Como nuestro querido Camí de Cavalls de Menorca, la Ruta de los Faros aspira a convertirse en el sendero de los senderos para conocer Mallorca: nada menos que 285 kilómetros a pie por la costa sur mallorquina conectando las localidades de Capdepera, en el punto más oriental de la isla, con el Port d’Andratx, al oeste.
Son 12 etapas en las que, como su nombre indica, los faros se convierten en la luminaria que guía esta ruta conociendo algunos de los rincones más entrañables de Mallorca. ¿Nos acompañas?
De Cala Agulla a Colònia Sant Jordi
Nos embarcamos en el primer tramo de la ruta, un recorrido de 6 etapas por buena parte de la costa suroriental. Y el pistoletazo de salida se da, por supuesto, frente al mar, en Cala Agulla, una de las playas más emblemáticas del oriente mallorquín con sus más de 500 metros de longitud bañadas por las fotogénicas aguas cristalinas del Mediterráneo.
De Cala Agulla nos vamos a conocer el primero de los diez faros que refulgen a lo largo de esta ruta. A unos 3 kilómetros de la cala alcanzamos el faro de Capdepera que, junto al vecino faro de Artrutx, baliza el canal que separa Mallorca de Menorca. Esta primera etapa finaliza en Cala Bona donde visitamos su puerto deportivo.
La segunda etapa nos lleva a Porto Cristo, ubicado dentro del término municipal de Manacor, con esa famosa entrada de mar en forma de zeta flanqueada por las embarcaciones amarradas en el puerto.
Continuamos camino y nos acercamos a Portocolom donde arranca la tercera etapa admirando el puerto, uno de los más importantes y atractivos de la isla, incluyendo numerosos escars o rampas de varadero cubiertas por bóvedas que le otorgan ese aroma nostálgico que tanto nos gusta. Y en la Punta des Raconás, el faro de Portocolom con sus bandas oscuras características, el segundo faro de nuestra ruta.
En la cuarta etapa, recorremos el camino que lleva a Cala d’Or. Y un poco más adelante, ye en la quinta etapa nos encontramos con tesoros como la playa de S’Amarador y la cala Mondragó, una de las más famosas de todas las Baleares.
Ya cerca de Cala Figuera, visitamos el pequeño faro de la Torre d’en Beu, ubicada al lado de la histórica torre vigía homónima. Y al otro lado del fiordo, llegamos a Cala Figuera, una de las estampas más idílicas del sureste mallorquín.
La sexta etapa nos lleva a pasar por rincones bucólicos como la Cala S’Almunia para llegar después al punto más meridional de la isla de Mallorca, allí donde se ubica el Faro del Cap Salines inaugurado en 1863 y que se convirtió en 1982 en el primer faro español en funcionar con paneles solares.
Remontamos finalmente hacia el norte camino de Colònia Sant Jordi donde termina la sexta etapa de la Ruta de los Faros y este primer tramo de nuestro viaje. Toda esta zona es un verdadero paraíso para el amante de las playas ya que aquí se encuentran algunas de las mejores de la isla: Ses Roquetes, D’es Carbó y D’es Dolç.
De Colònia Sant Jordi a Port d’Andratx
La primera etapa de este segundo tramo (etapa 7) nos lleva a Cala Pi. Por el camino tendremos tiempo de disfrutar de playas como Es Trenc y localidades como Sa Ràpita, para después visitar el faro de s’Estalella que toma el nombre de la vecina torre de homónima.
Y atención al tesoro que nos espera al final de esta etapa, la venerada playa de Cala Pi, una de esas “calas perfectas” protegida por dos acantilados de paredes verticales de unos 30 metros, con arena dorada y aguas cristalinas. Aquí también podemos observar alguno de esos icónicos varaderos habituales en el litoral balear.
Seguimos camino hacia el norte, y ponemos rumbo ahora hacia s’Arenal encontrando a mitad de camino el quinto faro de esta ruta: el faro de Cap Blanc, inaugurado el mismo año que su vecino faro del Cap de Salines, y que marca el extremo oriental de la gran bahía de Palma. Dicen que aquí se contemplan las mejores puestas de sol de toda la isla.
Nos vamos acercando ya a la capital mallorquina haciendo parada en El Arenal, ubicada entre los municipios de Llucmajor y la propia Palma de Mallorca. La playa de s’Arenal no necesita presentación: es el último tramo de la kilométrica playa de Palma. Al estar protegida por el vecino puerto de s’Arenal y con poco desnivel en sus aguas, se trata de una playa muy apta para los más pequeños.
Es hora de recorrer la bahía de Palma acercándonos a la capital de la isla para después continuar hacia el norte en la etapa 10 que nos lleva a Son Caliu. Pero antes debemos hacer una doble parada para observar dos faros más: el del puerto de Palma, conocido primero como faro de Ribas y que fue destruido en 1821 por un temporal. El faro actual se apaga definitivamente en 1982, una vez que pierde su función al ser sustituido por balizas situadas en la prolongación del muelle.
En el extremo meridional del puerto de Palma se ubica el faro de Portopí, que es nada menos que el segundo faro más antiguo de España tras la Torre de Hércules y el tercero del mundo en funcionamiento tras el faro coruñés y la Linterna de Génova. En un edificio anexo se puede visitar una exposición sobre equipos de señales marítimas en desuso.
Tras visitar Son Caliu, nos damos un baño en la playa de Palmanova, otro clásico de la isla, para después pasar por la celebérrima Magaluf y finalizar la penúltima etapa de esta ruta en Santa Ponça, en el municipio de Calviá.
Y tras un nuevo baño en su playa enfilamos la última etapa de la Ruta de los Faros que nos lleva a conocer otros tres importantes monumentos litorales: el faro de Cala Figuera, inaugurado en 1860, y el faro de sa Mola, ya en el municipio de Andratx. En el puerto de la localidad de la Sierra de Tramontana, admirando el faro del Port d’Andratx, termina este itinerario de casi 300 kilómetros degustando buena parte del litoral mallorquín.
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