es la Catedral de Santa María que está cerca, por cierto, del mural El triunfo de Vitoria, que parece una tautología, pero es uno de los muchos murales que engalanan la capital vasca, iniciativa que arrancó en 2007 y que ha añadido un toque de distensión artística a la serenidad tradicional de la ciudad.

Pero una visita a Vitoria no estaría completa sin disfrutar de su naturaleza circundante recorriendo el Anillo Verde, un proyecto de restauración ambiental iniciado en 1993, y sin la Ruta de los Pintxos para disfrutar de la gastronomía vasca: que sí, que estas “tapas” hay que pagarlas, pero no son croquetas congeladas ni altramuces, son pequeñas obras maestras culinarias.

Los pueblos más bonitos de Álava

Eltziego - Fuente: Depositphotos
Elciego – Fuente: Depositphotos

Nuestra visita a los pueblos más bonitos de Álava comienza recorriendo la Rioja Alavesa donde se encuentran tres localidades imperdibles: Elciego, Labastida y Laguardia. Este último es bien popular por ser el único pueblo de la zona que forma parte de la red de Los pueblos más bonitos de España gracias a su espíritu medieval, pero en Elciego y Labastida también disfrutarás del relax de sus calles atemporales… sin olvidar el espectáculo contemporáneo de la Bodega de Marqués de Riscal de Gehry al sur de Elciego.

Nos vamos al este para visitar la cuadrilla de Añana, donde encontrarás uno de los lugares más curiosos de toda Álava, su Valle Salado, unas salinas con más de 7.000 años de historia que son uno de los grandes tesoros del patrimonio industrial vasco.

Si nos desplazamos al este, hacia la Montaña Alavesa, hay que pasarse por Santa Cruz de Campezo, la capital de la comarca donde, además de disfrutar del valle del río Ega puedes pasarte por el Arrea!, un Estrecha Michelín en pleno corazón de la montaña. ¿Ya hemos dicho que en Álava no se come del todo mal? Pero si te gustan las aldeas diminutas, pásate por Arlucea o Urturi, a media hora al este de la capital de la comarca: pueblos a más de 700 metros de altitud que no suman más de 60 vecinos.

Y si prefieres más llano que montaña, acércate a la Llanada Alavesa, al nordeste de la región, y visita municipios como San Millán, Argómaniz con su Parador o Salvatierra, donde puedes recorrer su amurallado casco histórico.

Los paisajes más bonitos de Álava

Salto del Nervión - Fuente: Depositphotos
Salto del Nervión – Fuente: Depositphotos

No nos movemos de la Llanada porque en este entorno se encuentran algunos paisajes dignos de ser vistos como los que nos ofrecen el Parque Ornitológico de Mendixur, el Parque Natural de Aizkorri-Aratz entre Gipuzkoa y la propia Álava o el embalse de Ullíbarri-Gamboa.

Y es que, pese a no tener costa, los paisajes acuáticos tampoco faltan en esta tierra del sur como puedes apreciar en entornos como el Pantano de Urrúnaga, a caballo entre Álava y Bizkaia, rodeado por un espectacular paisaje dominado por el monte Gorbeia al fondo con sus casi 1.500 metros de altitud.

Este monte también da nombre a un parque natural donde se pueden visitar tesoros medioambientales como la cascada de Gujuli o la Cueva de Mairuelegorreta. Y para parques los de Izki, en la cuadrilla de la Montaña Alavesa o el de Urkiola que comparte titularidad con Bizkaia.

Como broche de oro para los paisajes alaveses, el Salto del Nervión, ubicado entre las provincias de Burgos y Álava: una cascada con forma de cola de caballo con caída con más de 270 metros que lo convierte en uno de los saltos de agua más espectaculares de la península ibérica.

Qué ver en Bizkaia

San Juan de Gaztelugatxe
San Juan de Gaztelugatxe (Bermeo)

Divida en siete comarcas oficiosasEnkarterri, Gran Bilbao, Uribe Kosta, Busturialdea, Lea-Artibai, con dos comarcas interiores, Arratia-Nervión y Durangaldea— Bizkaia es el corazón económico de Euskadi desde que liderara la Revolución Industrial, convirtiéndose en una de las regiones más prósperas de España.

Ese carácter emprendedor y orgulloso —los chistes de Bilbao son un clásico— se palpa en toda la provincia desde la propia capital hasta los pueblos de interior, pasando por sus veneradas playas, algunas de las más populares del Cantábrico.

Qué ver en Bilbao

Bilbao
Bilbao/Foto: Unsplash

El día que las cosas encajaron para que Gehry diseñara un Guggenheim para la ría del Nervión, todo cambió en la ciudad. Pocas veces en la historia reciente un centro cultural ha contribuido de tal modo a la reconversión de una ciudad como lo hizo el museo de placas de titanio de Bilbao: un hito que es uno de los lugares más visitados de España.

Pero Bilbao tiene mucho más que ofrecer al visitante, desde los templos religiosos como la Catedral de Santiago, la iglesia de San Antón o la Basílica de Begoña, hasta las plazas y mercados como la Plaza Nueva, Moyúa o La Ribera.

