Praga, en la República Checa, es una ciudad maravillosa que merece una visita pausada. Sin embargo, si vas a estar en ella varios días, lo mejor es que aproveches al máximo tu viaje para descubrir otros lugares del entorno que no puedes perderte.
Una de las mejores opciones es coger un tren de Praga a Viena para descubrir la capital de Austria, pero también hay muchas otras con las que poder realizar excursiones de uno o dos días desplazándote sobre las vías a sitios que te enamorarán. Toma nota de los que te proponemos hoy.
Viena
Si estás en Praga y dispones de tiempo, vale la pena que organices una visita a Viena. Llegar a la fabulosa ciudad austríaca resulta más sencillo de lo que imaginas, pues puedes descubrirla a través de un cómodo trayecto en tren de alta velocidad, que te llevará unas cuatro horas. Las estaciones de trenes de ambas ciudades se ubican en pleno centro, así que podrás aprovechar el tiempo al máximo.
Una vez en Viena no dejes de visitar la catedral de San Esteban, la Ópera, la Biblioteca Nacional, el Museo de Carruajes Imperiales, la Escuela Española de Equitación, sus palacios y el mercado callejero Naschmarkt. Y no olvides el Prater, un parque de atracciones que abrió sus puertas en 1766, donde se encuentra la emblemática noria de 60 metros de altura desde la que contemplar unas increíbles vistas de la ciudad.
Pilsen
El tren rápido directo de Praga a Pilsen tarda solo hora y media, así que en cualquier momento puedes organizar una escapada para visitar una ciudad que te encantará si eres amante de la cerveza.
Realizar un recorrido por la fábrica de Pilsner Urquell y el Museo de la Cerveza, además de conocer la Gran Sinagoga son algunos de los planes a tener en cuenta. También podrás seguir las rutas de la cerveza para degustar esta bebida artesanal en las tabernas y cervecerías más emblemáticas.
Brno
También cuentas con tren directo rápido para ir a descubrir la ciudad de Brno, en Moravia del Sur. El trayecto desde Praga dura unas tres horas, así que también vale la pena que lo tengas en cuenta. Esta ciudad estudiantil esconde lugares legendarios como la villa de Tugendhat, la catedral de San Pedro y San Pablo, la iglesia de San Jacobo que alberga el segundo osario más grande de Europa y el castillo de Špilberk. Y no olvides el Mercadillo de Col, también conocido como el Mercado del Repollo.
Ostrava
Ostrava es otro de esos sitios que proponemos conocer si estás por Praga. En menos de tres horas y media en tren directo rápido llegarás a una ciudad con un destacado patrimonio industrial declarado Monumento Cultural Nacional.
Su gran complejo siderúrgico fue transformado en un centro sociocultural y educativo donde tienen lugar todo tipo de actividades culturales. Además, es posible descubrir cómo eran las antiguas instalaciones del siglo XIX; incluso podrás subir en un ascensor especial hasta la cima de uno de los hornos, y descender al museo minero más grande de todo el país en el parque Landek. Otros puntos de interés son el castillo de Silesia,del siglo XII, y los espectaculares miradores de Ostrava.
Salzburgo
Unas seis horas es el tiempo que necesitarás para llegar en tren desde Praga a Salzburgo, declarada Patrimonio Cultural Universal por la UNESCO. Sin duda, esta es una de las ciudades más maravillosas de Austria y son muchos los sitios de interés que alberga.
Sobre la montaña, vigilando el casco antiguo barroco, se erige la fortaleza Festung Hohensalzburg, el castillo más grande de los que se conservan en Europa, que alberga museos como el de las Marionetas o el del Regimiento de Rainer. En el centro histórico, recorre la calle Getreidegasse, donde se ubica la Casa Natal de Mozart, y acércate hasta los espectaculares Palacio de Mirabell y Palacio de Hellbrunn. En el entorno de este último es posible visitar el antiguo zoo, con alrededor de 1.500 animales en un recinto de 14 hectáreas, proyectado a principios del siglo XVII.
Si andas por Praga, no lo dudes. ¡Súbete al tren y descubre algunos de los lugares más especiales del continente europeo!
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