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Es posible que en los últimos meses hayas comenzado a oír hablar de la kombucha, una bebida fermentada que ha ido ganando presencia en nuestro país pese a sus particulares características y un sabor que oscila entre el dulce y el ácido.

Si te decimos que también es conocida como el hongo del té y que se fermenta por la acción de bacterias y levaduras, quizás se te quiten las ganas de probarla. Y, sin embargo, es precisamente la presencia de esa colonia de bacterias la que permite que esta bebida ofrezca una serie de beneficios terapéuticos que popularizaron su uso en Asia y otros países del norte de Europa. Te explicamos sus orígenes y te descubrimos cómo ha llegado a nuestro país de la mano de jóvenes emprendedoras.

Origen e historia de la kombucha

Kombucha

El origen de la kombucha es incierto, aunque existen tres teorías del mismo que podrían ser compatibles. La primera afirma que la bebida y el nombre tienen un origen japonés, ya que “kombu” significa alga y “cha” significa té. La explicación parece tener bastante sentido, aunque lo cierto es que en Japón la kombucha es en realidad una sopa de algas y a esta bebida la conocen como kocha-kinoko, que significa hongo de té rojo. Otro posible origen sería Rusia, en cuyo caso el nombre procedería de la palabra rusa “kombuja”, que es el nombre que dieron a un hongo originario de la región de Manchuria.

Sin embargo, la invención por parte de los chinos es la teoría más aceptada y la que más registros históricos acumula. Algunos expertos han encontrado menciones al hongo de té en documentos del año 206 a.C. en plena dinastía Han. Los médicos chinos apreciaban este hongo por sus propiedades y el conocimiento de la misma se fue extendiendo por las regiones cercanas gracias a los manchures, que la llevaron a Rusia, Japón, Corea o la India. En Europa y Estados Unidos se comenzó a popularizar ya bien entrado el siglo XX y llegó a los principales supermercados en la década de los 90.

Para el año 2014, las ventas de kombucha embotellada ya superaban los 400 millones de dólares y las principales distribuidoras de bebidas, como Pepsico, comenzaron a adquirir a productoras como Kevita para incluir esta bebida en sus catálogos. Fue el punto de inflexión para su boom comercial, que hace unos años ha llegado también a España.

Supuestos beneficios y propiedades terapéuticas de la kombucha

Kombucha

Pese a tratarse de una bebida milenaria que, como hemos visto, se ha ido expandiendo por el planeta a lo largo de la historia, los supuestos beneficios de la kombucha han generado mucha controversia en los últimos años.

Entre los principales beneficios que se asocian con el consumo de esta bebida se encuentra sus propiedades probióticas que pueden resultar muy positivas. Esto significa que contiene una serie de microorganismos con miles de bacterias buenas que ayudan a equilibrar la microbiota de nuestro intestino. De esta forma, beber kombucha puede ayudar a mejorar nuestra digestión y a repoblar la flora intestinal, además de reforzar el sistema inmunológico.

Gran parte de la controversia viene provocada porque la fabricación casera de kombucha puede conllevar ciertos peligros para la salud si la manipulación de la fermentación no cumple unas determinadas condiciones higiénico-sanitarias. No obstante, todas las marcas de kombucha que se comercializan en Europa han cumplido todos los requisitos de seguridad alimentaria e higiene, por lo que son perfectamente inofensivas para la salud.

Komvida, pioneras en la producción de Kombucha

Komvida

Como decíamos, la comercialización de kombucha ya se ha afianzado en nuestro país gracias a varias marcas jóvenes que han lanzado diferentes gamas de productos alrededor de la receta original cumpliendo siempre las garantías sanitarias europeas.

Una de las primeras marcas de kombucha que surgió en España nació en Frenegal de la Sierra, un pequeño pueblo de Extremadura, donde Nuria y Bea abrieron una pequeña fábrica para lanzar la marca Komvida. Allí elaboran de forma artesanal kombucha siguiendo la receta tradicional sin añadidos y con ingredientes ecológicos.

La bebida está elaborada por cuatro ingredientes principales: agua, té verde, azúcar de caña y scoby, como se conoce a la colonia de bacterias y levaduras que se consigue como resultado de la fermentación. Es precisamente en ese proceso cuando el scoby consigue reducir casi todo el azúcar de la bebida y produce unas burbujas que dan ese toque refrescante a la kombucha.

Las botellas de Komvida están presentes ya en más de 5.000 puntos de venta en nuestro país y las puedes encontrar sobre todo en bares, tiendas de alimentación ecológica y supermercados. Aunque la mejor forma de conocer la kombucha es acercarse al recién inaugurado espacio Komvida de Madrid en la calle Jorge Juan 64. Un establecimiento que la marca ha abierto para dar a conocer los beneficios de esta bebida y también para difundir los valores en torno a los que gira la marca como la sostenibilidad o el bienestar personal.