En la cara sur de la Sierra de Gredos, al noreste de la provincia de Cáceres, Extremadura sorprende con una región de vegetación exuberante llena de bellos parajes naturales que tienen el agua de riachuelos, pozas y cascadas como total protagonista. Es la comarca de La Vera, próxima al famoso valle del Jerte, aunque bastante menos conocida.
Descubrirla implica dejarse sorprender por magníficas rutas de senderismo, espléndidos miradores o rincones tranquilos y secretos, como el que conquistó al mismísimo emperador Carlos V, que eligió la comarca de La Vera como su lugar de retiro tras abdicar en su hijo, el rey Felipe II. La Vera no es solo un conjunto de paisajes extraordinarios. También hay que sumar sus pueblos de arquitectura tradicional que invitan a disfrutar de un tranquilo paseo contemplando coquetas casas, típicas calles sinuosas e interesantes monumentos, todo sin descuidar el paladar, mimándolo gracias a la rica gastronomía de la comarca ‘estrella’ del indispensable pimentón. Como ves, atractivos sobran para animarte a descubrir los pueblos más bonitos de la comarca de La Vera.
Cuacos de Yuste
Es una de las localidades extremeña más visitadas y un excelente punto de partida para descubrir la Comarca. Cuacos es un pueblo de típica arquitectura verata, que se caracteriza por las casas de planta baja en piedra y pisos superiores con el bonito entramado de madera en sus fachadas.
Estas particulares construcciones dan a las calles y plazas de Cuacos un encanto muy especial, que se respira en plazoletas como la Plaza de la Fuente de los Chorros, parada obligatoria en el recorrido. Además de disfrutar del entorno, a escasos dos kilómetros de Cuacos, inmerso en un bello paraje, se encuentra el monasterio de Yuste, Patrimonio Nacional, que fue hogar y retiro de Carlos I de España y V de Alemania desde su abdicación hasta su fallecimiento en 1558.
Las estancias de la casa – palacio y aquellas que forman parte del monasterio propiamente dicho, como la iglesia y los dos claustros: el gótico y el renacentista, son elementos clave de esta esencial visita. Cuacos de Yuste es Conjunto Histórico – Artístico y cuenta con otros lugares de máximo interés como el cementerio alemán, donde están enterrados soldados germanos de la I y II Guerra Mundial, o la bonita ermita de Nuestra Señora de la Soledad.
Garganta La Olla
Es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de La Vera y se encuentra a escasos kilómetros del monasterio de Yuste, por lo que, no puede faltar en cualquier apetecible ruta por la hermosa comarca extremeña.
La arquitectura verata es protagonista absoluta en la pequeña localidad en la que destacan las calles estrechas y sinuosas, sobre todo en el tradicional barrio de las Huertas. En él se encuentran curiosas y antiguas casas que son la esencia del rico patrimonio cultural de Garganta La Olla. La llamada casa de Muñecas, inconfundible con su fachada azul y que fue un antiguo prostíbulo en la época de Carlos V, la Casa de las Postas o la de la Peña son solo un ejemplo.
En el recorrido, hay que incluir, también, la visita a la iglesia de San Lorenzo, en la zona más alta del pueblo. Si dispones de tiempo, merece la pena acercarse al mirador de la Serrana y si vas en verano, un refrescante baño en las piscinas naturales de las Piletillas es todo un regalo.
Jarandilla de la Vera
Es una de las localidades más pobladas y con mayor actividad económica de la zona, perfecta para un interesante recorrido histórico – artístico y también para un estupendo paseo que permita descubrir el entorno natural en el que se encuentra, a los pies de las cumbres de Gredos y entre dos magníficas gargantas: la de Jaranda y la de Jarandilleja.
El castillo de los Condes de Oropesa, hoy parador nacional, es uno de los edificios más bellos y emblemáticos de Jarandilla de la Vera, con su espectacular patio de armas, de especial importancia teniendo en cuenta que sirvió de alojamiento temporal al emperador Carlos V. No es el único, porque un recorrido por Jarandilla también ha de incluir la visita a bonita iglesia de San Agustín y a la iglesia fortaleza de nuestra señora de la Torre, que vigila desde la zona rocosa más alta.
