La tradición política nos dice que los gobernantes más importantes deben vivir en una residencia oficial. Cuestiones como la seguridad, el protocolo y la propia organización gubernamental determinan que los presidentes y los primeros ministros vivan en el mismo lugar… y dejen su hogar al siguiente una vez que termina su labor.
Algunas de estas residencias salen día sí y día también en la televisión porque siempre se cuece algo tras sus paredes, así que buena parte de estas residencias oficiales son más que populares a nivel mundial, incluso como hitos turísticos. Desde Tokio a Ciudad de México, pasando por Praga y Brasilia, recorremos las residenciales presidenciales más famosas del mundo.
Castillo de Praga (República Checa)
¿A quién no le gustaría vivir en un castillo? Si no te salen las cuentas para comprarte uno, siempre puedes presentarte a las elecciones checas para sacarte plaza eventual como presidente de la república.
Construido en el siglo IX, fue residencia de los reyes de Bohemia, los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, los presidentes de Checoslovaquia y desde 1993 de los presidentes de la República Checa. Como si no fuera suficiente con un castillo, cuando llega el verano se van de palacio. Lo dicho, toca sacarse la oposición a presidente.
Palacio de la Alvorada (Brasil)
Del mayor castillo antiguo de Europa a una de las residencias presidenciales más modernas de América. Es el palacio de la Alvorada inaugurado en 1958 en Brasilia. Y, como no, con el diseño de Oscar Niemeyer, uno de los principales impulsores de la nueva capital brasileña.
Pero no fue fácil para Niemeyer según cuenta la leyenda porque el primer residente del palacio, Juscelino Kubitschek, rechazó el plan original por su “falta de monumentalidad”. Un político dando lecciones de arquitectura a uno de los mejores arquitectos del siglo XX…
Palacio del Quirinal (Italia)
Primero fue Víctor Manuel II y después, tras el final de la II Guerra Mundial, los presidentes de la República Italiana, sucediendo a los primeros habitantes de este palacio: los papas. Y es que si hay una ciudad en el mundo en la que es fácil encontrar una “residencia monumental” esa es Roma. Y, además, como los presidentes no pagan alquiler, todo es mucho más sencillo: no hay “zonas tensionadas” si se trata de residenciales presidenciales.
Kantei (Japón)
Al menos, el último primer ministro japonés le ha echado un poco de valor al mudarse a una residencia presidencial presuntamente encantada. Varios colegas anteriores rechazaron con mayor o menor elegancia vivir en Kantei, en pleno centro de Tokio, por la fama de desgracias que acompañaba a los habitantes de la residencia creada en 1929 bajo la influencia de Frank Lloyd Wright.
Pero Fumio Kishida, primer ministro nipón desde 2021, pudo dormir tranquilo el primer día tras ser nombrado en el cargo: “No, no he visto ningún fantasma… todavía”. Habría que preguntarle ahora, dos años después, como está el estado de la cuestión.
Complejo Cultural de los Pinos (México)
“En 2018 el Gobierno de la Cuarta Transformación consideró que era un exceso vivir y trabajar en una residencia amurallada, lejos del sentir del pueblo mexicano, por lo que transformó a Los Pinos en un espacio cultural de libre acceso para todas y todos”, dicen desde el gobierno mexicano en relación al Complejo Cultural de los Pinos. Ahora los presidentes vuelven a vivir en el Palacio Nacional, que tampoco parece mal plan.
Palacio del Elíseo (Francia)
Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón, fue el primer presidente de la República Francesa que habitó en el Palacio del Elíseo, un imponente edificio construido a principios del siglo XVIII en el VIII Distrito de París, al lado del Grand Palais. Se trata de otro lugar no muy popular entre los gobernantes franceses que, según cuenta Jean Garrigues en su libro Una historia erótica del Elíseo, de la Pompadour a los paparazzi, preferían dormir en casa de sus amantes antes de pasar la noche en él.
Kremlin (Rusia)
Justamente el último huésped del palacio del Elíseo fue noticia la última vez que visitó el Kremlin de su homólogo ruso, porque Putin lo sentó en una mesa gigante. Y es que en el Kremlin todo puede ser muy gigante, incluyendo las medidas de seguridad para proteger a su actual presidente, no muy popular últimamente en Occidente. A buen seguro que los organizadores del protocolo de aquella reunión debatieron durante horas donde sentar a Macron de entre las 700 salas de las que dispone el Gran Palacio del Kremlin.
10 de Downing Street (Reino Unido)
En el Reino Unido hacen muchas cosas al revés, también si se trata de residencias presidenciales. Porque no me diréis que no llaman la atención las comparecencias de los primeros ministros británicos surgiendo de esa puerta negra del celebérrimo 10 de Downing Sreet. ¿Os imagináis que los presidentes españoles salieran del número 10 de la calle de la Lechuga, de la calle del Juanelo… o incluso de la calle de la Montera?
Rashtrapati Bhavan (India)
Del Londres más sofisticadamente minimalista de regreso a la monumentalidad para conocer Rashtrapati Bhavan, la residencia oficial del presidente de la India desde 1950, siendo previamente conocida como la casa del virrey por ser residencia del Gobernador General de la India.
Combinando la influencia clásica con detalles de la arquitectura local como la entrada a través de un jardín que recuerda los jardines mogoles de Cachemira, en su construcción se utilizaron más de 700 millones de ladrillos y 85.000 metros cúbicos de piedra. Y un poco de acero.
La Casa Azul (Corea del Sur)
Algo parecido a lo que vimos en Ciudad de México ha tenido lugar en Seúl con la histórica residencia presidencial de los gobernantes surcoreanos. En mayo del año pasado, la Casa Azul o Cheong Wa Dae dejaba de ser lugar exclusivo de las élites gobernantes para convertirse en un lugar abierto para todos los ciudadanos, “dejando de ser símbolo del imperialismo” según los artículos oficiales difundidos por el propio gobierno.
Por más de siete décadas este lugar con más de 100.000 tejas de colores azul y tres veces más grande que la Casa Blanca de Washington fue residencia de los mandatarios surcoreanos que se han mudado a unos edificios de un barrio del distrito de Yongsan-gu.
La Casa Blanca (Estados Unidos)
El mundo está lleno de casas blancas, pero ninguna con tanto espacio en las noticias como esta que se ubica en el 1600 de Pennsylvania Avenue en Washington. Inspirada en las villas palladianas y el Neoclasicismo, la Casa Blanca fue inaugurada oficialmente en 1800 denominándose como “Casa Blanca” desde que Theodore Roosevelt decidiera hacer un cambio de naming en 1902. Con sus 6 pisos, 132 habitaciones y 35 baños también es la residencia presidencial que más veces ha volado por los aires… en las películas.
Únete a la conversación