Dicen que no hay mal que por bien no venga. Uno de los efectos colaterales de la pandemia de coronavirus ha sido el cambio en los planes de vacaciones de muchos madrileños que han vuelto a mirar hacia su interior… hacia el interior de la Comunidad de Madrid. Es así como hemos empezado a descubrir algunos atractivos, a menudo olvidados, de nuestro entorno. Como las piscinas naturales, que hay muchas y buenas, tanto en la propia Comunidad de Madrid como en algunas provincias limítrofes.
Las piscinas naturales y las playas de interior ofrecen un escenario ideal para descansar en entornos deliciosos con vistas espectaculares. La montaña, el valle, los árboles… Desde luego no es lo mismo que bañarse en la piscina de tu barrio o urbanización con vistas a vecinos y hormigón. Aquí os mostramos una selección de las mejores piscinas naturales de Madrid. Pero cuidado si queréis bañaros en ellas ya que la Comunidad de Madrid, al menos a día de hoy, todavía no ha levantado el veto al baño en estos entornos naturales. Confiamos en que en las próximas semanas esta situación cambie a medida que la pandemia sea controlada definitivamente.
Las Presillas (Rascafría)
Las piscinas naturales de Rascafría son unas de las más frecuentadas de Madrid ya que ofrecen un entorno privilegiado en uno de los enclaves más bonitos de la zona de norte de la Comunidad. Son un grupo de tres piscinas, una de las cuales cuenta con una isla en su centro, incluyendo pequeñas cascadas entre ellas que hacen las delicias de los bañistas.
Eso sí, el agua de las Presillas no es apta para frioleros. Por otro lado, además del baño, las Presillas cuenta con amplia zona de césped para descansar y tomar el sol. Y las vistas de la sierra, ¡qué os vamos a decir!
Las Berceas (Cercedilla)
A menos de una hora al norte de Madrid encontramos una de las mejores piscinas naturales de la Comunidad que combina lo mejor de las piscinas tradicionales con la naturaleza más refrescante. Se trata de las piscinas de Las Berceas ubicadas en el entorno del pinar de las Dehesas en la localidad de Cercedilla.
Estas piscinas naturales acondicionan las aguas del Arroyo de la Venta que transcurre por el Valle de Fuenfría. Y pese a que sus aguas están cloradas, al contrario que otras piscinas naturales de la Comunidad de Madrid, nuestras noticias son que el baño en Las Berceas aún no está permitido.
Riosequillo (Buitrago de Lozoya)
Son el no va más en piscinas naturales en Madrid con una superficie de 4.500 metros cuadrados. Su aspecto recuerda, como en el caso de Las Berceas, al de una piscina tradicional por el agua clorada y los vasos pintados de azul. Pero el agua procede del Embalse de Riosequillo que se nutre de las aguas del Lozoya.
Además de las propias piscinas, el visitante puede disfrutar de amplias praderas, área infantil y locales de restauración y merenderos. Y no nos olvidemos de dar un paseo por Buitrago de Lozoya, uno de los pueblos más cautivadores de la zona norte de Madrid gracias a su recinto amurallado, el mejor conservado de la región.
Embalse del Burguillo (Ávila)
Salimos de la Comunidad de Madrid para conocer uno de los embalses más bonitos de la vecina Ávila: el Burguillo. Habitual entre los amantes de los deportes acuáticos y de la navegación, esta zona también ofrece un entorno natural ideal para huir del mundanal ruido.
No obstante, se recomienda ir provisto de sombrilla y buena crema solar ya que no abundan las zonas de sombra. También puede ser una buena ocasión para conocer El Tiemblo o El Barraco, localidad esta última de la que han surgido grandes nombres del ciclismo español como Carlos Sastre o el ‘Chava’ Jiménez.
Pozas de Horcajo de la Sierra
De vuelta a Madrid, a unos kilómetros al norte de Buitrago del Lozoya, encontramos uno de esos pueblos que nos reconcilian con la naturaleza: Horcajo de la Sierra. Para los que prefieren algo un poco más salvaje que piscinas como las de Riosequillo o Las Berceas, las Pozas de Horcajo ofrecen un chapuzón de aroma nostálgico y sin clorar. Además, en el Área Recreativa de la Alberca y la Tejera encontraremos instalaciones para pasar una agradable jornada en familia con un merendero y juegos infantiles.
Pantano de San Juan
A unos 80 kilómetros al oeste de Madrid capital, se sitúa otro de los grandes centros de ocio acuático de la Comunidad. Se trata del único embalse de la región en el que está permitido el baño, aunque como hemos señalado, debido a la pandemia de coronavirus y a las medidas aplicadas para este momento de transición, todavía habrá que esperar un poco para bañarse aquí este verano.
Lo que sí están permitidos son los deportes acuáticos. Y el Pantano de San Juan es uno de los poquitos lugares de Madrid en los que podremos practicar con nuestra moto acuática o nuestra tabla de windsurf. Sus 14 kilómetros de arenal rodeados de arboleda ofrecen también un remanso de paz para relajarse y ponerse en modo off unas horas.
Charca la Nieta (Piedralaves, Ávila)
Volvemos a nuestra vecina Ávila para conocer una de las piscinas naturales cerca de Madrid que más entusiasma a los visitantes que llegan a ella por vez primera. Pasando la espectacular garganta de Nuño Cojo llegamos a la Charca la Nieta contenida por un muro que ofrece aguas tranquilas, pero de buena profundidad. Al lado, se sitúa la Charca de la Abuela, apta para los más pequeños. Y ya que estamos en la zona, tampoco podemos irnos sin conocer Piedralaves, uno de los pueblos más bonitos de la provincia.
Charca Verde (La Pedriza)
Uno de los secretos mejor guardados de Madrid y una de las piscinas naturales más bellas de la Comunidad. La Charca Verde debe su nombre al color de las rocas del fondo que, junto a los reflejos del agua, generan este tono esmeralda que nos evoca relatos de fantasía. Merece la pena hacer alguna de las diversas rutas de senderismo del entorno de la Pedriza conociendo el curso alto del Manzanares que incluye cascadas y pequeños saltos de agua además de la idílica Charca Verde.
La Pinara (La Adrada, Ávila)
Y terminamos de nuevo en Ávila, otra vez cerca de Piedralaves, donde también está la Charca de la Nieta. La Pinara es la piscina natural más grande del Valle del Tiétar de Ávila. Cuenta con una pequeña zona de playa y un entorno natural agradable con bastante zona de sombra. Uno de las zonas más celebradas por los visitantes es la presa, desde donde los nadadores más valientes se lanzan al agua. También cuenta con chiringuitos en las orillas de los Hornillos al más puro estilo playero.
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