España ha vivido un mes de enero especialmente frío. El impresionante temporal Filomena que atravesó la península nos ha dejado imágenes de nevadas históricas en ciudades como Madrid y provocó que se batieran récords de las temperaturas más bajas registradas en muchos lugares.

Pero ni siquiera los 30 grados bajo cero que sufrieron en algunos puntos de Teruel pueden competir en este gélido listado con algunos de los lugares habitados más fríos del mundo. Abrígate bien y coge el trineo porque nos vamos a un viaje que te dejará congelado.

Oimiakon, Siberia

Oimiakón – Foto de Maarten Takens

La famosa región siberiana agrupa varias localidades que se reparten los primeros puestos de este particular ranking. Algunas ciudades como Verkhoyansk o Yakutsk se acercan a los setenta grados bajo cero, pero el récord absoluto se lo lleva Oimiakón u Oymyakon, una localidad de apenas 300 habitantes que se encuentra al noroeste de Sajá y al este de la Siberia oriental. El 26 de enero de 1926 registró una temperatura de -71,2º, que ha sido la más baja jamás registrada en una ciudad.

Curiosamente su nombre en idioma yakuto significa “agua que no se congela” por las diferentes aguas termales que podemos encontrar en sus cercanías. Es lo único parecido al calor que encontrarás aquí porque casi todo lo demás permanece congelado al menos nueve meses del año. Los peces se congelan nada más sacarlos del río, la leche no es líquida e incluso es normal que la gasolina de los automóviles se solidifique si no está activo el motor.

Nur-sultán, Kazajistán

Nur-sultán

La capital de Kazajistán, antes conocida como Astaná, es una moderna y atractiva ciudad que se ha ido convirtiendo en los últimos años en un interesante destino turístico empujada por el repentino crecimiento económico de esta antigua república soviética. Ubicada a 347 metros sobre el nivel del mar, se encuentra en una estepa semidesértica que provoca una climatología muy extrema tanto en invierno como en verano.

De esta forma, ha llegado a alcanzar los -51,6 º de temperatura en invierno, lo que la convirtió en la capital más fría del mundo, aunque normalmente no sufra temperaturas tan exageradas. Por el contrario, en verano puede superar incluso los 40º de temperatura. Así que ya lo sabes, si te animas a vivir en Nur-sultán y unirte a su millón de habitantes prepara una maleta bien variada que te permita adaptarte a tantos cambios de temperatura.

Ulán Bator, Mongolia

Ulán Bator – Foto de Panoramio

Precisamente, la antigua Astaná robó el récord de la temperatura más baja alcanzada en una capital a Ulán Bator, capital y ciudad más poblada de Mongolia. No obstante, esta ciudad azotada por los monzones puede seguir presumiendo de ser la capital más fría del planeta porque durante muchos meses al año mantiene temperaturas medias que alcanzan los -37º.

Esto es provocado por un clima subártico, por su elevada altitud, a más de 1300 metros sobre el nivel del mar, y porque la ciudad se encuentra a cientos de kilómetros de cualquier costa.

Barrow, Alaska

Barrow, Alaska

La peculiar región de Alaska sitúa también a Estados Unidos en este listado. De entre todas las pequeñas y heladas ciudades que podemos encontrar en esta aislada zona del mundo, destaca sobre todo Barrow. Con algo más de 4.000 habitantes es el asentamiento más septentrional del continente americano por lo que, como sospecharás, sus inviernos no son especialmente agradables.

La ciudad permanece habitualmente aislada en los meses de invierno porque el agua del Ártico se congela y no permite la llegada de embarcaciones. Durante más de 245 días al año sus termómetros están bajo 0 y el récord lo alcanzó cuando registró -49º de temperatura. Cerca de Barrow se encuentra Prospect Creek que llegó a alcanzar los -62º en 1971 pero actualmente se encuentra deshabitado.

Yellowknife, Canadá

Yellowknife

Canadá cuenta con algunos asentamientos temporales cerca de Alaska cuyas temperaturas están muy cercanas a las de Siberia. Es el caso por ejemplo de Snag, en el estado de Yukon, que llegó a registrar los -63,9º en 1947. Pero en lo que respecta a ciudades o localidades habitadas de forma permanente, el primer puesto lo ocupa Yellowknife que alcanzó los -51,2º.

Se trata de una ciudad mediana, con algo más de 20.000 habitantes, pero sus inviernos son realmente fríos. Cuando es azotada por los vientos polares la sensación térmica puede bajar hasta los -64º y la media en invierno no suele superar los -25º. Fue fundada cuando la fiebre del oro llegó a esta región de Canadá en el siglo XX y hace unas décadas se localizó al norte de la ciudad una de las minas de diamantes más importantes del mundo.

Roros, Noruega

Røros

Volvemos a Europa para visitar la bonita localidad de Røros en Noruega. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1980 es un interesante destino turístico gracias a un pintoresco casco histórico formado por un conjunto de ochenta casas de madera que conserva todo el espíritu de las ciudades medievales nórdicas.

Eso sí, si tienes pensado visitarla y eres una persona friolera, te recomendamos que intentes evitar el invierno. Røros sufre de un clima bastante seco y en el año 1914 alcanzó una temperatura de -50,4 º, batiendo todos los registros. No suele ser lo habitual, no obstante. Normalmente en enero tiene una temperatura media de -11,2 º, que en comparación no parece para tanto. ¿O sí?

Vostok, Antártida

Vostok

Hacemos un poquito de trampa para incluir en el listado esta base de investigación rusa ubicada en la Antártida. Y es un poco de trampa porque no es una ciudad como tal sino un campo de trabajo donde grupos de científicos estudian áreas como el magnetismo del planeta. Pero lo cierto es que desde 1957, cuando fue fundada, está habitada de forma prácticamente permanente así que cumple los requisitos.

Y no podíamos ignorarla porque fue precisamente aquí donde se produjo la temperatura más baja jamás registrada en el mundo. Fue el 21 de julio de 1983 cuando los termómetros marcaron la asombrosa cifra de -89,2 º, que supuso un poco más de frío que la media habitual de -55,2 º. Aunque posiblemente la diferencia no se note mucho, como suelen señalar quienes viven en estas temperaturas tan extremas.

Por lo demás el lugar es de lo más agradable y nos invita a disfrutar de la mayor radiación ultravioleta del planeta, de una falta de oxígeno y de dióxido de carbono que hace muy complicada la respiración o de rachas de vientos huracanados. Vostok, ciudad de vacaciones.