Los molinos de viento están muy ligados a la historia de Mallorca. Estas estructuras para moler grano y bombear agua, originarias de Persia, se reparten por toda la isla balear y nos conectan con su pasado más ancestral. No es casualidad que éste sea el elemento principal de la Posada d’es Molí, un hotel rural rodeado de jardines y estatuas románticas que nos invita a descansar en pleno campo mallorquín.
Esta antigua finca familiar construida en 1897 cuenta con tres edificios centrales rodeados de la tradicional pared seca. Dentro, una veintena de habitaciones comparten techos altos, vigas de madera, suelos de cerámica y mucha luz natural. Los muebles rústicos, todos ellos locales, dan un toque de autenticidad a cada una de las habitaciones, que han sido diseñadas teniendo en cuenta los pequeños detalles.
No es de extrañar que en este entorno de calma y paz, donde el sonido más habitual es el canto de los pájaros, se organicen encuentros para meditar de manera regular. Y es que profesionales de todo el mundo, como la reconocida maestra de yoga Gurmukh o la fundadora de Sadhana Works, Mariana Salinas, encuentran en este hotel el lugar perfecto para cerrar los ojos y concentrarse en el momento presente.
El romanticismo y el amor también tienen un papel importante en Posada d’Es Molí. Por un lado, porque aquí se rodó la última temporada del programa First Dates, en su versión alemana, y, por otro, porque el brunch familiar de los domingos se ha convertido en el gran lugar de encuentro de las familias mallorquinas. Y no es para menos: aquí se pueden disfrutar de buena gastronomía alrededor de la piscina mientras los pequeños juegan y se divierten.
Restauración campestre
El restaurante Lassala, inaugurado en mayo, se une perfectamente al espíritu campestre del hotel con una propuesta desenfadada a cargo del chef Andrés Benítez. El carbón y el humo modulan una carta en la que también hay muchas especias y sabores del mundo, y que cuenta con un largo listado de ensaladas viajeras que pasan por Turquía, Grecia, Líbano o Tailandia.
Y es que Benítez es uno de los máximos defensores de la filosofía plant-forward en Mallorca, es decir, de la defensa de los vegetales, las legumbres y las frutas como centro de las minutas, que solo incluyen una pequeña presencia de proteína animal que debe ser de alta calidad. Como dato interesante, en el futuro prevén plantar diversos alimentos en los campos colindantes, en un paso más hacia un mundo sostenible.
En este mismo espacio, el desayuno apuesta por productos locales con mermeladas caseras, butifarras con orejones y pasas, sobrasada, quesos de autor ecológicos de Son Jover y de la Finca Sa Teulera y zumos naturales que conectan mente y estómago. Y, si queréis volver al mundo urbanita, en la ciudad de Palma hay otro fantástico restaurante de Benítez, Botànic, que se ubica a tan solo 15 minutos d’Es Molí.
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