Si hay un lugar emblemático en Galicia como destino termal, por los beneficios de sus aguas mineromedicinales y el turismo de bienestar, es Ourense. En la capital de esta provincia gallega se encuentran los vestigios de un pasado en el que la actividad termal ya era aprovechada por sus habitantes.
Así, hoy te proponemos conocer la tradición de las aguas termales de Ourense y acercarte a descubrirla de primera mano cuando tengas ocasión. Sin duda, este es uno de los mejores destinos gallegos para pasar un estupendo fin de semana en los meses menos cálidos o escaparse de vacaciones para regresar a la rutina como nuevo.
Orígenes de la tradición termal de Ourense
Ourense es una de las localidades con mayor actividad termal de toda Europa, además de albergar algunos de los manantiales con aguas más calientes. Desde los orígenes de la ciudad, estos formaron parte de ella. Y en la actualidad todavía se conservan las termas históricas.
Sin duda, el primer lugar en el que la tradición termal surge con toda su fuerza es As Burgas, con sus famosas fuentes. En el mismo sitio donde se encuentran, en pleno casco histórico de Ourense, los legionarios romanos establecieron un asentamiento denominado Aquis Aurienses, precisamente para aprovechar las propiedad de las aguas de los manantiales que manaban a más de 60º C y que todavía siguen fluyendo en la actualidad. Es precisamente por estas fuentes termales por lo que a Ourense se la conoce como la «ciudad de As Burgas».
No obstante, los romanos no fueron los primeros en venerar y aprovechar las propiedades de estas fuentes termales. Antes de que se establecieran en este territorio, ya disfrutaban de sus aguas los pobladores de los castros y, posteriormente, el lugar se transformó en todo un centro de peregrinación. Se construyeron así una casa de baños y un santuario romanos, cuyos restos han llegado hasta nosotros. De tal manera, se puede visitar la piscina santuario del siglo I a. C. que servía como espacio de culto.
Fuentes termales de As Burgas
El carácter sagrado que los romanos le habían otorgado a estas fuentes termales fue continuado por los cristianos. Durante la Edad Media, este lugar resultó parada obligada de los peregrinos que acudían por el Camino de Santiago de Compostela a venerar al Apóstol.
Con este pasado, son diversas las leyendas en torno As Burgas. Algunas cuentan que sus aguas surgían a tan alta temperatura porque procedían de un volcán dormido bajo la montaña de Montealegre y que cuando despertara arrasaría con la ciudad. Otras le añaden una vinculación religiosa, como la que cuenta que el agua caliente procede de los pies del Santo Cristo que se encuentra en la catedral y que por eso son medicinales y terapéuticas.
Las fuentes de As Burgas tal y como las conocemos fueron construidas entre los siglos XVII y XIX. Se distinguen en tres sectores: la decimonónica Burga do Medio; la Burga de Arriba, del siglo XVII; y la neoclásica Burga de Abaixo. Los manantiales fueron catalogados como Conjunto Histórico-Artístico en 1975.
Centro de Interpretación de As Burgas
Para conocer toda la historia de las fuentes termales de As Burgas, declaradas Sitio de Interés Cultural en el año 2007, no hay nada como acercarse hasta el Centro de Interpretación (Praza da Ferrería, 8, 32005 Ourense). Y si además quieres sentirte como los antiguos romanos, también es posible bañarse en la piscina termal junto a la Burga do Medio, tal y como hacían ellos. En ella, el agua se enfría en torno a los 38ºC para que el baño resulte perfecto en cualquier época del año. El acceso a la misma es gratuito y las instalaciones disponen de vestuarios y taquillas.
Junto al Centro de Interpretación de As Burgas se extiende un espacio perfecto para terminar la visita: el bulevar peatonal de As Burgas. Se trata de un gran espacio verde que, a causa de los tesoros arqueológicos que alberga, constituye todo un museo al aire libre. Aquí podrás ver la piscina santuario de Revve Anabaraego, del siglo I d. C., las estructuras romanas de la casa de baños de As Burgas, una tumba medieval y varios pozos contemporáneos.
Las otras termas de Ourense
Pero la tradición termal de Ourense se extiende más allá del centro de la ciudad. Próximas al Puente del Milenio se encuentran las termas de A Chavasqueira (Paseo do Tinteiro, 1, 32001 Ourense), con sus piscinas naturales con aguas a unos 40º C y que en el siglo XIX eran conocidas como las Caldas do Bispo. Esto fue así en relación al Cardenal Quevedo, quien ordenó acondicionarlas para que los enfermos pudieran aprovechar mejor sus beneficios.
El espacio termal de mayor tamaño en la ciudad es el de Outariz y Burga de Canedo (Outariz, s/n, 32001 Ourense), a orillas del río Miño. Está formado por varias piscinas termales al aire libre junto a una zona recrativa con jardines y columpios. En Outariz también se encuentra una estación termal que emula los balnearios japoneses, conocidas como Termas de Outariz (Rúa do Fondo do Lugar, s/n, 32001 Outariz, Ourense). Consta de 11 termas en el exterior y 3 en su interior y se organizan en un par de circuitos: el Circuito Zen y el Circuito Celta.
Ruta termal del Miño
Lo mejor para descubrir el mundo termal que forma parte inseparable de esta hermosa ciudad gallega, una vez hayas visitado su centro histórico, es seguir la Ruta termal del Miño. Se trata de una senda peatonal de 5 kilómetros de longitud que transcurre por la ribera del río y que puede recorrerse también en bicicleta.
Al dejar atrás el Puente del Milenio comienzan a sucederse los manantiales de agua termal, algunas piscinas acondicionadas para el baño y un total de 7 espacios termales para disfrutar en cualquier momento del año. Primero encontrarás las termas de A Chavasqueira, luego, la fuente mirador de O Tinteiro (Paseo do Tinteiro, s/n, 32001 Ourense) y el espacio termal del Muíño da Veiga (Camiño Pista da Vía Vella-Tar, 32001, Ourense). Las Termas de Outariz y las piscinas de Outariz y Burga do Canedo son las siguientes. La ruta se desvía después por el Paseo de las Ninfas para hallar las últimas de estas termas: la fuente de Reza (Paseo Ninfas, 32002 Ourense).
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