París es una ciudad tan hermosa como gigantesca. Tiene tantísimos atractivos turísticos que ir corriendo de uno a otro puede llegar a resultar agotador. No obstante, ni hace falta verlo todo, ni es necesario pasarse las vacaciones yendo deprisa a todos los sitios. Es mejor tomárselo con calma y disfrutarlo. Y por suerte la capital francesa también posee muchos lugares donde relajarse como sus zonas verdes. Hoy os queremos hablar de los parques más bonitos de París.
Cuáles son los mejores parques de París
Las Tullerías, en el corazón de París
Entre la plaza de la Concordia y el grandioso Museo del Louvre se extiende los parterres y paseos del Jardín de las Tullerías, sin duda uno de los parques más bonitos de París. Y también uno de los más artísticos, y no solo por la citada presencia del Palacio del Louvre. También porque en el otro extremo abren sus puertas otros dos museos de primera categoría: el Jeu de Paume y l’Orangerie que expone maravillas como los Nenúfares de Monet.
Y por si fuera poco, todo el recorrido por el parque del Jardín de los Tullerías ofrece un magnífico repertorio de esculturas y obras de arte en forma de estatuas o fuentes. En definitiva, este parque no es un mero lugar de paso o para descansar, es una joya artística en sí misma. De hecho pertenece al Louvre.
Jardín del Palacio de Luxemburgo
Otro de los parques más hermosos de París, y también más monumentales es el que rodea la Palacio de Luxemburgo. Unos jardines que fueron concebidos en tiempos del Barroco y por el impulso de la reina María de Medicis y que alcanzan una extensión de más de 20 hectáreas. Por lo tanto es como un enorme pulmón verde dentro del ajetreo de la metrópoli. Un remanso de paz y de belleza para los visitantes. Y también para los parisinos que acuden aquí a jugar al tenis, al ajedrez o a jugar con los barquitos teledirigidos. Por no hablar de los niños que se montan en su histórico carrusuel.
Trocadero y Campo de Marte
Un icono indiscutible de la capital gala es la portentosa Torre Eiffel. Subirse a ella es una de las grandes atracciones turísticas. Y es que desde ahí arriba toda la ciudad queda a nuestros pies. Y curiosamente entre tantos edificios, lo más próximo son dos zonas verdes: el Campo de Marte y los jardines del Trocadero. Ambos, aunque solo sea por las vistas, hay que incluirlos entre los parques más bonitos de París.
Jardin des Plants, un verdadero oasis
El Jardin des Plants remonta sus orígenes al año 1635. Fue entonces cuando se creó este singular espacio verde que mezcla los estilos paisajísticos del jardín inglés y el francés, uno más salvaje y otro más ordenado. Además pronto se incluyó en él un invernadero, que sigue siendo en la actualidad una verdadera joya por su exquisita colección de plantas tropicales.Y lo mismo se puede decir que su rosaleda, deslumbrante cada primavera.
Parc de Buttes Chaumont, otro de los parques más bonitos de París
El parque de Buttes Chaumont es un viaje a paisajes encantados y extraños. Una isla en medio de la ciudad donde nos esperan parterres, prados, grutas y hasta cascadas de agua impropias de una inmensa capital europea. Además, el lugar por su emplazamiento y por su topografía es un fabuloso mirador sobre toras zonas de París. Por cierto, es obligado atravesar su puente colgante, una obra diseñada por el ingeniero más famoso de la historia: Gustave Eiffel, a quien tanto debe la capital francesa.
Parque Monceau, el más british de París
Quien visita los jardines del Palacio de Versalles tiene una buena muestra de lo que es un jardín francés, tan ornamentado como organizado. Sin embargo, el concepto de jardín inglés es más libre, más natural, dominado por los prados, zonas de bosques y senderos en los que no hay líneas rectas. Pues bien, el Parc Monceau está dominado por esas ideas, que siempre tienen una fuerte carga romántica. Tal vez por eso fue uno de los favoritos de Chopin o Guy de Maupassant, los cuales por cierto tiene su propia estatua en el parque.
Bois de Boulougne, un bosque entre los parques más atractivos de París
El Bosque de Boulogne está algo alejado del centro, pero quien desee escaparse por unas horas del bullicio, aquí tiene un refugio verde de lo más acogedor. Esta extensión boscosa era el coto de caza de los reyes franceses y hoy es un lugar de asueto clave para los parisinos. Cuenta con zonas deportivas, kilómetros de carril bici, pistas para montar a caballo, zonas para navegar como el Lac Inférieur, un teatro al aire libre, un museo de la ciencia, un zoo el Museo en Herbe para que los niños aprendan arte.
Plaza de los Vosgos, historia y arte
Y retornamos a la ciudad histórica, en concreto al encantador barrio de Le Marais para visitar la monumental plaza de los Vosgos. Toda la plaza está porticada y en ella abundan las galerías de arte. Mientras en que en el centro de su cuadrado hay un parque diminuto en comparación con todos los anteriores, pero realmente acogedor. Para los vecinos es un sitio fabuloso para que jueguen los niños y para los turistas un lugar donde relajarse, mientras se contempla el hermoso panorama. Pequeño, pero no cabe duda de que es uno de los parques más bonitos de París.
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