Entre los elementos más representativos de la arquitectura civil se encuentran los puentes. Muchos de ellos tienen su propia leyenda y, sin duda, han sido testigos sobre las aguas de numerosos acontecimientos históricos y sucesos de todo tipo. Cuando viajamos, además, siempre se transforman en protagonistas de nuestros objetivos, pues forman unas estampas irresistibles.
Son muchos los que puedes contemplar y cruzar en España, desde lugares muy poblados hasta los más recónditos, pero algunos de ellos son famosos especialmente por su historia y su belleza. Repasamos algunos de los puentes más bonitos de nuestro país por si todavía no los conoces. ¿Cruzamos a la otra orilla?
Puente de Alcántara (Cáceres)
En la provincia de Cáceres (Extremadura), se encuentra el conocido como Puente Romano de Alcántara, sobre las aguas del río Tajo. El origen del monumento es romano, pues se estima que fue construido entre los años 104 y 106, y desde 1924 está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Sin duda, se trata de uno de los puentes históricos más hermosos de nuestro país.
Su estructura es tan hermosa como imponente, con más de 58 metros de altura y unos 194 metros de longitud, en los que se suceden sus arcos de medio punto. Además, resulta inconfundible el Arco del Triunfo, un arco honorífico que remata la estructura en su parte superior con 14 metros de altura. Una de las paradas imprescindibles al visitarse la bonita villa de Alcántara.
Puente del Paso Honroso (León)
Uno de los puentes más bellos del Camino Francés de Santiago es el Puente del Paso Honroso, en la localidad de Hospital de Órbigo, en la provincia de León (Castilla y León), que también puede presumir de ser de los más bonitos del país.
Sobre las aguas del río Órbigo, el Puente del Paso Honroso es uno de los más largos que encontrarás en esta ruta de peregrinación hacia Santiago de Compostela. Y su nombre procede del torneo que en él se libró allá por el año 1434, protagonizada por el caballero Suero de Quiñones. El mejor momento para acercarte a conocerlo es durante las Fiestas de Justas Medievales, cada primer fin de semana de junio, catalogadas como Fiesta de Interés Turístico Regional. Un evento en el que volver al pasado medieval y sentirse como un auténtico caballero.
Puente del Diablo de Martorell (Barcelona)
Con el sugerente nombre de Puente del Diablo de Martorell, esta construcción civil en la provincia de Barcelona (Cataluña) es otra de las más bellas e inconfundibles de nuestro país. Sobre las aguas del río Llobregat, entre Martorell y Castellbisbal, el puente cuenta con un origen romano, y conserva los estribos, la base y su arco triunfal, aunque a lo largo de los años ha ido siendo objeto de algunas remodelaciones, motivo por el cual presenta el aspecto que ahora podemos contemplar.
Encima del arco central, con más de 37 metros de luz, se alza una especie de caseta con dos vertientes en su tejado, que le da ese aspecto inconfundible. Y si te preguntas por qué se llama el Puente del Diablo debes saber que cuenta la leyenda que fue construido por el mismo demonio a petición de una criada que entregó su alma para tener que dejar de hacer el esfuerzo de ir a recoger agua a una fuente lejana.
Puente de San Juan de Gaztelugatxe (Bizkaia)
Si hay un puente famoso en España es el de San Juan de Gaztelugatxe, entre las localidades de Bakio y Bermeo, en Bizkaia (País Vasco). No cabe duda de que la serie Juego de Tronos ha tenido mucho que ver en ello al elegirlo para uno de sus escenarios más emblemáticos. Pero además de ser el más famoso, también es uno de los más bonitos.
Y es que el costero Puente de San Juan de Gaztelugatxe, que discurre zigzagueante hacia una bella ermita dedicada a San Juan Bautista, y que prosigue con sus 241 escalones, forma parte de esas estampas que no se olvidan. Una visita imprescindible si estás de viaje por Bizkaia.
Puente de Toledo (Madrid)
Si hay un puente de estilo barroco excepcional en España es el puente de Toledo, en Madrid. Se levantó entre los años 1719 y 1724 sobre el río Manzanares, y resulta inconfundible con sus sillares de granito y sus nueve arcos de medio punto. Además, en sus dos estructuras en forma de templete, junto al arco central, se alzan las esculturas del artista Juan Ron, una de Santa María de la Cabeza y otra de San Isidro.
Puente de Besalú (Girona)
Aunque los orígenes del puente de Besalú, en la comarca de la Garrotxa, en Girona (Cataluña), se remontan al siglo XI, tres siglos más tarde una subida de las aguas lo echó abajo y hubo de ser levantado de nuevo. No obstante, desde entonces, fue rehabilitado en diversas ocasiones.
El puente consta de siete arcos y alcanza los 105 metros de longitud. Su elemento más característico es la torre en su parte superior, de unos 30 metros de altura. En la actualidad, es el símbolo de Besalú.
Puente Viejo de Valmaseda (Bizkaia)
El espectacular Puente Viejo de Valmaseda, en la comarca de Las Encartaciones, provincia de Bizkaia (País Vasco), constituye otro de los más bellos del país. Sus tres arcos y el castillete le confieren ese perfil inconfundible y lo convierten en símbolo de la localidad, primera de las villas históricas de Bizkaia.
También se lo conoce como Puente de la Muza, y fue construido en el siglo XV, como los puentes fortificados de la época. De hecho, se trataba de una de las puertas de acceso a la villa medieval de Valmaseda y por el discurría la antigua vía romana que comunicaba Castilla con Flaviobriga, actual Castro Urdiales. El Puente Viejo une el antiguo barrio judío de San Lorenzo con el barrio del Cristo, dos de los que no puedes dejar de visitar si vas por Valmaseda.
Únete a la conversación