Viajar con mayor comodidad y ahorrar en lo que respecta al billete de avión son las dos principales ventajas de ir ligero de equipaje. Hay que tener en cuenta que si viajas solo con el equipaje de mano podrás aprovechar los precios más competitivos de las aerolíneas de bajo coste sin necesidad de tener que facturar una maleta.
Así que toma nota de estos ocho trucos para preparar tu equipaje de mano para poder aprovechar y sacar todo el partido posible al espacio del que dispongas. Y no olvides que, en la mayoría de las ocasiones, el tamaño de la maleta de mano debe ser como máximo de 55 cm x 40 cm x 20 cm.
Controla el peso del equipaje
Viajar ligero de equipaje no solo sale más económico sino que aumenta tu posibilidad de movimientos, disminuye tus preocupaciones y cuida tu salud. Al fin y al cabo, no tienes que andar cargando peso de un lado para otro, por lo que tu espalda y tus lumbares te lo agradecerán.
De tal manera, te aconsejamos que adquieras la maleta más ligera que puedas y que, en el momento de llenarla, controles muy bien el peso para no tener que pagar un suplemento por excederte en él. De poco servirán el resto de consejos si no tienes en mente en todo momento que deberás limitar el conjunto de maleta y equipaje a un peso determinado en la mayoría de las ocasiones. Hacerte con una báscula de viaje siempre es una buena idea. La usarás más de lo que te imaginas.
Planifica tu atuendo
Para quitar todo el partido a ese pequeño espacio, no cargar con prendas innecesarias o terminar llenando las maletas con objetos del tipo «por si acaso llueve… », «por si acaso hace frío…» y similares, planifica el atuendo para cada una de las jornadas que vayas a estar fuera de casa. Consulta el día antes de partir la predicción meteorológica y prima la lógica para su selección. Intenta afinar lo máximo posible.
De forma general, lo mejor es elegir ropa que no sea manchadiza, que no se arrugue o se arrugue poco, y que puedas poner superpuesta, de manera sea posible vestirse con varias capas en función de la temperatura. Escoge un calzado versátil que te de con todo, ya sea para llevar un estilo sport o por si tienes que meter unos tacones o zapatos de vestir. Recuerda que si preparas tus conjuntos acertadamente aprovecharás el espacio y el tiempo en destino, pues no estarás dudando a la hora de qué ponerte o cómo combinarlo, desaprovechando unos minutos preciosos.
Realiza un listado con lo que necesitas
Una vez hayas decidido la ropa y el calzado que vas a llevar es hora de que prepares una lista. Anota las prendas y los zapatos y ves añadiendo todo aquello que necesites y que hayas decidido introducir en la maleta. Realizar un listado ayuda más de lo que te puedas imaginar, puesto que contribuye a seleccionar lo necesario y a evitar los despistes que pueden provocar que te olvides de algo.
Te aconsejamos distribuir la lista en diferentes apartados para ser más preciso. Así, además de apuntar el vestuario, deberás enumerar los objetos del neceser (crema solar, cepillo de dientes, maquillaje, medicamentos…), equipos electrónicos (cargadores móviles, adaptadores de corriente, libro electrónico, tablet…) y el resto de material que consideres imprescindible.
Ponte encima lo más voluminoso
Este truco es un clásico, aunque no siempre resulte muy cómodo, pero sí sea muy práctico, sobre todo, en invierno. Ponte encima las prendas más voluminosas, esas que más espacio ocupan, como la cazadora, el plumífero, el abrigo o una chaqueta de lana gruesa. Ocupan demasiado en cualquier maleta.
Infórmate sobre qué bultos permite portar la compañía aérea contigo en el avión además de la maleta de mano, ya que hay algunas que autorizan a llevar algún otro bulto, como el paraguas, el ordenador portátil, el bolso o un maletín. Esta información es especialmente relevante para organizar tu equipaje. Podrás distribuir todo con mayor facilidad.
Dobla la ropa enrollada
A la hora de introducir la ropa en la bolsa o maleta, tienes dos opciones para que ocupe poco espacio: utilizar bolsas al vacío o enrollarla. Guardar en vertical y doblar las prendas con el método Marie Kondo de forma enrollada resulta muy efectivo y contribuirá a que se arruguen lo menos posible.
Neceser con lo esencial
Cuando prepares el neceser no olvides que, en el supuesto de viajar en avión, existe una regulación estricta sobre los botes a portar. Su capacidad ha de ser como máximo de 100 ml y deben ir en el interior de una bolsa o neceser transparente con un sistema de cierre por medio de cremallera o zip.
Limítate a lo esencial y sigue las normas para viajar con medicamentos. Y recuerda que vas a tener que enseñar todos esos botes con líquido en el control de seguridad del aeropuerto, así que lo mejor es que sea lo último que metas en la maleta para poder ser lo primero que quites y mostrarlo con facilidad.
Respeta el orden
En el fondo de tu equipaje introduce lo más pesado o lo que sea menos delicado. Organizarás mejor el peso de la maleta o bolsa, ganará estabilidad y no terminarás encontrándote un auténtico caos cuando la abras.
Introduce el calzado en bolsas individuales para que no manchen el resto de prendas y aprovecha el hueco de los zapatos para introducir objetos de pequeño tamaño, como calcetines enrollados o medias, cargadores de móvil o similares. Puedes introducirlos en pequeñas bolsitas de plástico o de papel. Arriba de todo debe ir lo más delicado y prendas de ropa como las camisas.
Guarda al final lo más necesario
La documentación o aquello que puedas necesitar deberás guardarlo al final, encima de todo o en un bolsillo fácilmente accesible. De igual modo, te recordamos que lo más conveniente es colocar el neceser en la parte superior, ya que tendrás que enseñarlo aparte en los controles de seguridad de los aeropuertos.
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