La cocina coreana es el resultado de la influencia de tradiciones milenarias y la filosofía de vida de sus habitantes, que descansa sobre los principios de los cinco elementos que componen el universo, el equilibrio entre el yin y el yang y “el cuerpo y la mente son uno”, es decir, los alimentos son medicina. Por ello, en su recetario tienen un gran protagonismo el arroz, las especias y los vegetales.
Además, los platos suelen servirse todos juntos y muestran los cinco colores (rojo, verde, amarillo, negro y blanco), que son sinónimo de equilibrio nutricional y belleza, pues las recetas tienen que agradar la vista. Sin duda, una cocina de lo más chispeante y repleta de matices sorprendentes para el paladar occidental. Saboreamos los platos típicos de la gastronomía coreana, que conquistarán tu estómago y tu alma.
Kimchi
Es el plato estrella de la cocina coreana y el más internacional, pues cada vez acapara más protagonismo en nuestra gastronomía por su escaso aporte calórico y extraordinaria riqueza nutricional.
No en vano, se compone de verduras fermentadas en una mezcolanza de especias. Aunque el más común es el de col china, también se elabora con pepino, cebolleta o nabos, entre otros muchos.
Bibimbap
Su traducción al español es arroz mezclado, lo que ya nos da una gran pista del ingrediente que toma el protagonismo en esta elaboración, que efectivamente es el arroz. Se mezcla con verduras y vegetales, y se aliña con gochujang o pasta de pimientos picantes y aceite de sésamo. A la hora de presentarlo en la mesa, se hace siguiendo el principio de los cinco colores.
Bulgogi
Es uno de los más ancestrales, pues ya se degustaba en el 37 a.C., y también un manjar de reyes, pues durante la dinastía Joseon, que ocupó el poder desde 1392 hasta 1910, se preparaba específicamente para el monarca. Pero ¿qué ingredientes contiene para conquistar el corazón y el paladar reales?
Pues se trata de carne de cerdo o vaca, cortada en tiras y condimentada con distintas especias, asadas al horno e incluso fritas en la sartén junto con diversas verduras.
Galbitang
Las sopas tienen un hueco destacado en la gastronomía coreana, pues alimentan y, además, reconfortan el cuerpo y el alma. Una de las más populares es el galbitang, cuyos ingredientes principales son las costillas de vaca o buey. Para ello, se cuece la carne con nabo, cebolleta, ajo y especias a fuego lento durante, al menos, cinco horas. El desenlace es potente y está repleto de matices gustativos, y sabe mucho más rico acompañado de arroz.
Seolleongtang
Continuamos en el terreno de las sopas con esta propuesta, que también se pasea mucho por las mesas coreanas. En este caso, se elabora con huesos de la pierna del buey o de la vaca, cebolleta y una pizca de sal. Pero que la sencillez de su composición no nos lleve a engaño, pues su elaboración tiene su aquel.
Tal y como nos explican en la web de turismo del país asiático, “es importante cocinarlo durante bastante tiempo. De hecho, si lo hervimos durante diez horas, obtendremos un caldo con un sabor muy profundo de lo más delicioso”. A la hora de presentarlo, se hace acompañado de arroz y diversos condimentos.
Kimchi-jjigae
Tal y como hemos adelantado, el kimchi es toda una institución de la gastronomía coreana. También es el ingrediente protagonista de un sinfín de elaboraciones, siendo muy popular el kimchi-jjigae, es decir, guiso de kimchi, mucho mejor fermentado, con carne de cerdo, aceite de sésamo, ajo y cebolleta. Además de saludable y nutritivo, regala un gusto riquísimo.
Los postres
En el apartado de la repostería, la cocina coreana también es muy prolífica, pues reúne una vasta colección de propuestas. Los más típicos son los ttok, unos pastelitos muy coloridos, cuyo ingrediente principal es la harina de arroz glutinoso o dulce hervidos al vapor. También gozan de gran popularidad las yakgwa, unas galletas con forma de flor elaboradas con miel, harina de trigo y aceite de sésamo; y los yumilgwa, formados por una masa de miel, aceite de sésamo y harina frita.
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