A finales del siglo XI, el obispo Osmundo de Astorga ordena la construcción de un puente sobre el río Sil que debía facilitar el tránsito de los peregrinos en su camino a Santiago. Cuentan las crónicas que el hierro que refuerza el puente termina por dar nombre a la población que se asienta en torno suyo: ‘Pons Ferrata’. Este es el origen histórico de la ciudad que a la postre se convertiría en la capital de la comarca de El Bierzo y que ahora recorremos descubriendo su patrimonio cultural y natural.
Recorriendo el casco histórico de Ponferrada
Nuestra visita a Ponferrada se inicia en el castillo, uno de los símbolos de la ciudad y de toda la comarca gracias a su buen estado de conservación. En el lado este del Sil, cerca de la desembocadura del Boeza, lugar donde se ubica el casco histórico de Ponferrada, despuntan las torres almenadas de este castillo cuyo origen se encuentra en las últimas décadas del siglo XII cuando Fernando II de León permite a los templarios que establezcan una encomienda en la población que por entonces apenas tenía un siglo de historia.
Fundada a principios del siglo XII por nueve caballeros franceses tras la primera cruzada, la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón —más conocidos por la versión corta de su nombre, la Orden del Temple— se erigieron en una de las órdenes monásticas militares más importantes de la Edad Media. Su principal cometido era proteger a los peregrinos a los santos lugares, algo que también cumplieron en Ponferrada.
Aunque el castillo pudo tener un origen castreño siendo un emplazamiento aprovechado por romanos y musulmanes, no existe constancia documental de ello. De lo que sí existe constancia es de que el castillo vivió diversas modificaciones a lo largo del tiempo, especialmente cuando los templarios abandonan la ciudad berciana a principios del XIV. Con una superficie de 8000 metros cuadrados, hoy el castillo de Ponferrada a la orilla del Sil sigue ofreciendo al viajero una estampa inolvidable.
Dejamos el castillo y continuamos ruta por la calle Gil y Carrasco —popular escritor berciano del XIX— para visitar el Museo de la Radio Luis del Olmo, otro ilustre berciano. Ubicado en una antigua casa solariega barroca expone una de las colecciones más completas de receptores de radio de España, muchas de ellas cedidas por el periodista, además de ofrecer un interesante recorrido por la historia de este medio comunicación a través de numerosas audiciones.
A un paso del Museo de la Radio llegamos a la plaza de la basílica de La Encina dominada por este templo que es otro símbolo ponferradino. Cuenta la leyenda que fueron precisamente los templarios los que reencontraron la imagen de la Virgen de la Encina dentro del tronco de un árbol: se trataba de la imagen que el Obispo Toribio de Astorga habría traído de Jerusalén en el siglo V y que después San Genadio había ocultado en un árbol para que no cayera en manos de los musulmanes. La actual basílica de La Encina se construyó en el XVI sobre los restos del primitivo templo románico, destacando al exterior su torre barroca del XVII que domina el perfil de Ponferrada.
Desde la plaza de la Virgen de la Encina tomamos la calle del Reloj donde se conserva el Arco de las Eras, la única puerta de la antigua muralla medieval sobre la que se erige la Torre del Reloj construida durante el siglo XVI a la que se añade un nuevo cuerpo a finales del XVII.
En esta misma calle también podemos visitar el Museo del Bierzo que, junto al Museo de la Energía ubicado al norte de la ciudad, el del Ferrocarril, el de la Semana Santa y el mencionado Museo de la Radio, completa el destacable patrimonio museístico de la ciudad.
El Museo del Bierzo es una visita imprescindible para profundizar en la singular historia de esta comarca, desde la ocupación romana y la actividad monástica en el valle del Oza hasta el desarrollo industrial que vino aparejado a la explotación de riquezas minerales y a la instalación de la vecina central térmica de Endesa.
Y cruzamos ya el Arco de las Eras para adentrarnos en la plaza del Ayuntamiento dominada por la fachada de la Casa Consistorial finalizada a principios del siglo XVIII con un estilo netamente barroco. Este es un buen momento para reponer fuerzas probando la deliciosa gastronomía berciana en la que destacan hasta siete marcas de calidad: el Vino del Bierzo, el Botillo —un embutido de sabor inconfundible—, el pimiento asado, la manzana reineta, la pera conferencia, la castaña y la cereza.
Una visita a los alrededores de Ponferrada
Al norte, Ponferrada se haya delimitada por los valles del Sil y el Boeza, pero al sur se extienda la zona montaña de los Montes Aquilianos, ilustres vigías del entorno berciano. Justamente en las faldas de estos montes, en el valle del Oza, a unos 20 kilómetros al sur de Ponferrada, se ubica la iglesia de Santiago de Peñalba, una de las joyas arquitectónicas más importantes de la arquitectura mozárabe hispana.
Fue construida por el abad Salomón a partir del 937, en tiempos de Ramiro II, con una planta de dos ábsides contrapuestos, algo insólito en la arquitectura medieval peninsular, como parte de un recinto monástico del que solo se conserva el templo. Durante siglos cobijó la Cruz de Peñalba, una cruz votiva donada por el propio Ramiro II en agradecimiento a la ayuda divina que el Apostol Santiago habría brindado a los cristianos en la batalla de Simancas frente a Abderramán III.
En el entorno de Santiago de Peñalba se extiende el denominado valle del Silencio. Del propio pueblo de Peñalba de Santiago parte una ruta circular de 17 kilómetros ideal para conocer este asombroso natural conociendo, entre otros enclaves, la aldea tradicional de Montes de Valdueza o la cueva de San Genadio, donde dicen se retiraba este santo berciano de finales del IX a meditar durante largas temporadas.
Y, además de las impresionantes Médulas que se ubican al suroeste de la ciudad, otra de las interesantes rutas que podemos hacer en el entorno de Ponferrada es la subida al Pajariel, el monte que domina el sur de la ciudad berciana, primera cima de los Aquilanos. Se trata de una ruta circular de 9 kilómetros en la que tendremos fantásticas vistas de Ponferrada.
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