Suecia siempre sorprende con su diseño y su vanguardia artística, pero en este caso se trata de un arte callejero muy especial, tanto que está al nivel del suelo y atiende las “necesidades” de la población de roedores de varias ciudades suecas e internacionales.
Vamos a ser sinceros, para la mayoría de los seres humanos, encontrar un lugar agradable para salir por la noche es bastante fácil. Para los ratones puede ser un poco más complicado, a menos que vivan en Malmö, Suecia. En esta ciudad en concreto los ratones disponen de todos los servicios que necesitan, no tienen nada que envidiar a los seres humanos.
Hace años que un grupo de artistas suecos anónimos llamados Anonymouse MMX deleitan a los transeúntes por las calles de varias ciudades con unas cuidadas obras hechas a tamaño de ratón. Su cuenta de Instagram nos asombra con más de 140.000 seguidores. Y es que los ratoncitos tienen un encanto muy especial, ya lo verás.
¿Cómo son los escenarios para ratones?
Las escenas, con escaparates que miden aproximadamente 30 x 60 cm, están construidas en las paredes de varios edificios, por ejemplo, en las principales vías de Malmo, y han hecho sonreír cada día a los transeúntes que lo veían desde las alturas. Imaginad la pintoresca imagen, a un lado nos encontramos una pequeña tienda francesa llamada Noix de Vie (la nuez de la vida) decorada con gran lujo de detalles con un escaparate de pistachos, almendras y avellanas para tentar a los posibles pequeños clientes dentro. Los carteles en el exterior anuncian eventos locales relacionados con roedores, incluido el lanzamiento de una película de terror especialmente dirigida a este “pequeño” público.
Al lado, está el toldo de rayas rojas y blancas del igualmente reducido restaurante italiano Il Topolino, el nombre italiano de Mickey Mouse. Su decoración no podía ser más apropiada, además del clásico toldo rojo y blanco también muestra manteles a cuadros rojos y blancos para ponernos en situación. Otro punto importante es el pequeño menú en la pared junto a la puerta (junto a un poco de graffiti de ratón que parece una máscara de Guy Fawkes cruzada con Mickey Mouse), enumerando la oferta gastronómica que los ratones podrían comer en el restaurante. Cualquiera lo suficientemente pequeño para cenar allí podría ver pasar el mundo desde una mesa y sillas afuera. En el menú: queso y galletas saladas. ¿Qué más se puede pedir?
Pronto siguieron otras atracciones, incluida una pequeña feria de ocio (o un parque de atracciones) en Södra Förstadsgatan, llamada Tjoffsans Tivoli en honor a uno de los personajes más famosos de la escritora sueca de libros infantiles Astrid Lindgren. La feria ofrece un paseo en una taza de té, un par de juegos (incluido “Lucky Cheese”), una casa de los horrores a la que se entra por la boca de un gato, una noria y un médium que no solo mira una bola de cristal, sino que también lee las patas. Todo para hacer las delicias de sus visitantes.
El trabajo de Anonymouse
Anonymouse soñó y construyó los restaurantes en miniatura usando materiales como fósforos, botones, gorras, tapas y sellos, es decir, materiales que los ratones podrían recolectar y usar para construir sus propios establecimientos.
Todo empezó en Malmö, cuando este grupo de artistas suecos publicó una foto de su primera creación: un restaurante y una tienda de frutos secos. Escondido bajo el identificador de Instagram anonymouse_mmx, uno de los artistas explicaba: “Es tentador y encantador imaginar un mundo en el que los ratones vivan una vida paralela a la nuestra, ¿verdad?”
Con 10 centímetros de altura, casi se podía pasar por delante de estas fachadas sin verlas. Sin embargo, estas pequeñas casas deben observarse con cuidado ya que en sus detalles no se deja nada al azar. Si nos acercamos, descubrimos el uso de botones de camisa, cartón reutilizado o cerillas. Siempre poéticos y conmovedores, los artistas utilizan pequeños objetos cotidianos que los mismos ratones podrían recoger.
Este colectivo de artistas suecos anónimos y sus trabajos comenzaron exhibirse al público en las calles de Suecia. Su primer trabajo fue el restaurante Il Topolino en Bergsgatan, Malmö. Más tarde se creó el parque de atracciones en Södra Förstadsgatan. Unos meses más tarde dos tiendas y una gasolinera se mostraron al público en las calles de Borås.
El grupo no sólo se limitó a Suecia, sino que llevó su arte a Bayona y a la Isla de Man. En Malmö siguieron apareciendo sus obras: una peluquería en miniatura y un refugio para ratones o una agencia de detectives acompañada de una web donde se invitaba al público a resolver un caso criminal entre roedores.
Entre sus últimos trabajos está un extraordinario restaurante indio Paneer decorado con sublimes retales de telas de inspiración india y cajas de cerillas en las mesas. Todo muy colorido, como el país que lo ha inspirado.
Tras la pandemia estos artistas suecos hicieron un pequeño parón en su prolífica carrera para cubrir las necesidades de la población de pequeños roedores. Esto no los ha detenido, y hace un par de meses volvieron a ponerse manos a la obra para alegría de sus miles de fans.
Las últimos dos obras están en la ciudad de Lund, al norte de Malmö y en ellas se pueden ver la Farmacia Cicada con un asombroso trabajo de pequeños detalles en frascos y herramientas para la salud de todos los roedores del barrio y la tienda de vinilos Ricotta Records. En esta última el grupo ha realizado un concurso y ha pedido al público sugerencias sobre diferentes vinilos y pósters de Raton-Artistas de la talla de: Stilton John, Amy Winemouse, Tailor Swiss o Briehanna.
Al ganador le enviarán una copia del poster del artista enmarcado ¡a cualquier parte del mundo! Os invito a ver el Instagram de estos grandes artistas con calma y buen ojo, hay un mundo de detalles para no perderse. Y ¿por qué no? Participar en los concursos que realizan entre su público. Anímate a investigar la vida en miniatura.
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