El Retiro es un alivio, un plácido paréntesis en una ciudad acostumbrada a la precipitación. En El Retiro es casi imposible no sentirse a gusto, no encontrar un rincón en el que resetear. Los madrileños lo adoran y los turistas lo admiran. Sin duda, la imagen del Parque del Retiro está asociada al estanque y al colosal monumento del Alfonso XII. Pero el parque más famoso de Madrid también cuenta con otros muchos atractivos… y algunos secretos sorprendentes. ¿Nos acompañas y los descubrimos?

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Para empezar, unas pinceladas históricas y unas cifras. El Parque del Retiro cuenta con 118 hectáreas con un perímetro de 4,5 kilómetros cuadrados. Por compararlo con uno de los parques más célebres del mundo, señalar que Central Park de Nueva York tiene 365 hectáreas. Al tratarse de un jardín histórico —además de parque— está catalogado como Bien de Interés Cultural lo que le otorga una protección especial con respecto a otros parques. Así mismo, el Retiro suma unos 19.000 árboles, algunos de ellos pertenecientes a la lista de árboles singulares de la Comunidad de Madrid, como el ahuehuete que cuenta con el honor de ser el árbol más longevo de la ciudad.

¿Y cuándo surge el Retiro? El término procede del desaparecido Cuarto Real que usaban los reyes para meditar en el Monasterio de los Jerónimos. Cuando en 1629 el Conde Duque de Olivares anima al Felipe IV a ampliar este Cuarto Real y crear una dependencia palaciega nace la idea del Parque del Buen Retiro que se concreta una década más tarde. Dos siglos después, tras la Revolución de 1868, el parque pasa a ser propiedad municipal: se convierte en el parque referencial de todos los madrileños.

La escultura del demonio

La figura del demonio siempre ha despertado mucha controversia… y fascinación. En pleno siglo XXI pocos se rasgan las vestiduras si ven una imagen de satanás. Pero cuando hace casi 150 años se coloca en el parque el Ángel Caído, no deja de ser un hecho insólito. Fue Benito Soriano Murillo, artista y Director General de Bellas Artes, el que en 1879 defiende sacar esta obra a un espacio público para “lucir ventajosamente el mérito de tan bella creación”.

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Por supuesto, el demonio ha estado muy presente en el arte cristiano, especialmente en el Medievo, pero el hecho de colocar una escultura exenta de esta temática en un parque público supone un curioso precedente. Y más cuando la sitúas a 666 metros de altura sobre el nivel del mar. Cuentan las leyendas que algunos adoradores de Belcebú se acercan cada cierto tiempo al parque, saltan la valla y realizan extraños ritos y aquelarres nocturnos. También ha sido escenario de algunos hechos luctuosos, como el asesinato de un hombre que recibió más de 50 puñaladas.

El tesoro de ‘la Tripona’

Seguro que has pasado muchas veces por aquí y no te has fijado. En uno de los lados del estanque del Retiro se sitúa un monumento neoegipcio colocado en el parque tras la Guerra de Independencia. Cuenta con dos esfinges y una gran vasija denominada popularmente la Tripona por su forma abombada.

Retiro Madrid
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Pues bien, la leyenda señala que bajo este monumento se encontraría el tesoro de Felipe IV. Cuando este rey terminó El Retiro lo usó como residencia privada y lugar de esparcimiento. Entre los muchos divertimentos de la corte estaba la búsqueda del tesoro: alguien ocultaba monedas o joyas en algún punto del parque y los demás debían encontrarlas. Un buen día se decidió tirar la casa por la ventana y ocultar el mayor de los tesoros. Pero el encargado de ocultarlo murió repentinamente. Y nadie encontró nunca el tesoro… que podría estar bajo la fuente que se construiría muchos años después.

¿Fue este tesoro el que buscó el ayuntamiento de Madrid en 1957? Un radiestesista convenció al gobierno municipal para buscar un tesoro en El Retiro basándose en una intuición. Decidieron en aquella ocasión que el tesoro estaba en la montaña artificial del Retiro cerca de la Casa de Fieras. Hasta 18 metros cavaron los operarios en una insólita apuesta del ayuntamiento que hoy haría correr ríos de memes. Nada se encontró… en aquel momento.

Fue en 1968 cuando dos obreros sí encontraron 59 monedas de oro con piezas de la época de Carlos III o de Carlos IV. Estaban trabajando en el cerramiento de la Puerta de Pacífico cuando un destello llamó la atención de uno de ellos. Las entregaron al capataz que, a su vez, lo llevó al director de Parques de Madrid. La honradez de los trabajadores tuvo premio: 5.000 pesetas para cada obrero y 2.000 para el capataz… por un tesoro valorado en 300.000 pesetas de la época. Con todo, el tesoro de la Tripona sigue oculto…

Los siniestros sueños de la Reina con El Retiro

Dicen que una de las esposas de Fernando VII —los expertos no se aclaran en determinar cuál de las cuatro— tuvo uno inquietantes sueños relacionados con el parque. En uno de ellos, una de las estatuas del Retiro se caía encima de su esposo. Con un carácter tendente a la paranoia, Fernando VII comenzó a deshacerse de diferentes esculturas del parque distribuyéndolas por zonas menos monárquicas de la capital. Menos mal que el Ángel Caído aún no se había colocado en el parque, si no, sin duda hubiese sido la primera en desaparecer.

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Los misteriosos túneles del Retiro

Cuando en 2010 se construía un gran depósito de gasoil en la zona sur del parque, se descubrieron dos túneles abovedados de origen desconocido. En su día se barajaron diferentes hipótesis para desentrañar este misterio. La explicación más lógica es que formaban parte de un sistema de trincheras ejecutado en la Guerra Civil o, incluso, en la Guerra de Independencia. Pero también se llegó a decir que eran un testimonio de una red de abastecimiento de agua de hace ¡10 siglos!

Por último, también se valoró la posibilidad de que formasen parte de las instalaciones de la Real Fábrica de Porcelana destruida en la Guerra de la Independencia. Diez años después, este misterio ¿continúa? sin ser resuelto… como los buenos misterios.