Aguas cálidas y cristalinas, unos fondos marinos espectaculares, playas paradisíacas, paisajes selváticos y una cultura llena de matices, ritmos y sabores. Así es el Caribe, un lugar privilegiado que se puede descubrir de mil formas diferentes desde tierra, pero sobre todo desde el mar.
El alquiler catamarán en el Caribe es una manera increíble de disfrutar de esos archipiélagos maravillosos que lo salpican. Este tipo de embarcaciones permiten llegar a las calas más hermosas y recónditas para disfrutar en calma de la belleza caribeña con las comodidades que podría ofrecer el mejor alojamiento en tierra.
Además, cabe la posibilidad de elegir entre un crucero con o sin tripulación. Aquellos que tienen licencia náutica pueden permitirse el lujo de pilotar la embarcación y dejarse llevar por el viento o elegir itinerario y escalas. Y, quienes no la tengan, siempre pueden realizar el crucero en un catamarán guiado por un patrón experimentado.
Son dos formas diferentes de disfrutar del viaje con un mismo resultado, el de explorar rincones tan mágicos como los que te mostramos a continuación.
Las Granadinas, un pequeño paraíso
Es uno de los destinos más increíbles para un crucero en catamarán. Este rosario de islas destaca por sus arrecifes de coral, por una fauna marina espectacular con las tortugas como grandes protagonistas y por sus playas paradisíacas. Es, por tanto, un lugar maravilloso para navegar, pero también para practicar deportes como el submarinismo o, simplemente, para relajarse a bordo disfrutando de paisajes inigualables.
Hay infinidad de lugares para fondear en Las Granadinas. La isla Becquia tiene el puerto natural más protegido del Caribe, razón suficiente para el amarre. Canouan destaca por la belleza de sus playas vírgenes. Y desde Isla Unión, la más meridional, se alcanzan Mayreau, una isla con playas tan espectaculares como Saline Bay; o los islotes de los Cayos de Tobago, de aguas profundamente azules surcadas por una barrera de coral.
Un crucero en catamarán por Las Granadinas bien puede acabar en San Vicente, una isla en la que siempre sorprende el bullicio y animación de su capital. Pero una isla, sobre todo, ideal para bordear su costa y descubrir la belleza de sus paisajes, en los que despunta el volcán de La Soufrière
La singular belleza de las Islas Vírgenes
Sus aguas tranquilas y unas condiciones meteorológicas increíbles hacen de las Islas Vírgenes un fabuloso destino para recorrer a bordo de un catamarán. Pero son parte también de un ecosistema tan bello como delicado.
Por ello, en sus 20 parques naturales el amarre está prohibido. Solo se puede hacer en las boyas instaladas para ello y durante un tiempo limitado. Cuando no existen boyas, se permite anclar, pero solo en puntos autorizados. Pero en zonas no protegidas hay lugares fabulosos para fondear, como el oeste de la isla Cooper o Marina Cay.
Merece la pena dejarse llevar y recorrer este pequeño rosario de islas para sumergirse en la magia que las envuelve. Magia bajo en agua en lugares como Apple Bay, Brewers o The Bath, ideales para la práctica del buceo. Y magia también en acantilados, calas y playas espectaculares que un día lejano fueron refugio de piratas.
De hecho, son las Islas Vírgenes islas de leyenda. Aquí tuvo su guarida el pirata Jost Van Dyke, en la isla que hoy lleva su nombre. Y fue Norman Island la que inspiró a Robert Louis Stevenson para escribir La isla del tesoro. No hay que olvidar la mítica isla de Tórtola, desde donde se admira uno de los atardeceres más bellos del Caribe.
Las Bahamas y su irresistible atractivo
Uno de los destinos preferidos por el turismo en el Caribe lo es también para hacer un crucero en catamarán. Fuera de la época de ciclones, que tiene lugar entre junio y noviembre, las condiciones de navegación en Las Bahamas suelen ser excelentes, con vientos suaves y temperaturas muy agradables.
Partiendo desde Nassau o desde Marsh Harbour, un crucero por Las Bahamas llevará a descubrir la belleza de Bimini, isla en la que Ernest Hemingway buscó inspiración para su novela El viejo y el mar. Es un pequeño paraíso rodeado de aguas poco profundas ideal para practicar submarinismo por la riqueza de su vida marina.
Las playas de Tahiti Beach o Treasure Cay Beach en la isla de Gran Ábaco, el encanto colonial y el colorido faro de Hope Town en la isla de Elbow Cay o la barrera de coral de la isla de Andros deben ser escalas imprescindibles en cualquier ruta por Las Bahamas. En todas ellas. además, se encuentran amarres y lugares para fondear sin grandes problemas.
Las Granadinas, Las Islas Vírgenes y Las Bahamas son ideales para descubrir el encanto del Caribe en catamarán. Islas en las que navegar es siempre un placer y en las que la belleza está en el mar y en tierra firme, en sus maravillosas playas, sus bosques tropicales y sus pequeñas y coloridas ciudades.
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