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Madrid ya no se avergüenza de su pasado ni mira tanto de reojo a otras ciudades: asume su historia tratando de reivindicar sus aciertos y no repetir sus errores. Desde hace años, la capital de España vive una fiebre por lo castizo, por enaltecer sus propias raíces culturales.

Porque Madrid también tiene historia, una historia que hay que empezar a contar. Matadero Madrid es uno de esos pedazos de historia madrileña que mejor representa la conexión entre el pasado y el porvenir: un fantástico centro cultural que se ha convertido en un polo de atracción en el sur de Madrid. Nos vamos al Matadero, ¿vienes?

Matadero Madrid
Fuente: Wikipedia

Los orígenes del Matadero Municipal de Legazpi

Desde antiguo, las grandes ciudades precisan espacios dedicados al despiece de reses, almacenamiento y distribución de carne. En Madrid, la primera noticia sobre la existencia de un espacio específico para el sacrifico de reses llega en tiempos de los Reyes Católicos cuando se reorganizó el gremio de los carniceros. Era el año 1502. Un siglo más tarde, se sitúa un matadero en la calle Toledo que sería el precursor del Matadero de Legazpi.

En el siglo XVII, se construye otro matadero en la Plaza del Cascorro que empieza a llamarse Rastro, denominación que hacía referencia al sitio donde se mata y desuella el ganado destinado a abasto público. Es el origen del famoso rastro madrileño que sigue celebrándose en la misma zona de la capital.

En el siglo XIX, con la prohibición de entrada de ganado en la ciudad salvo por la Puerta de Toledo, se considera la creación de un nuevo matadero en esta zona que, de nuevo, no tardó en quedarse insuficiente para abastecer a una ciudad cuya población crecía exponencialmente. Nace así la idea de un matadero industrial en un espacio de grandes dimensiones, dejando abierta la posibilidad de futuras ampliaciones a través de una organización modular.

Matadero Madrid
Fuente: Wikipedia

Aunque no sería hasta 1926 cuando el Matadero Municipal de Legazpi comenzaría a operar definitivamente, fue tres décadas antes cuando el proyecto empieza a perfilarse. El Ministerio de Gobernación redactó una real orden que defendía la rápida construcción de un matadero como “uno de los remedios más urgentes y de resultado más inmediato”.

La Dehesa de Arganzuela fue el lugar elegido encargándose del proyecto el arquitecto Luis Bellido y el ingeniero de caminos José Eugenio Ribera. Pese a que las obras comenzaron en 1911, los desbarajustes presupuestarios —en este aspecto, la historia siempre es igual— ocasionaron diversos retrasos.

Pero el resultado, tras 15 años de obras, fue apabullante: 64 edificios entre los terrenos del matadero y del mercado adyacente incluyendo cinco naves de degüello, naves de estabulación, exposición y venta, naves frigoríficas, nave de aves, depósito de aguas y un pabellón de servicios generales, la Casa del Reloj, que es actualmente la sede de la Junta General del Distrito de Arganzuela.

Matadero Madrid
Fuente: Wikipedia

180.000 m² de cultura y ocio alternativo

A partir de los años 70, las instalaciones del Matadero comenzaron a quedar obsoletas y empezaron a proliferar proyectos para dotar de nuevos usos a los diferentes edificios que componían el recinto industrial. El primer edificio en cambiar de perfil es la mencionada Casa del Reloj durante los años 80. Pero no será hasta 1996 cuando el Matadero de Legazpi echa definitivamente el cierre.

Una década más tarde se aprueba “la modificación del plan especial de intervención, adecuación arquitectónica y control urbanístico-ambiental de usos del recinto del antiguo matadero municipal, incrementando el uso cultural al 75% del total”: el origen del actual Matadero, un centro cultural, de ocio y de apoyo a la creación.

Matadero Madrid
Fuente: Ifema

En 2007 llega el primer espacio enfocado a la cultura: Intermediae, un programa centrado en la gestación de redes de colaboración, abierto a la participación y al diálogo. Y después llegan Abierto x Obras y las Naves del Español, una extensión del Teatro Español enfocado hacia los nuevos lenguajes escénicos. A finales de año llega la Central de Diseño, impulsada por la Asociación de Diseñadores de Madrid.

En 2009 se aceleran los trabajos para transformar otros espacios del antiguo matadero mientras, paralelamente, Matadero Madrid empieza a hacerse un nombre a nivel nacional tras ser la sede de diversos eventos como PHoto España, el Festival de Otoño o la Noche en Blanco. En los años siguientes, el centro cultural y de apoyo a la creación termina por erigirse en todo un referente en la ciudad.

Matadero Madrid
Fuente: Experimenta.es

Actualmente, destaca en Matadero Madrid, además de los espacios ya mencionados, la Cineteca, primera en España dedicada (casi) en exclusiva al cine de no ficción, la Casa del Lector, enfocada a la literatura, la Factoría Cultural, un espacio de coworking con capacidad para más de 100 puestos de trabajo, la Nave 16, un inmenso espacio expositivo de más de 4.000 metros cuadrados… y la Plaza y Calle Matadero.

Y es que Matadero Madrid no da la espalda, ni mucho menos, a las actividades lúdicas tanto para adultos como para los más pequeños. De hecho, en su programación abundan las actividades para niños como el reciente Teatro sin Fin que estará abierto hasta julio de 2020.

Además, aprovechando la gran extensión de sus zonas al aire libre, Matadero se ha erigido en un centro de confluencia alternativa con diversos festivales de música incluyendo el reciente L.E.V. Festival que tuvo su origen en LABoral Gijón, espacio que tiene muchos puntos en común con Matadero: los dos son ejemplos de transformación cultural de extraordinarios espacios semiabandonados y de puesta en valor del a menudo denostado patrimonio industrial.