Y Bilbao también merece un paseo por su casco histórico con sus famosas siete calles —Somera, Artekale, Tendería, Belostikale, Carnicería, Barrenkale y Barrenkale Barrena—, por el Muelle de Marzana o por el Parque de Doña Casilda, sin olvidarnos de las vistas desde el mirador de Artxanda.

Los pueblos más bonitos de Bizkaia

Orozko - Fuente: Depositphotos
Orozko – Fuente: Depositphotos

Empezamos nuestra ruta de pueblos bonitos en Bizkaia por el oeste, en Enkarterri, donde visitamos Balmaseda que nos ofrece una de esas postales típicas de la región desde el Puente de la Muza sobre el río Cadagua. Y cruzando el río, visita Zalla, villa histórica marcada por sus antiguas ferrerías y su ubicación en el Camino de Santiago.

En el Gran Bilbao, no puede faltar la visita a los cinco barrios de Getxo, cruzando el Puente Bizkaia, otro icono industrial de la región. Mientras que la comarca de Uribe, nos pasamos por Plentzia con uno de los paseos marítimos más bonitos del litoral vizcaíno, por la vecina Gorliz donde destaca el edificio del Sanatorio Marítimo a pie de la bahía, Laukiz y su tradición agrícola, o el inapelable paisaje rural de Gamiz-Fika.

En Busturialdea debemos cumplir con sus dos localidades principales, Bermeo, donde nos espera San Juan de Gaztelugatxe y Gernika, mientras que en Lea-Artabi nos pasamos por Ziortza-Bolibar en el interior y Ondarroa o Lekeitio en la costa.

Y si buscamos más paisajes interiores en Bizkaia, no puede faltar la visita a Durango y Otxandio y los pequeños pueblos de Arratia-Nervión, la comarca menos poblada de la región: Orduña a la orilla del Nervión, y Orozko con deliciosas aldeas como Gallartu u Urigoiti. Y es que, en Bizkaia, no todo es industria y placas de titanio, como también veremos a continuación.

Los paisajes más bonitos de Bizkaia

Hayedo de Otzarreta - Fuente: Depositphotos
Hayedo de Otzarreta – Fuente: Depositphotos

Ya es hora de perderse en un bosque vasco, a ver si nos encontramos con Basajaun. Tal vez lo localicemos en el Bosque de Oma, en la Reserva de la Biosfera del Urdabai, ese lugar que eligió Agustín Ibarrola para ubicar su bosque animado (y pintado). O puede que ande por el Hayedo de Otzarreta, a medio camino de Bilbao y Vitoria.

Pero si se trata de naturaleza, misterio y seres mitológicos, Bizkaia va sobrada con sus parques naturales como el de Armañón en la frontera con Cantabria, el de Urkiola, donde encontramos tesoros como el Santuario de Urkiola, el Mirador de las Tres Cruces, el Pico Anboto o el Hayedo de Pressazelai.

Al que ya nos hemos referido al hablar de Álava, es al Parque Natural de Gorbeia, que custodia el mencionado Hayedo de Otzarreta, además del Hayedo de Belaustegui, y otras fantásticas rutas.

Pero, por supuesto, Bizkaia también es costa, ofreciendo paisajes increíbles como los acantilados de Barrika: de hecho, toda la costa entre Getxo y Arminza es un paisaje en sí mismo que, además, ofrece algunas de las mejores playas de Euskadi, que pasamos a conocer.

Las mejores playas de Bizkaia

Mundaka - Fuente: Depositphotos
Mundaka – Fuente: Depositphotos

Pasando las playas de Getxo, llegamos a uno de los paisajes más asombrosos de la región, sumando cinco arenales que son la gloria para los fanáticos del Cantábrico: Barinatxe, Sopelana, Arrietara-Atxabiribil y Meñakoz, esta última ya en Barrika.

Plentzia y Gorliz, más al este, también merecen capítulo aparte, siendo elegidas segunda y tercera mejor playa respectivamente en una votación popular auspiciada por la Diputación de la región. ¿Y cuál fue la mejor playa para los bañistas? Pues Aritzatxu, la pequeña playa de Bermeo, a un paso de Mundaka, ya sabéis, el mito del surf peninsular.

Y en este recorrido por las mejores playas vizcaínas tampoco pueden faltar la insólita Laida, en la desembocadura del Urdabai en la propia ría de Mundaka, otro paisaje único, y Laga, la quinta mejor según los encuestados, sin olvidarnos de Karraspio en Lekeitio.

Qué ver en Gipuzkoa

El Peine de los Vientos - Fuente: Pixabay
El Peine de los Vientos – Fuente: Pixabay

Allí donde la Cordillera Cantábrica se encuentra con los Pirineos se forma el abrupto terreno que acoge Gipuzkoa, la provincia más pequeña de España, la única por debajo de los 2.000 kilómetros cuadrados, pero que es grande en tesoros históricos, culturales y naturales, empezando por los que podemos encontrar en torno a la playa de la Concha, la más famosa del Cantábrico, al menos para los noticiarios que no pierden oportunidad de mostrar su preciosa fisionomía si hay que hablar de la meteorología en el “norte” de España.

