Aunque queda poco para que el hemisferio norte llegue a este verano tan particular marcado por el coronavirus, la primavera aún se despliega con fuerza en esta parte del mundo, dejándonos ver algunos espectaculares paisajes que podemos disfrutar en cada continente.
Lo cierto es que, si el fenómeno de ver aparecer las flores por primera vez en la temporada, puede resultar emocionante para cualquiera, mucho más logra llamarnos la atención en esos privilegiados sitios donde se producen campos de flores, campos de flores de enorme atractivo turístico, claro.
Por tal motivo, a continuación queremos enseñarte algunos de los más famosos y bonitos campos de flores que puedes visitar en su primavera local, campos gracias a los cuales te sentirás muy pero muy cerca de la naturaleza y harán que te olvides de tus preocupaciones.
Campos de lavanda en Provenza, Francia
Si no puedes o no quieres alejarte demasiado de España pero aún así ser testigo de uno de los campos de flores más increíbles del mundo, debes trasladarte hasta Provenza, Francia, donde se halla uno de los más reconocidos de Europa, con el típico color morado de esta planta.
Los Campos de lavanda en Provenza no sólo son muy atractivos a la vista, sino que además provocarán un goce interminable en los amantes de la prolijidad y la simetría, ya que estas flores suelen crecer con una delineación perfecta, al punto de parecer que están dibujadas.
Fuji Shibazakura, Japón
El continente asiático es uno de los principales exponentes de campos de flores en relación a su extensión geográfica. Sin ir más lejos, Japón es un buen ejemplo de ello.
Y si bien cuenta con más de un lugar que podría ser incluido en este listado, vamos a quedarnos sólo con Fuji Shibazakura, para poder mencionar también otros del resto del planeta.
El campo de flores de Shibazakura no sólo posee su propia capacidad para deslumbrarnos, sino que además cuenta con el monte Fuji a sus espaldas, de manera que podemos observar en sólo un segundo, un hermosísimo terreno floreado, junto a una de las montañas más altas de la Tierra.
Estas flores tienden hacia los colores blancos o magentas, y como el campo está rodeado por un árbol y un lago, es uno de los paisajes más plurales en torno a los campos aquí señalados.
Keukenhof, Países Bajos
Los jardines de Keukenhof son otra de esas visitas obligadas que tenemos en el viejo continente, considerando que los Países Bajos tienen una antigua y orgullosa tradición en torno a las flores.
A poco más de media hora de Ámsterdam nos encontramos con este espacio que parece interminable ante nuestros ojos gracias a sus cerca de 32 hectáreas, con millones de flores que recubren la zona. Y como buena panorámica holandesa, no faltan los molinos de viento entre ellos.
Por supuesto, si lo que te interesa especialmente es ir a un sitio donde no reine un color de flores, sino varios, tienes que comenzar tu recorrida internacional por Keukenhof.
Atacama, Chile
A pesar de que buena parte del territorio chileno está marcado por los desiertos y las zonas áridas, en Atacama podemos encontrarnos con uno de los campos de flores más extraños del mundo.
Éste suele florecer entre los meses de setiembre y noviembre, y cuenta con dos características muy peculiares: la variedad de especies que se reúnen en un sólo lugar, y la capacidad de estas plantas para sobrevivir y mostrarse en todo su auge en un ecosistema tan extremo.
Valle del Jerte, Cáceres, Extremadura
Por supuesto, no podíamos dejar de mencionar a España, que tiene en el magnífico Valle del Jerte, uno de los campos de flores que más cerca quedará de donde se encuentran nuestros lectores.
Se trata de un trayecto que además nos permitirá pasarnos todo un fin de semana por la zona conociendo más sobre la cultura y la historia de esta provincia, y que podemos disfrutar cada año entre mediados de marzo y de abril. La clave aquí es que el paisaje, en su máximo esplendor, dura apenas una o dos semanas, por lo que todo se vuelve aún más irrepetible.
Campos de canola, China
Volvemos en este caso al continente asiático pero para irnos hasta los Campos de canola, en China. Estas flores que distinguen la planta para producir uno de los aceites más consumidos en todo el mundo, suele florecer entre los meses de febrero y marzo, con un tono dorado difícil de creer.
Campos de girasoles en la Toscana, Italia
Ya de regreso en Europa, los Campos de girasoles de la Toscana italiana son apenas uno de los infinitos motivos para recorrer esta parte del continente. Si los pueblos toscanos enamoran a cualquiera, disfrutarlos en medio de un mar de girasoles es nuestra recomendación.
Jardín del Milagro, Dubái
También conocido como Dubai Miracle Garden, el Jardín del Milagro es la demostración definitiva de que Dubái no solamente es arena, mar y dinero, mucho dinero.
Los máximos encargados del emirato siempre han querido deslumbrar a los viajeros que pasan por allí, y por eso desarrollaron este parque de flores en medio del desierto, que consigue formar algunos dibujos más propios de ordenadores que de la vida real.
Según informan, se trata de alrededor de 45 millones de flores a las que, en contraste con el resto de las panorámicas que nos rodean en Dubái, no podremos dejar de mirar por un segundo.
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