A veces corremos el riesgo de olvidar que España es el tercer país del mundo con más ciudades y bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, tan solo por detrás de Italia y China. Y es que nuestro país acumula una lista interminable de ciudades, pueblos y monumentos que reflejan el paso de la historia y atraen a millones de turistas cada año. Acompáñanos en este viaje por toda la geografía española para conocer las diez ciudades y villas mejor conservadas de España.
Segovia
Famosa por su impresionante acueducto, sería un gran error pensar que Segovia se limita a ese monumento. Nos encontramos en una de las ciudades mejor conservadas de España que nos invita a pasear por su cuidado y bonito centro histórico y visitar lugares tan impresionantes como la Catedral o su Alcázar.
Su casco antiguo está plagado de interesantes sorpresas como las iglesias de San Martín, San Esteban o San Millán, el Palacio del Conde Alpuente, la Torre de Lozoya, la casa de los Picos o el cementerio judío, a los pies de su poco conocida pero interesante muralla.
Montblanc
En la provincia de Tarragona, encontramos la población de Montblanc, capital de la comarca de la Cuenca de Barberá. Pese a que en la actualidad es una pequeña localidad con unos 7.000 habitantes, ha sido un lugar muy relevante en diferentes momentos de la historia de Cataluña y eso se puede apreciar perfectamente si paseamos por sus calles.
Para empezar, podemos iniciar nuestra ruta por su interesante recinto amurallado, el más grande de Cataluña y uno de los mejor conservados de toda España. Una vez dentro nos encontraremos algunos atractivos como la iglesia de San Miguel o la imponente Iglesia de Santa María, que en proyecto iba a ser una gran catedral.
Toledo
Toledo es, posiblemente, la ciudad española con más historia de nuestro país. Las influencias romanas, visigodas, árabes, judías y cristianas se han fusionado en unos de los centros históricos más valiosos de todo el mundo.
Formado por un recinto amurallado, al que recomendamos acceder por la Puerta de Bisagra, su casco antiguo está perfectamente conservado y protege algunos monumentos de enorme valor como su Alcázar, la Catedral Primada, el Monasterio de San Juan de los Reyes o su Sinagoga de Santa María La Blanca.
Besalú
Viajar a Besalú es como viajar al pasado. Situada en plena Garrotxa gerundense, su origen fue una antigua fortaleza que servía de sede de un importante condado de la época medieval. Para nuestra suerte, ese conjunto histórico se ha conservado de manera excepcional y hoy nos permite visitar una de las villas medievales más bonitas de Europa.
Numerosos monumentos del Siglo XII se encuentran esparcidos por la ciudad como el Monasterio de Sant Pere, la iglesia de Sant Vicenc, la fachada de la antigua iglesia de Sant Julià o la casa de Cornellá. También destacan su Miqvé o casa de baños judía, así como su famoso puente románico, que nos invita a adentrarnos en una villa mágica.
Albarracín
La localidad de Albarracín observa desde las alturas el sur de la provincia de Teruel gracias a su privilegiada posición en los Montes Universales. Esta apartada localización ha contribuido seguramente a todo su centro histórico se haya conservado sin muchos cambios desde la época medieval.
Un paseo por esta localidad nos llevará desde sus orígenes como población musulmana hasta su posterior conversión al cristianismo. Podríamos destacar algunos monumentos como su Catedral o la iglesia de Santiago, pero lo mejor que puedes hacer en Albarracín es perderte por sus calles y pararte en alguno de sus miradores para disfrutar de sus bonitas panorámicas con las características casas de piedra y tejados rojos.
Cáceres
Declarada en 1968 como el tercer conjunto monumental más importante de Europa, solo por detrás de Praga y Tallin, Cáceres puede presumir del casco histórico mejor conservado de nuestro país y una lista interminable de monumentos.
Nuestro paseo por la ciudad suele comenzar por la playa Mayor y nos llevará en una sucesión de cuestas y puertas amuralladas por algunas visitas imprescindibles como su Concatedral, la iglesia de San Francisco, el Palacio de las Veletas, la torre del Palacio de las Cigüeñas o su Palacio Episcopal.
Pedraza
En la provincia de Segovia, descubrimos esta pequeña localidad que ha permanecido ajena mucho tiempo y ha conseguido conservar de forma casi inalterada su pasado histórico.
Bajo la sombra de su castillo del Siglo XIII, se suceden una serie de callejuelas empedradas que invitan a perderse y entre las cuales nos iremos encontrando con algunos interesantes atractivos como la Cárcel de la Villa, su Plaza Mayor, la iglesia de San Juan Bautista o la Ermita de San Pedro.
Ávila
Protegida por su famosa muralla, que la convierten en uno de los recintos amurallados mejor conservados del mundo, encontramos un valioso conjunto monumental donde destacan numerosas construcciones religiosas. La Catedral, la Basílica de San Vicente o la Iglesia de San Pedro son posiblemente los mejores ejemplos entre el interminable listado de iglesias, ermitas o conventos que encontrarás en la ciudad de Santa Teresa.
Pero la ciudad también está plagada de palacios, casonas y mansiones de la nobleza española, que datan en su mayoría de los siglos XV a XVIII y que se reparten por la zona alta del centro histórico. Destacan el Palacio Episcopal, el palacio de los Lesquinas, la Casa de los Guillamas o la Mansión de los Velada.
Sigüenza
Sigüenza es otro de esos pequeños pueblos de nuestro país que sorprenden al visitante con una impresionante acumulación de monumentos y un centro histórico muy bien conservado. Situada en la provincia de Guadalajara, a una hora de Madrid, es una escapada perfecta para un fin de semana o unos días.
Puedes comenzar tu paseo monumental por su magnífica Catedral de aspecto fortificado, cuya construcción se inició en el año 1.124, y que guarda en su interior el famoso sepulcro de alabastro del Doncel, que está considerado como uno de los mejores ejemplos de arte funerario. A partir de aquí podremos acercarnos a conocer su castillo, que hoy alberga un Parador de Turismo, la iglesia de Santiago, la iglesia de San Vicente o el Palacio Episcopal.
Trujillo
Esta localidad extremeña ha tenido una gran importancia en la historia de Extremadura y de nuestro país, lo que puedes comprobar fácilmente si te animas a visitarla. Ya en la época medieval fue un importante centro neurálgico y de esta era datan algunos importantes monumentos como su castillo o la iglesia de Santa María la Mayor.
Pero fue a partir del Siglo XV cuando Trujillo vivió una etapa muy próspera como consecuencia de la conquista de América. Localidad natal de Francisco Pizarro, conquistador de Perú, y Francisco de Orellana, considerado el descubridor del Amazonas, recibió muchas de las riquezas que venían del nuevo mundo y de esta época datan su bonita Plaza Mayor y numerosos palacios o casas nobles como el Palacio de los Marqueses de la Conquista o el Palacio de San Carlos.
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