Pon al rumbo al sur de Madrid y acompáñanos en una ruta por algunos de los pueblos y entornos más refrescantes de la Comunidad. Porque la mayoría de los madrileños solo piensan en el norte para pasar sus fines de semana, solo tienen ojos para la sierra si se trata de alejarse del mundanal estruendo capitalino.
Pero en la vertiente menos frecuentada de la región existe una comarca llana y fértil, regada por el Jarama, el Tajuña y el Tajo que homenajea a estos ríos en su nombre: Las Vegas madrileñas, un rincón formado por una treintena de pueblos que recorremos a continuación.
De Chinchón a Villarejo de Salvanés
Empezamos nuestra ruta por Las Vegas en Chinchón, una de las localidades más populares de la comarca, con una de esas plazas mayores que tanto entusiasman a los objetivos de nuestras cámaras: nada menos que 234 balcones denominados “claros” que se asoman a una plaza de curiosa forma irregular, un bello óvalo plagado de terrazas que animan a los visitantes a probar un Chinchón… el popular anís de la localidad madrileña.
A 15 minutos al oeste de Chinchón nos pasamos por Titulcia donde disfrutar por primera vez del entorno del Parque Regional del Sureste, la joya natural de la comarca con sus 30.000 hectáreas de área protegida entre los cursos bajos del Manzanares y el Jarama.
Y de regreso al este, visitamos Colmenar de Oreja, uno de los pueblos más bonitos de Las Vegas, con su idílica plaza Mayor de columnas de piedra caliza y balcones de madera. En este pueblo también debes visitar el museo municipal Ulpiano Checa, uno de los museos más desconocidos de la Comunidad de Madrid, dedicado al pintor y cartelista con célebres cuadros de género y orientalistas.
Seguimos ruta hacia el oeste y nos encontramos primero con Villamanrique de Tajo, en la misma frontera con la provincia de Toledo y a un paso de Cuenca, un pueblo de arquitectura blanca sobre el paisaje verde de la vega del Tajo. Y después llegamos a Fuentidueña de Tajo donde conocer las ruinas del castillo de los “Piquillos” o de Doña Urraca, llamado así porque por aquí llegó a vivir a principios del siglo XII Urraca I, la Temeraria, esposa de Alfonso I de Aragón.
Y a poco menos de 15 minutos llegamos a la última parada de esta primera parte de nuestro viaje por Las Vegas madrileñas en Villarejo de Salvanés, una de las localidades más pobladas de la zona con sus más de 7.500 habitantes y que puede presumir de un considerable patrimonio: de su castillo, único en España por su singular estructura y que ofrece unas espectaculares vistas de la comarca desde su última planta, al Museo del Cine o la Casa de la Tercia, sede de la Encomienda Mayor de Castilla y actualmente Museo Etnográfico.
De Morata de Tajuña a Los Santos de la Humosa
Iniciamos la segunda parte de este itinerario descubriendo Las Vegas madrileñas, en el que nos ocuparemos de la parte septentrional, visitando Morata de Tajuña, al sur de Arganda del Rey, por donde transcurre la popular Vía Verde que recorre la vega del río madrileño que también transcurre por Guadalajara.
En pocos kilómetros podemos visitar tres idílicos pueblos en el entorno del río: Perales de Tajuña, Tielmes y Carabaña. Si en Perales destaca el artesonado de su iglesia de Santa María del Castillo y el Risco de las Cuevas —conjunto compuesto por 47 cuevas artificiales, considerado Monumento Nacional— en Tielmes debes visitar el Museo Casa y Escuela Rural para comprender la historia cotidiana de estos pueblos alejados del fragor capitalino.
A 10 kilómetros al norte de Carabaña se ubica Valdilecha donde puedes visitar su iglesia de San Martín Obispo del siglo XIII, uno de los pocos ejemplos de gótico-mudéjar que perviven en la región, además de la Ermita de la Virgen de la Oliva, al norte del pueblo, desde donde se tienen una fantásticas vistas del entorno.
De Valdilecha nos vamos a Campo Real que a buen seguro te sonará por su cultura gastronómica. Y es que en el entorno de Campo Real se fabrica un delicioso queso de oveja que, por supuesto, marida a la perfección con los Vinos de Madrid que también se embotellan por la zona, así como el aceite de oliva y las aceitunas reconocidas con una Denominación de Calidad.
Tras este inciso gastronómico para recordar que en el sur de Madrid también se come muy bien, seguimos ruta para conocer Pozuelo del Rey, donde ya vamos percibiendo el aroma de la Alcarria madrileña y la Cuenca del Henares, las comarcas históricas que se funden con Las Vegas en su zona septentrional y que comparten paisaje con la vecina Alcarria de Guadalajara.
A 15 minutos al suresteeste, ya llegas a Villar del Olmo, una localidad situada al sur de la urbanización Eurovillas que podemos aprovechar para hacer una de las mejores rutas de la zona: el Anillo de la Alcarria, 35 kilómetros entre los municipios de Ambite, Nuevo Baztán, Pezuela de las Torres, la propia Villar del Olmo y Olmeda de las Fuentes. Este último pueblo es una de las joyas de la zona, por su ubicación entre suaves colinas y por su ambiente relajado y sereno.
Nos dirigimos ya hacia el final de la ruta conociendo los últimos dos pueblos de nuestro itinerario. Primero llegamos a Santorcaz que podría ser, nada menos, el pueblo más antiguo de la región: fundado por los íberos con el nombre de Metercosa posee restos arqueológicos vinculados a los carpetanos.
Y al norte de Santorcaz, Los Santos de Humosa, ya a un paso de la frontera con Guadalajara, donde descuella la iglesia de San Pedro Apóstol. El parque que rodea esta iglesia es la despedida ideal del sureste de Madrid ya que ofrenda al viajero con las mejores vistas de esta tierra fresca, recia y humilde: uno de los mejores atardeceres de la Comunidad de Madrid.
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