El amor es el sentimiento con el que es más fácil empatizar, tal vez por ello las leyendas románticas sean las más populares. ¿Quién no ha oído hablar de Romeo y Julieta? Pero en España también tenemos una historia de amor que estremece hasta los corazones más duros: la leyenda de los amantes de Teruel. Acompáñanos en esta ruta por la ciudad aragonesa recordando uno de los grandes mitos románticos de nuestra historia.
Los amantes de Teruel: morir de amor
Solo unas horas tarde. Después de cinco largos años de paciente espera, después de un lustro de aventuras haciendo fortuna para cumplir una promesa, solo unas malditas horas fulminan a una pareja que se amaba con locura. Pero sin tragedia, una historia de amor no se convierte en legendaria. Y en la leyenda de los amantes de Teruel tenemos una buena ración de tragedia.
Todo comienza a principios del siglo XIII, cuando dos jóvenes se encuentran en el mercado de Teruel. Un flechazo. Isabel de Segura y Diego de Marcilla se enamoran. Isabel era la única hija de Pedro de Segura, un rico comerciante. Por su parte, Diego procedía de una familia de linaje pero que había perdido casi toda su riqueza por culpa de una plaga de langostas que arruinó sus posesiones en 1208.
El tiempo pasa, los chicos se hablan, y Diego decide pedir la mano de Isabel. La joven accede, pero con la condición de que el matrimonio sea aceptado por el padre de ella. Pedro no consiente el enlace por tratarse de un chico sin posibles. Pero Diego de Marcilla tiene un plan: “Espérame cinco años, Isabel, saldré en busca de fortuna y volveré para que nos casemos”. “Prometo esperarte cinco años, Diego”.
Y así es como arranca el segundo capítulo de esta leyenda. Los dos enamorados separados, pero soñando cada día con volver a reunirse. Pero cincos años son muchos, y el padre de Isabel apremia a su hija para que se case. Ella se excusa diciendo que había hecho voto de virginidad hasta los 20 años y que no debe casarse hasta saber regir una casa.
Los cinco años llegan a su fin. “Hija, debes casarte”. Isabel duda, ha escuchado rumores de que Diego ha caído luchando contra los moros. Se dice que la propia familia de Isabel extendió esos bulos para forzar a la chica a casarse con Pedro de Azagra, señor de Albarracín y favorito del padre.
Finalmente, Isabel acepta, creyendo que Diego ya no volverá. Pero la misma noche en la que finalizan los grandes esponsales de Isabel y Pedro de Azagra, Diego regresa a Teruel. Sano, salvo y cubierto de honor y riqueza. Pero unas horas tarde…
Cuando Diego se entera de que Isabel se ha casada, corre a la residencia de la chica, sube por el balcón y, mientras Pedro duerme, ruega a Isabel un beso como prueba de amor, como prueba de que no ha roto la promesa. “Bésame, que me muero”, dice Diego. “Quiera Dios que yo falte a mi marido; por la pasión de Jesucristo os suplico que busquéis a otra”. Y Diego cae fulminado.
A la mañana siguiente, Isabel, rota de dolor, acude a la iglesia de San Pedro donde van a enterrar a Diego para concederle su deseo, para besar al amor de su vida. Y en el mismo momento en que lo besa, muere. Y nace la leyenda.
Ruta romántica por el Teruel de los amantes
Aunque las primeras historias sobre los amantes de Teruel ya se empezaron a componer desde poco después de la muerte acaecida supuestamente en 1217, no sería hasta el siglo XVI, con el descubrimiento de las momias de Diego e Isabel en la iglesia de San Pedro, cuando comienza reelaborarse el mito medieval incluyendo una versión del célebre Tirso de Molina, también autor de un más que famoso Don Juan.
Iglesia de San Pedro
Los orígenes de la iglesia de San Pedro se encuentran en los inicios del siglo XIII en la misma época en la que desarrollaría la historia de los amantes de Teruel. Pero no sería hasta siglo y medio más tarde cuando comienza la edificación de la actual iglesia, siendo la torre el elemento más antiguo: la podemos visitar subiendo los 74 peldaños de su escalera de caracol. Tanto la torre como el ábside han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como testimonio de la arquitectura mudéjar de Aragón.
Fue en 1555 —en 1533 según otras versiones— cuando se descubren las momias de los amantes en el subsuelo de una de las capillas laterales de la iglesia, hallazgo que reactualizó el mito.
Las Bodas de Isabel de Segura
Desde 1997, cada jueves anterior al tercer viernes de febrero (en 2022 sería el 10 de febrero) arranca la celebración de la fiesta de las Bodas de Isabel de Segura, un evento que se ha convertido en Fiesta de Interés Turístico Nacional. Se trata de una recreación en más de 60 actos de la historia de los amantes de Teruel, haciendo especial énfasis en los episodios de la boda de Isabel de Segura con Pedro de Azagra y la posterior muerte de Isabel y Diego.
En 2021, el evento, que cumplía su 25 aniversario, no pudo realizarse al modo tradicional por motivos sanitarios, pero se filmó una miniserie que sirvió para recordar el mito de los amantes como se merece. Para 2022, si no hay novedad, las Bodas de Isabel volverán a representarse en directo.
Así que no te lo pierdas porque Teruel se viste de gala con diversos eventos paralelos, como la feria medieval, exposiciones, degustaciones, desfile de gremios y toda una ciudad volcada con su gran fiesta.
Mausoleo de los Amantes
Nuestra ruta por el Teruel de los amantes debe terminar en el mausoleo anexo a la iglesia de San Pedro donde se ubica, desde 2005, este espacio expositivo diseñado por Alejandro Cañada que ofrece un completo panorama sobre la leyenda y su contexto histórico, destacando el Sector I en el que se explican las circunstancias sociales, políticas y culturales que rodearon la historia de los amantes de Teruel.
Y, por supuesto, no podemos perdernos las esculturas del mausoleo, ejecutadas por el artista extremeño Juan de Ávalos, que recrean a Isabel y Diego cogidos de la mano, unidos para toda la eternidad.
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