La cordillera pirenaica es un espectacular sistema montañoso que ejerce de frontera natural entre España y Francia extendiéndose más de 600 kilómetros, mientras separa a ambos países, sin olvidar su paso por Andorra. Los paisajes más variados, que abarcan desde verdes valles hasta parajes de alta montaña, forman parte de los Pirineos, al igual que numerosos pueblos de rico patrimonio cultural y coqueta arquitectura tradicional.
Recorrer los senderos que permiten descubrir el Pirineo navarro, aragonés, catalán o vasco es una experiencia, siempre apetecible, con un sinfín de opciones en forma de caminos de distinta extensión y grado de dificultad. Cualquiera de ellos hace posible contemplar entornos naturales de gran belleza en recorridos que esconden paisajes que no se olvidan. Aunque la selección no resulta sencilla, te proponemos algunas de las mejores rutas de senderismo en los Pirineos.
Ruta de los Siete Lagos
Es todo un clásico entre las rutas que pueden hacerse por el Pirineo catalán, porque muestra uno de los paisajes más bellos del Valle de Arán, en Lleida, acercándonos a los lagos, de origen glaciar del Circ de Colomers. Se trata de un sendero de dificultad media que ofrece dos opciones: una ruta corta, que puede hacerse en 3 – 4 horas y una más larga, que lleva el doble de tiempo.
Ambas son circulares y parten del refugio de Colomers, visible, fácilmente, una vez que se cruza la presa del mismo nombre. Para iniciar esta hermosa ruta por los Pirineos centrales, una buena opción es llegar al aparcamiento de Bhans de Tredós, no lejos de la coqueta localidad de Salardú y desde aquí, tomar un taxi que nos acerque a la zona de Montanheta.
Cuando el refugio queda atrás, comienza la aventura que supone descubrir lagos de aguas oscuras y gélidas entre soberbios picos montañosos. El estany Mort, el estany Llong o el bello lac des Cabidornats son solo algunas de las maravillas naturales que guarda esta ruta.
Ruta Cola de Caballo
La llamada Cola de Caballo es un pequeño tesoro en forma de preciosa cascada que se encuentra el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. A ella se puede llegar siguiendo el sendero que parte de la pradera de Ordesa (a unos 20 minutos en coche del pueblo de Torla) y que asciende mientras deja contemplar la belleza del valle de Ordesa, uno de los valles más bonitos del Pirineo aragonés.
Parte del recorrido, de algo más de 17 kilómetros, transcurre paralelo al río Arazas, que crea saltos caprichosos en su particular viaje hacia las gradas de Soaso, donde el agua cae formando una verdadera escalera natural y desde donde ya se ven algunos de los majestuosos picos pirenaicos del Monte Perdido.
El sendero, que trepa por el valle entre zonas de frondosos bosques, sigue la ruta GR 11 hasta que se vuelve, en su último tramo, más pedregoso hasta llegar el punto de origen de la bella cascada de la cola de caballo.
Ruta del cañón de Añisclo
Si buscas una ruta corta y sencilla que guarde parajes espectaculares por su riqueza en contrastes, el cañón del Añisclo, en el corazón del Pirineo oscense, es perfecta.
Teniendo como referencia la localidad de Escalona, la ruta es un camino de exuberante vegetación que inicia su recorrido sin excesiva pendiente entre frondosos bosques de hayas, frenos, pinos o acebos. La sorpresa llega cuando el sendero se adentra en el espectacular cañón fluvial, porque el paisaje cambia y las escarpadas paredes rocosas, que encajonan al río Bellós, cobran protagonismo.
La rica flora y fauna del entorno hace de este uno de los paseos más bonitos del Pirineo aragonés en el que destacan algunos puntos de especial belleza e interés como el santuario de San Úrbez, excavado en la roca, la cueva de los Moros y el molino del río Aso.
La senda de Camille
Esta espectacular travesía es una ruta circular que se centra en los valles más occidentales abarcando, también, parte de los Pirineos franceses (Parc National des Pyrénées). Hacer la senda de Camille, que lleva este nombre en honor a los últimos osos (u osa) pirenaicos autóctonos de esta zona, implica recorrer algo más de 120 kilómetros de dificultad variable y de paisajes simplemente extraordinarios.
