Desde su primera edición en 1979, la feria Africa’s Travel Indaba (ATI) se ha convertido en una plataforma indispensable para profesionales del turismo de todo el continente a la hora de crear lazos comerciales, presentar nuevos productos y servicios y mostrar al mundo los múltiples atractivos de África como destino sugerente y cautivador repleto de maravillas. Al igual que el año pasado, la feria –una iniciativa organizada por Turismo de Sudáfrica con colaboración de la provincia de KwaZulu Natal– se celebró en la ciudad costera de Durban, en esta ocasión durante los días 13 a 16 de mayo, y tuvo como escenario, una vez más, el International Convention Centre (ICC) Albert Luthuli, bautizado así en honor a uno de los padres de la democracia sudafricana.
La presente edición no solo ha sido un éxito de participación, con más de 1.245 expositores llegados de todo el continente, un total de 26 países –algunos de ellos participaban por primera vez, como Guinea, Eritrea o Burkina Faso– y más de un millar de clientes precedentes de 55 países de todo el mundo, sino que también ha estado marcada por la coincidencia de una señalada efeméride: la celebración de los 30 años de democracia y libertad en el país de Nelson Mandela.
Los organizadores de Indaba han estimado en unos 1.200 millones de rands (aproximadamente 60 millones de euros) el impacto económico de la feria en la economía sudafricana, a lo que hay que sumar la creación de unos 2.500 puestos de trabajo. Además de las habituales oportunidades de negocio entre los hoteles, turoperadores, receptivos, agencias de viajes y aerolíneas participantes, la feria acogió también interesantes charlas, conferencias y mesas redondas en torno a temas de actualidad dentro del sector turístico. En esta edición, se hizo especial hincapié en cuestiones de gran interés para el turismo internacional, pero que tienen una trascendencia aún mayor en los destinos del continente africano: el turismo sostenible, la accesibilidad y la inclusión, el empoderamiento de las comunidades locales y las estrategias para favorecer el turismo ético y la conservación de los entornos de vida salvaje.
Colaboración Panafricana
Durante la ceremonia de inauguración, la ministra de Turismo de Sudáfrica, Patricia de Lille, hizo hincapié en la importancia de la colaboración entre las naciones africanas, y en la necesidad de tender puentes sobre las fronteras como vía para convertir el turismo en una herramienta poderosa que permita avanzar a África en el desarrollo de su economía. Un mensaje cargado de significado pues, cada año, coincidiendo con el mes de mayo, una treintena de naciones africanas celebran el Día de la Liberación de África o Día de África, símbolo de la lucha contra el imperialismo colonial. Esta celebración, en palabras del viceministro de Turismo, Fish Mahlalela, supone un momento ideal, pues las distintas naciones africanas participantes en Indaba deben «servir de catalizadoras de cambio y ejercer como constructoras de un futuro definido por la colaboración y el éxito colectivo».
No fue la única efeméride que se recordó en la edición de este año, pues en 2024 se cumplen justo tres décadas desde que Sudáfrica alcanzara su libertad y se estableciera la democracia. «Es importante reflexionar sobre ello y recordar a las muchas personas que jugaron un papel destacado en nuestra historia», recordó Patricia de Lille. «Por ello, el tema de este año es ‘África sin límites’, un lema perfecto, pues habla de nuestro potencial ilimitado, porque nuestro continente ofrece diversidad, paisajes, culturas y experiencias de posibilidades infinitas para la exploración y el crecimiento, ofreciendo oportunidades interminables para el desarrollo y la innovación en el sector turístico», añadió la ministra.
En este sentido, la ministra avanzó la existencia de negociaciones entre varios países para favorecer el tránsito de turistas africanos por vía aérea, un medio que hasta ahora resulta minoritario en el continente en lo que respecta al turismo interno, ya que la mayor parte de los visitantes procedentes de África se desplazan por carretera.
La celebración de la feria sirvió también como marco para destacar las cifras –muy positivas– de visitantes internacionales llegados a Sudáfrica en las últimas fechas. El año pasado, llegaron hasta el país zulú más de 8,5 millones de turistas procedentes de todo el mundo (6,4 llegaron desde el propio continente). En el primer trimestre de este año, fueron 2,1 millones de visitantes los que viajaron hasta el país (un incremento del 15,4% respecto al año anterior). En ese mismo periodo, los turistas españoles que viajaron para descubrir el fascinante país africano suman un total de 2.816 (un aumento del 32,5% respecto a 2023 en esos tres meses), una tendencia de crecimiento que ya se vislumbró el año pasado, cuando 30.000 turistas procedentes de España visitaron el país, lo que supuso un incremento de más del 37% respecto a 2022.
El desarrollo del turismo como motor económico de crecimiento para todo el continente no está exento de desafíos, pero, como destacó la ministra De Lille, «este es un sector mágico, porque el turismo alimenta sueños, conecta a personas de diferentes entornos e inspira un sentido de maravilla y exploración». Hay, por tanto, motivos de sobra para el optimismo, pues, sin duda alguna, si algo posee el continente africano en abundancia, es un buen número de rincones mágicos y repletos de maravillas.
Únete a la conversación