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Lisboa es una de esas ciudades europeas maravillosas a la que uno va y siempre vuelve. Y en cada estancia, descubre rincones y lugares nuevos que lo enamoran. De tal forma, una de las cosas que no puedes perderte en la capital de Portugal son sus fantásticos museos.

Su número puede hacer que te pierdas un poco entre cuáles elegir, pues hay una buena cantidad de ellos, pero para facilitarte la tarea por si vas con el tiempo justo, hoy te aconsejamos algunos de los mejores museos de Lisboa que no puedes perderte. ¡Nos vamos de museos!

Museos para visitar en Lisboa

Cinemateca Portuguesa-Museo del cine

Cinemateca
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Comenzamos con un museo que puede que te sorprenda encontrar en Lisboa: la Cinemateca Portuguesa-Museo del Cine (R. Barata Salgueiro 39, 1269-059 Lisboa, Portugal). Ubicado en uno de los barrios más interesantes de la ciudad, en él se conserva el patrimonio cinematográfico del país, como lámparas mágicas, marionetas de mano y muñecos animados, entre otros.

Descúbrelo a través de los fondos expuestos en sus exposiciones permanentes, visita su librería, asiste a sus proyecciones especiales y, si te apetece, come en su restaurante.

Museo de la Marina

Museo de la Marina de Lisboa
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En el siglo XIX se fundó el Museo Nacional de Arqueología (Praça do Império, 1400-026 Lisboa, Portugal), una visita ineludible si quieres aprender más sobre el pasado entre la Prehistoria y la Edad Media. Se localiza en el interior del Monasterio de los Jerónimos. Resultan especialmente interesantes la sala dedicada a Egiptoy la colección sobre el culto romano.

En otra ala del Monasterio de los Jerónimos también se localiza el Museo de la Marina (Praça do Império, 1400-206 Lisboa, Portugal), que sigue la historia naval de Portugal, con numerosas maquetas e instrumentos de navegación. Un buen plan es reservar media jornada para descubrir este edificio y visitar ambos.

Museo Arqueológico del Carmo

Convento do Carmo
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Uno de los museos más bellos de Lisboa es el Museo Arqueológico del Carmo (Largo do Carmo, 1200-092 Lisboa, Portugal). No es grande y necesitarás poco tiempo para verlo, pero su encanto merece la pena. Se localiza en el antiguo convento do Carmo, del siglo XIV, que está semiderruido tras el terremoto de 1755. No volvió a reconstruirse y, sin embargo, sus ruinas a cielo abierto constituyen un lugar espectacular. El museo arqueológico acoge expone desde cerámicas y momias precolombinas hasta un sarcófago egipcio, esculturas y tumbas medievales. Imprescindible.

Museo Nacional del Azulejo

Convento Madre de Deus
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Portugal es mundialmente famosa por su cerámica, así que no puede faltar en tu visita a su capital incluir la del Museo Nacional del Azulejo (R. Me. Deus 4, 1900-312 Lisboa, Portugal). Se localiza en el interior del antiguo convento Madre de Deus, del siglo XVI, y te sorprenderá la gran variedad de piezas expuestas de diversas épocas. Entre todas ellas, un panel espectacular de más de 20 metros de longitud representa la ciudad antes de que fuera asolada por el terremoto del siglo XVIII.

Museo de la Sociedad de Geografía de Lisboa

Si te gusta la época de las exploraciones y grandes descubrimientos, te fascinará el Museo de la Sociedad de Geografía de Lisboa (R. das Portas de Santo Antão 102, 1150-268 Lisboa, Portugal). Aquí verás objetos de las antiguas colonias, una galería con piezas de arte asiático y africano, y podrás asistir a los conciertos de música clásica que en él se organizan. Una visita ineludible si te interesa el siglo XIX.

Museo Nacional de Carruajes

Museo Nacional de Carruajes
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En el interior del inconfundible Palacio de Belém, concretamente en lo que era el antiguo picadero, así como en otro edificio más moderno denominado Novo Museu dos Coches, se encuentra uno de los museos más curiosos de la ciudad, pero también de los imprescindibles. Nos referimos al Museo Nacional de Carruajes (Av. da Índia 136, 1300-004 Lisboa, Portugal).

En este museo de carruajes se exponen vehículos históricos de entre los siglos XVII y XIX. La visita resulta imprescindible. Y si la haces el domingo por la mañana, recuerda que justo enfrente del edificio tiene lugar el cambio de la guardia republicana.

Museo Nacional de Historia Natural y de Ciencias

Museo de Historia Natural
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El Museo Nacional de Historia Natural y de Ciencias (R. da Escola Politécnica 56, 1250-102 Lisboa, Portugal) merece una visita pausada. Y es que este es un espacio multidisciplinar que alberga, además de sus valiosas colecciones expuestas, un jardín botánico de 4 hectáreas, un mariposario, un observatorio astronómico, un anfiteatro y un laboratorio químico.

Sus exposiciones permanentes se distribuyen en 11 salas, con temáticas como dinosaurios, minerales, botánica y matemáticas, entre muchas otras. Está especialmente recomendada su visita si vas con niños, al igual que el Oceanario de Lisboa (Esplanada Dom Carlos I s/nº, 1990-005 Lisboa, Portuga).

Museu do Oriente

Son miles de piezas las que se exponen en el fascinante Museu do Oriente (Doca de Alcantara Norte, Av. Brasília, 1350-352 Lisboa, Portugal ), que muestras la relación entre Portugal y el continente asiático en el pasado. El museo se ubica en las antiguas cámaras de un almacén de bacalao. Las salas son amplias, los objetos expuestos tan exóticos como interesantes e incluso cuenta con un restaurante asiático por si te apetece hacer una parada para comer.

Museo Nacional de la Música

violín
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El Museo Nacional de Música (R. João de Freitas Branco 12, 1500-359 Lisboa, Portugal) acoge una de las colecciones de instrumentos musicales, de entre los siglos XVI y XX. Es de las más interesantes de las que puedes visitar en Europa. Se encuentra en una estación del metro Alto dos Moinhos y también organiza conciertos y jornadas de música que constituyen siempre un buen plan de ocio si andas por la ciudad.

MAAT

MAAT
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El MAAT o Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología (Av. Brasília, 1300-598 Lisboa, Portugal) es otro de esos fascinantes museos de la capital portuguesa. Fue inaugurado en el año 2016 y es una de las apuestas más recientes de los centros museísticos en la zona. El espectacular nuevo edificio vanguardista se asoma al Tajo y su fachada está recubierta de 5000 azulejos de cerámica blanca.

Cuenta con exposiciones temporales; pero aunque estas no te interesen, vale la pena conocer esta fascinante construcción y subir hasta su mirador al aire libre, a 14 metros de altura. Tomarás unas fotos estupendas y disfrutarás de las vistas.