Lugo está de moda. La puesta en valor de su centro histórico, la muralla romana mejor conservada del mundo, el auge de un arte urbano que gana premios internacionales … Los motivos son muy diversos pero la realidad es que cada vez más turistas se acercan a esta capital provincial, que había vivido hasta ahora a la sombra de las otras grandes ciudades gallegas.
Y en medio del florecimiento de ese nuevo turismo, están surgiendo interesantes propuestas hoteleras como esta nueva apertura de la cadena Mercure que ha conseguido combinar a la perfección las señas de identidad de la enseña con los elementos más tradicionales de la cultura lucense. El equipo de Descubrir.com ha estado visitándolo y conociendo su propuesta, os contamos nuestras primeras impresiones.
Una antigua residencia convertida en hotel
Muy cerca del centro de Lugo se encontraba esta antigua residencia de estudiantes que ha sido renovada totalmente para ubicar este nuevo hotel. El Hotel Mercure Lugo debería haberse inaugurado hace ya un tiempo pero, por culpa de la pandemia y algunos retrasos con la gestión de las licencias, abrió finalmente sus puertas a principios de año. Al frente del proyecto se encuentra el empresario local Dámaso Expósito, gerente de la empresa Óktonal, quien se asoció con la cadena internacional Accor para poder llevar a cabo este desarrollo que ha tenido un presupuesto cercano a los 10 millones de euros.
Nos encontramos ante un hotel de 4 estrellas con 89 habitaciones que se distribuyen en cinco categorías diferentes. Desde las sencillas y elegantes habitaciones dobles, hasta algunas suites con terraza que alcanzan los 45 metros cuadrados. El diseño de las mismas es realmente elegante, con un interiorismo inspirado en elementos muy propios de la cultura gallega y en algunos objetos de decoración diseñados por artistas locales. El resultado son habitaciones que dan una gran sensación de amplitud que se consigue gracias a pocos elementos de diseño, muy cuidados y a la integración de una parte del baño con el espacio de dormitorio.
Uno de los elementos que se han conservado de la antigua residencia es el espectacular jardín que se sitúa en su gran patio exterior y que incluye hasta un pequeño bosque ideal para sentarnos y evadirnos por un momento del mundo. Junto a esta plaza se ubica la zona de juegos infantil que cuenta con diferentes elementos para hacer más entretenida la estancia de los más pequeños.
Mercure Lugo: La gastronomía gallega en su mejor representación
Hace ya un tiempo que Mercure ha dado a la gastronomía de sus hoteles la importancia que se merece. Y en esta nueva apertura se ha cuidado al máximo detalle el concepto que se quería transmitir, que en este caso girará en torno a una gran parrilla de carbón. El restaurante, que recibe el nombre de Brasas Brancas busca convertirse en un establecimiento de referencia para la gente local y no solo para sus clientes.
Un concepto que busca emular a las antiguas tabernas, bistros o braserías donde la parrilla es el centro. Estas premisas dan como resultado un menú muy anclado a los productos de la tierra. La fabulosa ternera gallega es la protagonista con diferentes cortes que nos prepararán en su parrilla de carbón: solomillo, T-bone, Tomahawk, chuletón de vaca vieja, presa ibérica, etc. Todos ellos perfectamente visibles en una cámara transparente situada junto al salón.
Estando en tierras gallegas tampoco puede faltar una gran selección de mariscos y pescados. El pulpo, presentado en forma de asado al espeto con los tradicionales grelos y queso tetilla, acompaña en la carta a otros mariscos y moluscos como bogavante, mejillones, navajas o zamburiñas.
El hotel dispone además de un gran salón para eventos y celebraciones como bodas, que puede albergar a un gran número de invitados. Este espacio se puede dividir en dos mediante una pared plegable, lo que le dota de una gran flexibilidad. El Hotel Mercure Lugo llega, en definitiva, para convertirse en uno de los hoteles de referencia en la ciudad con una apuesta ganadora.
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