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Aprovechamos que las temperaturas han dado un bajón y el otoño empieza a inundar con su belleza melancólica los espacios naturales de la Comunidad de Madrid para hacer un recorrido por la Sierra del Rincón, Reserva de la Biosfera ubicada entre las sierras de Ayllón y Somosierra, en el extremo nororiental de la región.

Son seis los pueblos que visitaremos en este recorrido, seis localidades ejemplares de la belleza rústica serrana que se ubican en un territorio de más de 15.000 hectáreas, uno de los menos urbanizados de la región. Y teniendo en cuenta que estamos hablando de Madrid, eso es mucho decir…

La Sierra del Rincón, un respiro al norte de Madrid

Hayedo de Montejo - Fuente: Depositphotos
Hayedo de Montejo – Fuente: Depositphotos

El 90% de la Sierra del Rincón está protegido por diferentes figuras legales lo que garantiza que este territorio viva al margen de la fiebre urbanizadora de otros parajes madrileños. Y más cuando en 2005 fue incluido en la Red de Reservas de la Biosfera junto a casi una cincuentena de espacios en toda España, como la propia Pedriza madrileña como parte de la Cuenca Alta del río Manzanares.

Este programa científico intergubernamental pretende contribuir al desarrollo sostenible que permita conciliar la conservación de la naturaleza con el desarrollo socioeconómico de las poblaciones de esos territorios: qué bien suena todo eso, y qué difícil es llevarlo a cabo en la práctica…

En particular, la Sierra del Rincón supone un paisaje de montaña plagado de matorrales, pinares, robledales, encinares y bosques de ribera que crecen en un área vinculada históricamente tanto a la agricultura extensiva y la trashumancia como a la agricultura tradicional y la actividad minera, en el caso del entorno de Horcajuelo de la Sierra, donde se explotaron yacimientos de plata en el XIX.

Recorriendo los pueblos de la Sierra del Rincón

Horcajuelo de la Sierra - Fuente: Depositphotos
Horcajuelo de la Sierra – Fuente: Depositphotos

Y es este pueblo nuestra primera parada en la Sierra del Rincón, ubicado a poco menos de 20 minutos al noreste de Buitrago de Lozoya, tomando la M-141 para ir avanzando hacia la sierra, una vez que pasamos Horcajo de la Sierra.

Su vecino de nombre muy similar tan solo tiene 110 habitantes. Son pocos con respecto a los 500 que vivían aquí a mediados del XIX, cuando las vecinas minas de plata comenzaron a extraer el preciado mineral, pero, al contrario de otros pueblos de nuestra geografía, ha ido incrementando su población en los últimos años: hasta 20 habitantes más en cinco años, lo cual no está mal, ¿no?

Desde luego hay razones de sobra para venirse a vivir aquí, empezando por la ubicación del pueblo en el borde apuntado de un cerro, manteniendo buena parte de las viviendas las características arquitectónicas tradicionales. La iglesia de San Nicolas de Bari, el Museo Etnológico y Fragua o el Museo Vargas —este último, una singular muestra de arte contemporáneo del artista vizcaíno— son las visitas recomendadas en el pueblo.

Nos acercamos ahora a Madarcos, recién adscrito a la Reserva de la Biosfera desde el año pasado: dicen de él que es el pueblo más pequeño de la Comunidad de Madrid, aunque también ha recuperado población en los últimos años hasta superar los 60 vecinos. Cuentan también que hace unos años no había ni tiendas y un solo bar, pero actualmente ya tenemos restaurante y varios alojamientos rurales.

A 10 minutos al este de Madarcos se ubica Prádena del Rincón que tiene una de las más hermosas construcciones de la Sierra, la iglesia de San Domingo de Silos, único Bien de Interés Cultural entre los pueblos que pertenecen a esta Reserva junto a la iglesia de San Pedro in Cathedra de Montejo de la Sierra.

La Hiruela
La Hiruela

Su ábside datado en el siglo XI y su pórtico norte, reconocido como uno de los mejores ejemplos de mudéjar madrileño, son los dos elementos más destacados de una iglesia que ocupa un lugar de privilegio en el pueblo.

Así mismo, también debemos visitar la necrópolis del siglo XII que se ubica bajo el atrio de la propia iglesia y en la que afloraron casi un centenar de tumbas excavadas en la roca. Y recordar el taller de fundición de campanas que nos muestra la dificultad de este arte ancestral cada vez menos desarrollado hoy en día. ¿Quién necesita una campana de bronce en la era del WhatsApp?

Y para que no perdamos nuestras buenas costumbres senderistas, una propuesta para toda la familia: la Ruta por la Cañada de las Merinas, un sendero circular de 8 kilómetros con un desnivel de 170 metros que nos lleva desde el pueblo hasta el Cerro de la Cabezada siguiendo el antiguo camino del ganado que nos recuerda la importancia que la trashumancia ha tenido en España durante siglos.

A cinco minutos al norte de Prádena llegamos a Montejo de la Sierra, el pueblo más poblado del entorno con sus más de 370 vecinos. Esta localidad es conocida por todos por ser la puerta de entrada, siguiendo la M-139, del Hayedo de Montejo.

Puebla de la Sierra - Fuente: Wikipedia
Puebla de la Sierra – Fuente: Wikipedia

Además, ofrece visitas interesantes como la iglesia de San Pedro, restaurada hace unos años y en la que se custodia una talla románica de la Virgen de los Remedios, probablemente del siglo XIII, o el propio Centro de Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón, el mejor lugar para informarse sobre la sierra y sus pueblos.

A quince minutos al este de Montejo, por una carretera serpenteante que asciende los más de 1400 metros del puerto de La Hiruela, llegamos al pueblo homónimo que ya visitamos en otra ocasión: se trata de una localidad que no merece presentación, uno de los pueblos más bonitos de Madrid por su colección de arquitectura tradicional y el inmaculado entorno natural que lo rodea.

Pero nosotros, en esta ocasión, nos vamos hacia el sur para terminar este recorrido por los pueblos de la Sierra del Rincón en Puebla de la Sierra, la localidad más meridional de la Reserva, ubicada en un valle encajonado por el que discurre el río Puebla.

Sendero por los Robles Centenarios - Fuente: Wikipedia
Sendero por los Robles Centenarios – Fuente: Wikipedia

Hasta los años 40 se la conoció como la Puebla de la Mujer Muerta por la silueta de los cerros que rodean la villa que recuerdan a la de una figura femenina yacente. Pero para que nadie se asustara más de la cuenta, se cambió el nombre.

Y es que a pesar de su pequeño tamaño y población (84 vecinos en 2022), Puebla tiene grandes atractivos para el visitante, empezando por el singular Parque Escultórico Valle de los Sueños que surge por iniciativa del artista Federico Eguía que cuenta con hasta 116 obras de diferentes escultores, como la popular Silla de Meira, de 6 metros de alto, que apareció misteriosamente en un monte gallego hasta que, tras diferentes avatares, llegó aquí.

Si te va el arte, espera un poco, porque Puebla también cuenta con el primer museo de pintura japonesa contemporánea de España. Y no nos podemos olvidar de los senderos como el de los robles centenarios de menos de tres kilómetros, apto para todos los públicos y que nos lleva a conocer alguno de esos ilustres habitantes que dan lustre a este refugio al norte de Madrid que es la Sierra del Rincón.