Jarandilla de la Vera no solo es una villa monumental, también la naturaleza que la rodea la convierten en uno de los pueblos más bonitos de la zona. Un recorrido por los parajes cercanos de la garganta Jaranda, contemplando los antiguos puentes que la cruzan, es un placer para los sentidos.
Guijo de Santa Bárbara
Guijo de Santa Bárbara es el pueblo ubicado a mayor altitud de la Comarca de la Vera, en el paisaje rocoso de las cimas de Gredos. Su marcado carácter serrano le dota de un encanto muy especial. La arquitectura tradicional verata se impone en esta pequeña localidad donde las típicas calles empinadas y plazoletas se adornan con numerosas fuentes como la de los Tres Caños o la del Llano.
El paseo por el pueblo permite descubrir pequeños rincones que recuerdan detalles de la vida cotidiana de épocas pasadas no demasiado lejanas. como el antiguo lavadero o la curiosa era del trillo, donde antaño los habitantes desgranaban los cereales. La iglesia de Nuestra Señora del Socorro, la de Nuestra Señora de las Angustias y la de Nuestra Señora de las Nieves, esta última ya a las afueras, en plena montaña y con maravillosas vistas, son tres paradas que añadir al bonito paseo.
Valverde de la Vera
Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1970, es tan bonito como interesante porque son varios los elementos que hacen que Valverde de la Vera no pueda faltar en una ruta por la Comarca. Es fácil dejarse llevar por la belleza serena de este lugar donde las fachadas de entramado de madera se asoman a las coquetas calles y plazoletas.
La Plaza de España, adintelada y con vigas de madera, la de la Fuente de los Cuatro Caños, o la del Rollo donde se conserva la antigua picota forman parte del recorrido pausado por esta localidad. En el paseo se pueden ver las regueras, pequeñas ‘acequias’ que recorren las calles para facilitar la canalización del agua de la lluvia y están especialmente presentes en lo que fuera la antigua judería (una de las más importantes de toda Extremadura en el siglo XV).
Además, no hay que dejar de acercarse al castillo de Don Nuño, también llamado Conde de Nieva, una de las más importantes edificaciones defensivas de La Vera. Para conocer algo más de las tradiciones de la localidad, merece la pena visitar el centro de Interpretación del Empalao (fiesta de interés turístico de Extremadura).
Villanueva de la Vera
La arquitectura popular es el gran atractivo de esta pequeña localidad verata situada al sur de la sierra de Gredos. Con un casco antiguo, Conjunto Histórico – Artístico, en magnífico estado de conservación, Villanueva de la Vera sorprende a sus visitantes con su original plaza de Aniceto Marinas, porticada y de forma pentagonal.
Desde aquí, es sencillo dejarse llevar por el entramado de calles laberínticas que guardan pequeños tesoros, como la casa del Barco, cuya forma efectivamente recuerda a la de un navío y en la que se aprecian todos los detalles constructivos propios de las viviendas de la comarca de la Vera.
La iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, las ermitas del Cristo y de San Antón, junto a parajes naturales tan bellos como el de la cercana cascada del Diablo hacen que Villanueva de la Vera sea todo un descubrimiento.
Pasarón de la Vera
Su rico patrimonio arquitectónico y cultural unido al entorno privilegiado en el que se encuentra hace que Pasarón tenga que estar incluido entre los pueblos más bonitos de la Comarca de la Vera. Se trata de una localidad que combina las típicas casas de construcción tradicional con iglesias y palacios de épocas diversas creando, así, bellos contrastes que consiguen una particular armonía en este Conjunto Histórico – Artístico.
El trazado urbano de Pasarón de la Verra se estructura en tres encantadoras plazoletas. La plaza de la iglesia, donde se alza la magnífica iglesia de El Salvador, es una de las más bonitas y originales por adaptar su forma al terreno presentando dos niveles. Muy cerca, está la del Ayuntamiento o Plaza de España, destacando en ella el bonito edificio del consistorio con sus balcones de madera. Por último, hay que acercarse a la plaza del Palacio donde sorprende la fachada renacentista del Palacio de los Condes de Osorio. Disfrutar del entorno natural, visitando la cercana ermita de la Blanca, es un buen colofón a este recorrido por la comarca de la Vera.
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