La ruta se dividen en 7 etapas y cada una cuenta con un encantador refugio de montaña: Somport, Lizara, Gabardito, Selva de Oza, Linza, Lescun y Arlet. Por supuesto, se puede optar por hacer solo una parte de la senda o emprender la aventura de intentar completarla.
Bosques de hayas, emblemáticos picos como el de Bisaurín o el de Petrechema, hermosos y tranquilos valles, ibones como los de Estanés y Arlet… son solo algunas postales que descubrir siguiendo las huellas del oso.
Bosque encantado de Carlac
Del coqueto pueblo de Bausen, en el Pirineo catalán, parte una de las sendas más bonitas que puedas realizar, especialmente adecuada para disfrutarla con los más pequeños de la casa.
Se trata de una ruta circular de unos 7 kilómetros que encierra toda la magia del valle de Arán, casi en la frontera con Francia. Dejando atrás Bausen, no sin antes visitar la bonita iglesia de Sant Pere ad Vincula, comienza un sendero que lleva al bosque de Carlac, un extraordinario hayedo en el que los troncos de los árboles han adoptado formas caprichosas para adaptarse al terreno inclinado haciendo de este un bosque ‘de cuento’ en el que poder sumergirse en la magia de la propia naturaleza dejando volar la imaginación.
Ruta Faja de las Flores
La ruta de Faja de las Flores es una de las sendas más impresionantes que puedas recorrer y todo un clásico del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, pero ¡ojo! es un camino solo apto para senderistas experimentados, en buena forma física y libres de vértigo.
Se trata de un sendero estrecho que serpentea por las laderas rocosas que dan forma al espectacular valle de Ordesa a una altura que, en puntos determinados, alcanza los 2.000 metros.
Son 16 kilómetros de una ruta de alta montaña que permite disfrutar de la naturaleza pirenaica y de soberbios paisajes ‘a vista de pájaro’, sobre todo los que pueden contemplarse desde algunos de los miradores como el del circo de Carriata, donde es posible hacer una pausa. La ruta incluye, en los tramos más estrechos, clavijas metálicas (pitones y cadenas clavados en la propia roca) para mayor seguridad de los senderistas.
Ruta circular estany de Sant Maurici
Descubrir uno de los lagos más bellos de los Pirineos es sencillo siguiendo esta ruta circular inmersa en el parque nacional d’Aigüestortes i Estani de Sant Maurici.
Arranca del aparcamiento del Prat del Pierró en Espot (Lleida) y supone recorrer 14 kilómetros en un privilegiado entorno natural. Un pequeño sendero, que sigue el curso del río Escrita, atraviesa un maravilloso y denso bosque hasta llegar al espectacular lago de origen glaciar a casi 2.000 metros de altitud.
Desde aquí, solo hay que continuar caminando mientras se bordea el bello lago y se disfruta de maravillosas vistas, como las que ofrecen los cercanos picos Els Encantats, que parecen emerger de las aguas o las que regala la cercana cascada de la Ratera.
Subida al Pico Orhi
Se trata de una ruta clásica del Pirineo navarro que implica ascender hacia una de sus más elevadas cimas, pero ¡por suerte! siguiendo un camino apto para senderistas (no exclusivamente para escaladores). El pico Orhi es todo un ‘dos mil’ y se eleva en el valle de Salazar, siendo uno de los puntos fronterizos entre España y Francia.
El camino más sencillo que lleva hasta su cima parte del puerto de Larrau y asciende, suavemente, entre praderas en las que es fácil encontrar rebaños de oveja, siempre que la ruta se realice el primavera o verano. En invierno el ascenso es bastante más complicado.
A medida que la cumbre se acerca, el terreno se vuelve más rocoso y una vez alcanzada, la vista se pierde por el espléndido e inabarcable paisaje en una sucesión de valles pirenaicos. La llamativa masa forestal que destaca en uno de ellos no es otra que la hermosa selva de Irati que también ofrece un extraordinario recorrido.
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