Una de las maravillas de viajar es conocer otras culturas, otras costumbres, otras formas de vida. Pero eso no siempre eso tiene que gustarnos o ser comprensible. Hay ocasiones que viajar sirve para descubrir leyes verdaderamente absurdas. Tras las cuales puede haber razonamiento o no. Muchas veces son por convenciones culturales de un territorio, por caprichos del momento o por temas religiosos. De hecho estas normas que nos pueden parecer absurdas y descabelladas, incumplirlas puede ser un delito.
Para evitar sustos y complicaciones desagradables, aquí hemos preparado un listado con 10 normas absurdas que es mucho mejor conocer si se va a viajar a estos lugares.
Prohibido el camuflaje
Hay lugares bañados por el mar Caribe que son auténticos paraísos por la esplendorosa naturaleza que poseen. Pues bien, esas maravillosas playas, las palmeras o las zonas de vegetación tropical no son impedimento para que no hay algunas normas absurdas.
Y sin duda una de las más llamativas y difícilmente comprensibles es el hecho de que está prohibido y penado vestir de camuflaje en sitios como Santa Lucía, Barbados o Antigua y Barbuda. ¡Es como si fuera pecado quererse integrar en esos paraísos!
Seguir un código de vestimenta
Seguimos con normas absurdas vinculadas al vestuario. En realidad, hay muchos sitios donde hay normas de vestimenta. Desde los visitantes del Vaticano o en las mezquitas de Turquía hasta ciertos restaurantes de grandes capitales. Pues bien, hay veces que eso llama poderosamente la atención como en el mayor símbolo de modernidad de un país como Catar, donde su famosa compañía aérea impone un estricto código de vestir, donde no tiene cabida por ejemplo el chándal o las prendas ajustadas.
A los Emiratos sin besarse
Seguimos con otra de las normas absurdas relacionadas con países de esa zona del mundo. Ahora en Emiratos Árabes, donde podríamos hablar largo y tendido sobre vestimenta, sobre todo si eres mujer y tienes pensado viajar allí. No obstante, no es lo único que se debe saber. Si se piensa viajar a Dubái o Abu Dhabi en pareja, o se tiene allí un romance, habrá que reservarse las ganas de besarse para la intimidad. En sitios públicos está prohibido.
Atención con la homofobia
En realidad esta información sobre Irán no debemos considerarla una de las normas absurdas que articulan sus costumbres. Como por ejemplo lo relativo a los peinados, ya que allí se sanciona a quien lleve por ejemplo una cresta punk o tintes muy llamativos. Eso sí es absurdo, pero en cambio las penas que pueden sufrir las personas homosexuales, es más bien retrógrado y algo que no tiene explicación posible. Pero todas aquellas personas con esas opciones sexuales deben saber que este bello país no es el mejor destino para ell@s.
Si se te ocurra morirte en el Parlamento
No hay que pensar que las normas absurdas únicamente están en tierras lejanas y exóticas. No. Ni mucho menos. También en lugares muy próximos. Tanto como Londres. Allí entre los cientos de lugares a visitar hay uno con un reclamo especial. El Parlamento con el Big Ben a orillas del Támesis. Pues bien, está prohibido morirse allí dentro. La razón, tiene status de palacio real y si te mueres allí tendrán que oficiarse unos funerales de estado en tu honor.
Salpicar no es cívico
Lo que vamos a contar ahora puede considerar una norma absurda, aunque tiene un trasfondo de civismo y de respeto al prójimo, que también podría tomarse como un modelo a seguir. Es algo que solo puede ocurrir en un sitio como Japón, donde la exquisitez, la cortesía y la educación es ley. Allí a nadie se le ocurriría pisar un charco con el coche para salpicar a un peatón. Pero si se tiene el despiste o la mala suerte de cometer tal tropelía no se sale impune. Se paga una multa. ¿Es si que es meterse en un charco?
Guerra al chicle
No abandonamos Oriente, pero ahora nos vamos hasta la futurista ciudad de Singapur. Un lugar donde la estética urbana ha alcanzado cotas inimaginables. Allí todo tiene que estar perfecto. Nada puede afear la foto. Ni siquiera un chicle pegado en una acera. De manera que para evitar semejante agresión urbanística, hace años que se prohibió el consumo de goma de mascar en Singapur, y se persigue a quiénes la fabrican o la comercializan.
No puedes pisar al rey
En realidad, no se puede o no se debe pisar a nadie, pero en Tailandia todo lo relativo a su realeza lo lleva a extremos casi demenciales. Allí, como en tantos países, las monedas llevan la efigie de sus gobernantes. De manera que si se te cae una moneda y la pisas, se lo pueden tomar como que le has puesto el pie encima al monarca. Algo penable.
Y si te lamentas, insultándolo entonces el delito te puede suponer varios años de cárcel. O sea, esto es mucho más que una de esas normas absurdas.
Cuidado con las palomas de Venecia
Una de las pocas cosas baratas en Venecia es apoyarse en los bellos soportales de la plaza de San Marcos y contemplar el panorama. Hacer alguna que otra foto, descansar y comentar como puede haber tanta gente allí. Pues bien hasta ahí todo gratis, pero si se te ocurre echarle el pan sobrante del bocadillo a las palomas, entonces, además de sufrir un ataque similar al Los Pájaros de Hitchcock. Además de eso vendrá la policía y te impondrá una sanción. ¡Venecia es cara, la mires por donde la mires!
Los horarios en Suiza
En Suiza cada ciudad tiene un sinfín de leyes diferentes a su vecina. Entre otras cosas porque son los ciudadanos los que van haciendo propuestas y votándolas ellos mismos, adoptándolas a sus costumbres, caprichos o modas. Así para hacer ciertas cosas es bueno saber qué costumbres horarias rigen allí.
Por ejemplo, tal vez un domingo sea multable echar basura a un contenedor. O hay que enterarse si podrás tirar de la cadena del WC después de las 22 horas. Quizás molestes a un vecino y el muy acusica no tardará en denunciarte.
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