Desde luego que la Castellana en agosto no tiene tanto trajín como en el Puente de la Constitución, pero aquel tiempo en el que Madrid dormía una profunda siesta durante el verano parece haber quedado atrás.
Por un lado, tenemos a los viajeros que sigue llegando a la ciudad, también en los meses más calurosos del año, dinamizando (o masificando) los lugares más turísticos de la ciudad. Y, por otro, a los propios madrileños que, cada vez más, prefieren permanecer en Madrid durante el verano para disfrutar de otra cara de la ciudad, más solitaria e insólita, lo que provoca, paradójicamente, que Madrid ya no se sienta tan “sola” en verano.
Rincones fresquitos para surfear la ola de calor en Madrid
Seguro que muchos están pensando en esos pueblos de la sierra donde bajar tres o cuatro grados al termómetro. Sí, son una opción, pero a los madrileños de pro (o masoquistas) que por obligación o devoción quieren seguir en la capital, aun cuando los meteorólogos dan la tabarra con la ola de calor, les mostramos ocho lugares para refrescaros sin salir del municipio.
Madrid Río
De las once de la mañana a las nueve de la noche, las fuentes o chorros de Madrid Río volverán a aliviar a pequeños y no tan pequeños en la “playa” urbana de Madrid Río, uno de los grandes iconos veraniegos de la ciudad.
Fue en el año 2005 cuando, tras un concurso de ideas para renovar este espacio en torno al Manzanares, se comenzó a diseñar un triple recinto acuático de forma ovalada en el que se alternan tres efectos diferentes: lamina superficial, chorros de agua de altura y efectos cambiantes y nubes de agua pulverizada.
El lago de la Casa de Campo
Todavía muchos madrileños siguen dando la espalda al parque público más grande de la ciudad de Madrid. Las razones por las que sigue sin ganarse el cariño de todos son diversas, pero en su favor hemos de decir que la Casa de Campo es tan grande que seguro encontrarás algún rincón a tu gusto… Solo hay que buscar un poco. Y si no, siempre te queda el lago, donde va todo el mundo a pasar un rato a la fresca mirando los patos.
Parque forestal de Valdebebas
Aún es pronto para que este parque ofrezca grandes espacios de sombra, pero es que la naturaleza tiene sus ritmos que no siempre van a la misma velocidad que la ansiedad humana por no achicharrarse en verano.
Pero, a pesar de todo, el Parque forestal de Valdebebas sigue siendo uno de los tesoros mejor guardados del norte de Madrid, ofreciendo espacios únicos como este delicioso mirador de madera desde el que echar un ojo al skyline capitalino. Este espacio está en el centro de una suerte de laberinto ideal para pasear con los más pequeños.
Parque Juan Carlos I
Es el pulmón verde del oeste de Madrid, pero sigue estando muy lejos en popularidad de otros parques de la ciudad como el Retiro. Desde luego que no tiene tantos rincones pintorescos como el Retiro, pero, a cambio, está mucho menos masificado de forma que en este parque puedes pasear y escuchar tus pensamientos, mientras te asomas a sus lagos, estanques y pasarelas. Y atención a su curiosa colección de escultura contemporánea, como el donut rojo o los dedos de Mario Irarrázabal.
Jardines de Vista Alegre
Hace solo tres años que abrió al público este tesoro del sur de Madrid. Se trata del cuarto jardín histórico más grande de Madrid tras los viejos conocidos de la Casa de Campo, el Retiro y el Parque del Oeste.
Durante el siglo XVIII fue conocido como Los Carabancheles, uno de los lugares de recreo que frecuentaba la nobleza madrileña. Muchos años más tarde, este rincón plagado de rica y refrescante naturaleza ya está abierto a todo el mundo.
Los ‘rooftop’ de Madrid
Si ya has caminado suficiente y estás deseando tener una perspectiva diferente de Madrid sin sudar la gota gorda, puedes probar una opción un poco más sofisticada en las terrazas o rooftop de la capital que se reproducen por esporas al calor de la moda por los cócteles en las alturas.
Y es que Madrid va sobrada de terrazas y skyline y lo cierto es que en estos lugares el viento suele refrescar el ambiente más que a pie de calle, cuando se puede freír un huevo sobre el asfalto. Y si ese rooftop tiene piscina, pues mucho mejor, aunque acceder a ella tenga un coste considerable.
Las piscinas municipales
Pero Madrid tiene piscinas mucho más asequibles que de las terrazas de los hoteles. Son, por supuesto, las piscinas municipales de Madrid, hasta 20 que llevan abiertas desde el 15 de mayo en barrios como Aluche, Hortaleza, La Elipa, Moratalaz o la propia Casa de Campo, además de dos nuevas instalaciones en Barajas y Tetuán.
Pero atención a los frioleros, sobre todo a los que necesitan aclimatación hasta para bañarse en el Mediterráneo. El agua de buena parte de las piscinas madrileñas no tiene nada que envidiar al Cantábrico. Avisados quedáis.
Monte de El Pardo
En el extremo norte del municipio terminamos esta ruta por los rincones más frescos de Madrid dando una vuelta por otro de esos espacios que muchos madrileños aún no conocen, aunque hayan oído hablar muchas veces de él. Y es que está tan “cerca” que siempre queda para más adelante.
Pues que sepas que te estás perdiendo un espacio natural que ocupa una cuarta parte de todo el municipio, el bosque mediterráneo más importante de la región, hasta 16.000 hectáreas a lo largo del río Manzanares. Recorre la Senda Natural de Peñarrubia o la de Valpalomero y aléjate un rato del ardor (y el amodorramiento) capitalino: además, a buen seguro que aquí no te cruzas con Timothy o Qiang preguntándote dónde está Callao o el Bernabéu.
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