Es una de las capitales gastronómicas de España. Si no sabes qué comer en Burgos en tu próxima visita, debes conocer las opciones principales que guarda la ciudad. De hecho, aquí podrás encontrar una gran cantidad de platos típicos ideales para cualquiera de las épocas del año.
A pesar de que en Burgos los platos de cuchara ganan por goleada, tampoco te puedes perder sus pinchos tradicionales, así como una buena cantidad de postres que te harán disfrutar de tu escapada con los cinco sentidos. Sobre todo, con el del gusto. Y es que sus recetas son difíciles de olvidar.
Cojonudos y cojonudas, un pincho típico de Burgos
No hay pinchos más conocidos en Burgos que los cojonudos y cojonudas. Estos son uno de los platos más típicos de toda la provincia y, lo mejor, es que los suelen servir como tapa en la mayoría de sus bares. El pincho en sí está compuesto de un par de rodajas de pan.
El cojonudo, por su parte, lleva encima una rodaja de chorizo picante, huevo de codorniz y pimiento, también picante. La rebanada conocida como cojonuda es muy similar. Sin embargo, en lugar de chorizo lleva morcilla, otro de los alimentos que debes comer en Burgos en tu visita.
La morcilla, el alimento burgalés por excelencia
No cabe duda de que la morcilla es el alimento de Burgos por antonomasia. Reconocida en todo el país, es uno de los embutidos que más destacan de todos los que ofrece la provincia. De hecho, ya se ha convertido en todo un símbolo burgalés, por lo que no podrás evitar probarlo durante tu escapada.
La morcilla típica de esta zona se lleva a cabo con sangre de cerdo y también con arroz. A estos dos ingredientes principales se les agrega manteca de cerdo, pimentón, cebolla, pimienta, sal y especias como el orégano. Un alimento contundente.
Sopa castellana, el plato que debes probar en invierno
Es otro de los platos que debes comer en Burgos y que está disponible en todos su bares y restaurantes. Cuando llega la temporada del frío, en la provincia saben bien cómo calentarse a través del estómago. En este sentido, para preparar la sopa castellana, hay que dorar unos dientes de ajo y mezclar pan del día anterior con un poco de pimentón y aceite de oliva. Después, se agrega la mezcla a la sartén con los ajos.
Ahora, solo hay que agregar agua, dejar hervir y añadir unos huevos. Cuando hayan cuajado, de lo único que hay que preocuparse es de consumir este plato muy caliente. Además de la sopa castellana, tampoco querrás perderte otras opciones de cucharas como la sopa burgalesa y la sopa de calducho. Te ayuará a sobrellevar las bajas temperaturas de la zona.
Olla podrida, otra de las recetas que comer en Burgos
Los platos de cuchara son de los más típicos de Burgos. En este caso, la olla podrida, a pesar de su nombre, es también de los más deliciosos. Se trata de un guiso tradicional que tiene como ingrediente principal la alubia roja. Además, cuenta con la particularidad de que se cocina en una olla de barro.
Dentro de la misma, se incluyen alimentos cárnicos, como la infaltable morcilla de arroz, el chorizo, la costilla, la panceta, el morro de cerdo o la oreja. Como ves, se trata de un plato fuerte también especial para combatir el frío. Por otro lado, cabe destacar que se suele tomar el caldo por un lado y la carne por otro.
Queso de Burgos, un alimento tradicional
Otro de los alimentos más típicos que comer en Burgos es el queso, que tiene el mismo nombre que la provincia. De hecho, es uno de los quesos más conocidos de todo el país y se lleva a cabo con leche de oveja. Por otro lado, una de sus características principales es que tan solo bastan unas horas para poder consumirlo después de prepararlo.
De textura blanca y acuosa, destaca sobre todo gracias a su impoluto color blanco. De forma general, se toma con miel, nueces o membrillo. Además, se puede encontrar en tarrinas individuales o tarrinas medianas e incluso en porciones de 2 kilos.
Asados, siempre una buena opción
Es una de las preparaciones más tradicionales de Burgos y de las que más disfrutan tanto sus habitantes como sus visitantes. Los asados son típicos de la zona, como sucede también con el resto de las provincias de Castilla y León, donde ganan por goleada asados de carne como el lechazo, el cabrito o el cochinillo.
A pesar de que se trata de una receta muy sencilla, lo cierto es que también tiene truco. En este caso, el secreto es asar la carne dentro de un horno de leña. Gracias a ello, se consigue un plato exquisito ante el que no podrás resistirte.
Lentejas a la burebana, otro plato tradicional
Otro de los platos de cuchara que comer en Burgos es el de lentejas a la burebana. Se trata de una receta que, en su origen, comían los campesinos cuando tenían que comer fuera de casa. Esto hace que se pueda comer tanto caliente como fría, lo que multiplica sus posibilidades.
Para preparar este guiso, se cuecen las lentejas con la morcilla, que no puede faltar y el chorizo. Antes se debe cocer una careta de cerdo con sal. El caldo de la cocción se le va añadiendo a las lentejas mientras se van cociendo para que adquieran sabor y consistencia. Al final, cuando las lentejas estén casi listas, se añade un poco de arroz. También es perfecto para combatir el frío.
Los postres típicos que comer en Burgos
Por otro lado, ahora que conoces los platos más potentes que comer en Burgos, siempre es bueno rematar una buena comida con un exquisito postre. En este caso, en la provincia encontrarás un sinfín de posibilidades. Uno de los más famosos es el postre del abuelo, que es requesón acompañado de membrillo, miel y nueces.
También es muy conocida la leche frita, un dulce que se elabora cociendo leche con harina y azúcar, friéndola y espolvoreando por encima canela y azúcar. Las yemas de Burgos, por su parte, también son dignas de mención, aunque tampoco te querrás perder las perrunillas o las almendras garrapiñadas. Un postre moderno es el chevalier, que se trata de un pastel de levadura relleno con nata o crema y cubierto de almendras y azúcar glassé.
Únete a la conversación