La bella Florencia es una de las ciudades más visitadas del mundo porque pasear por sus calles y plazas implica hacer un viaje al Renacimiento italiano y descubrir algunas de sus espléndidas manifestaciones artísticas.
La monumental piazza del Duomo, donde se alza la magnífica catedral florentina, la piazza della Signoria, el Palazzo y el Ponte Vecchio, la Galería Uffizi… son solo algunos de los monumentos que no te puedes perder, pero, además, la capital de la Toscana te ofrece su rica gastronomía, con sugerencias que van más allá de la tradicional pasta y que merece la pena probar. Si te planteas qué comer en Florencia, aquí tienes algunas propuestas a las que te resultará difícil resistirte.
Ribollita
La ribollita es una contundente sopa, típica de Florencia, que se elabora a base de distintas verduras y que también lleva alubias.
Su nombre podría traducirse como sopa ‘recalentada’, porque se basa en la cocina de aprovechamiento y, efectivamente, se puede tomar de un día para otro volviéndola a calentar (así tendrá más sabor).
Es habitual que lleve repollo negro, una exquisita variedad de col muy popular en toda la Toscana y en ella tampoco falta el pan del día anterior. Especialmente en invierno, es un plato de lo más completo para asentar el estómago y combatir las bajas temperaturas.
Bistecca alla florentina
Los amantes de la buena carne disfrutarán especialmente de esta receta florentina que tiene como protagonista total una sabrosa pieza de carne de ternera local (raza chianina), generalmente solomillo, cocinado a la brasa de manera que quede crujiente y dorado por fuera, pero muy poco hecho en el interior.
Para la cocción se suelen utilizar las brasas de aromática madera de castaño y además, la carne va ligeramente aderezada con aceite, limón, un punto de pimienta y sal gorda. Poco más necesita para deshacerse en la boca y resultar un manjar exquisito para los más carnívoros.
Panzanella
La panzanella es una receta que recoge los deliciosos sabores de los vegetales toscanos. Es la ensalada florentina por excelencia y en ella no faltan los tomates, la cebolla y, de nuevo, el pan duro, ingrediente esencial en la gastronomía de la región.
El aliño, con aceite de oliva, vinagre y albahaca, pone el toque especial en este plato sencillo que también puede llevar otros ingredientes vegetales como el pepino o las tiras de col.
Lampredotto
El lambredotto es el bocadillo o sándwich más popular de la gastronomía de Florencia y no falta en puestos callejeros o mercados, donde hay que probarlos para conocer algo más de esta bella y dinámica ciudad.
Es carne de vaca y más concretamente parte de su estómago, lo que le da cierto parecido a los tradicionales callos españoles. En este caso, la carne se guisa con numerosas especias y luego se corta fina, tipo embutido. El bocadillo lleva, además, una rica salsa verde, hecha con hierbas aromáticas y con un punto picante muy apetecible.
Tagliata con rúcula
La tagliata florentina es un plato típico de esta ciudad que, en realidad, hace referencia a un tipo de corte concreto de carne de ternera (o buey). La tagliata es generalmente lomo alto, que se asa y se corta en lonchas no demasiado gruesas y se colocan sobre un lecho de rúcula que le va genial para potenciar su sabor.
Partiendo de esta excelente base, las posibles combinaciones son muy variadas. La carne y la rúcula quedan genial con un aderezo de virutas de queso parmesano y vinagre de Módena, y si te ofrecen este plato con dados de gorgonzola, tampoco dejes de probar esta delicia.
La combinación de la carne al punto con la base vegetal y la cremosidad de los quesos convierten a esta receta florentina en un lujo para el paladar.
Bacalao a la florentina
Si quieres una receta de pescado tradicional de Florencia, el bacalao te va a gustar porque es un plato único, realmente sabroso y muy completo, es decir, si te animas a probarlo en un restaurante, no pidas mucha más comida. Se hace con bacalao desalado, guisado en salsa de tomate, pero, además, finalizado en horno con una capa de espinacas con bechamel y queso parmesano… ¡Platazo!
Ravioli di cinghiale
Como no podía ser de otra manera tratándose de una de las zonas mas bonitas y visitadas de Italia, las recetas de pasta son también protagonistas en numerosos entrantes y primeros de Florencia.
Además, aquí, en la Toscana, la carne de caza es ingrediente habitual en numerosos platos tradicionales como éste, que combina los raviolis con un delicado relleno a base de carne de jabalí.
Para disfrutar al máximo de esta propuesta gastronómica, hay que encontrar restaurantes que ofrezcan raviolis artesanos, hechos con rica pasta fresca y que además preparen la carne del jabalí en un guiso de los de antaño, a fuego lento en forma de un rico estofado. La pasta y la carne en combinación perfecta traen como resultado estos espectaculares raviolis ‘gigantes’ muy típicos de la cocina florentina.
Crostini neri o di Fegatini
Los crostini forman parte de los antipasti, que son los aperitivos o entrantes tan típicos de la gastronomía italiana en general. En toda la Toscana, región conocida por su delicioso pan, y, en concreto, en Florencia, estos crostini no faltan como primer bocado en cualquier mesa y los más frecuentes, aquellos con los que empezar cualquier rica comida son los crostini di Fegatini, hechos con pan tostado cubiertos de paté a base de hígado de ternera aunque también los hay de hígado de cerdo o de pato. También son muy populares los crostini neri cuyo ingrediente principal es, en este caso, la anchoa troceada y mezclada principalmente con cebolla y alcaparras también muy picadas.
Pappardelle sulla lepre
Es uno de los platos típicos de Florencia, difíciles de ver en otras localidades italianas, que resulta una delicia. Se elabora con los clásicos pappardelle, tiras de pasta similares al fetuccini, pero más anchas, que van acompañadas de carne de liebre en salsa. Por supuesto es pasta fresca, que se mezcla con este guiso de carne de caza que lleva horas de cocción para resultar extra tierna.
Castagnaccio
A la hora de los postres, también la gastronomía florentina ofrece ricas ‘tentaciones’ entre las que destacan algunos de sus dulces tradicionales elaborados a base de frutos secos. Un ejemplo es el castagnaccio, un rico bizcocho hecho con harina de castañas que también lleva nueces y avellanas y que se disfruta con un buen café o con algún licor dulce.
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