Qué ver en San Sebastián

San Sebastián - Fuente: Pixabay
San Sebastián – Fuente: Pixabay

Situada al oeste de la desembocadura del Urumea y separada de la misma por el monte Urgull, otro icono donostiarra, la bahía de la Concha no es, ni mucho menos, la única denominada así en todo el mundo, pero sí una de las más famosas del planeta y escogida como uno de los dos monumentos naturales más relevantes de España junto al Teide en aquella encuesta que seleccionó los 12 tesoros de España.

Pero más allá de la Concha, tenemos una sofisticada ciudad que enamora a todo tipo de visitantes gracias a su espíritu refinado en donde abunda el bon vivant sin prisa y con mucha pausa para degustar rincones como el Hotel María Cristina, la Plaza de la Constitución, la Basílica de Nuestra Señora del Coro, la Catedral del Buen Pastor o el Palacio de Miramar.

Claro que una visita que a San Sebastián sin probar sus pintxos y sus sidras, tampoco es de recibo si es que queremos vivir realmente el espíritu donostiarra. Disfruta del casco antiguo de la capital de Gipuzkoa y ponte las botas degustando sus delicatessen en barra.

Los pueblos más bonitos de Gipuzkoa

Hondarribia
Hondarribia

Aquí también empezamos por el “final”, la última letra del alfabeto que, en este caso, marcan las localidades que suelen estar en las primeras posiciones cuando hablamos de los pueblos más bonitos de Gipuzkoa. Ya sabéis, la doble “z”: Zarautz y Zumaia.

Si la primera cuenta con una de las playas más largas y hermosas del País Vasco, además de un maravilloso paseo marítimo, Zumaia es todo un icono del litoral guipuzcoano por sus flysch, por Ocho apellidos vascos y porque ofrece algunas de las postales más bonitas de la región.

Pero en el interior también tenemos pueblos deliciosos, como en la comarca del Alto Deva, en pueblos como Oñati o Leintz Gatzaga, este último en el extremo suroccidental de la provincia. Y si nos vamos al Goyerri, a las tierras altas guipuzcoanas, encontramos poblaciones como Zumárraga, Idiazabalaquí hacen queso, ¿no?—, Segura con su precioso casco medieval u Ordizia.

Y de regreso a la costa, y tras pasar por Getaria, visitamos el Bajo Bidasoa ya a un paso de Francia, donde no puedes olvidarte de pasar por Irún y Hondarribia, la joya a la sombra del imponente monte Jaizkibel bañada por las aguas de la icónica bahía de Txingudi.

Los paisajes más bonitos de Gipuzkoa

Parque Natural Aizkorri-Aratz - Fuente: Depositphotos
Parque Natural Aizkorri-Aratz – Fuente: Depositphotos

Algunos de los paisajes más característicos de Gipuzkoa ya los hemos visto anteriormente, como el flysch de Zumaia, y otros los dejaremos para dentro de un momento cuando hablemos de sus playas, pero es sorprendente la cantidad de monumentos naturales que tiene esta provincia teniendo en cuenta su pequeño tamaño.

Cuando nos pasamos por Álava, ya nos referimos al Parque Natural Aizkorri-Aratz donde encontrarás la Cueva de Arrikrutz, el hayedo de Iturrigorri, el túnel de San Adrián, que conecta con la provincia vecina y que es patrimonio de la Unesco como parte del Camino de Santiago o el Santuario de Arantzazu.

Pero es que Gipuzkoa también cuenta con otros paraísos naturales como los parques naturales de Aiako Harria o Aralar, este último en la frontera con Navarra donde podrás hacer la famosa excursión al monte Txindoki.

Si te gustan los montes, sube hasta el pico Adarra, a tan solo 10 kilómetros al sur de San Sebastián, a unos 800 metros de altitud. Y no te olvides del Jaizkibel que se extiende desde la bocana del puerto de Pasaia hasta el cabo Higer en Hondarribia. Y, por último, una visita al embalse Urkulu en Aretxabaleta y al Valle de Lastur en pleno corazón del Geoparque de la Costa Vasca, ubicado en Itziar-Deba, cerca de la costa.

Las playas más bonitas de Gipuzkoa

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Playa de Zumaia – Fuente: Unsplash

Más playas de ensueño en la costa guipuzcoana, empezando por Santurranán al otro lado de la bahía de Ondarroa, frente a la vizcaína Arrigorri. No muy lejos se ubica otra leyenda vasca, la playa de Mutriku. Siempre yendo hacia al este, nos encontramos ahora Santiago de Deba, una de las más concurridas.

También en Deba está una de las playas más singulares del litoral vasco, la playa de Sakoneta, una verdadera joya geológica, la más salvaje del Geoparkea. Poco después alcanzamos las playas de Zumaia y la playa de Malkorbe.

Siguiendo nuestra ruta playera, pasamos por Zarautz donde no hace falta hacer presentaciones, para después bañarnos en la playa de la Antilla en Orio. Luego nos queda la Concha y Zurriola para terminar con un último chapuzón en Hondarribia.