La isla del viento es también el paraíso del surf en Canarias y uno de los destinos vacacionales más famosos entre quienes buscan playas de arena blanca y aguas cristalinas con el sol garantizado prácticamente durante todo el año. Fuerteventura (llamada así por los vientos alisios que no dan tregua a sus costas) se está convirtiendo también en la isla más sostenible de Canarias.
La IELTS y sus esfuerzos por convertir a Fuerteventura en el laboratorio sostenible de Europa
Primero fue la International Entrepreneurial Lab For Touristic Sustainability, que proponía a Fuerteventura como la isla en la que se probarían nuevas tecnologías y experimentaciones dirigidas a que el sector turístico ganara en calidad y valor ecológico. Luego les llegaría el turno a los primeros hoteles ecológicos, algunos de ellos reconocidos con el sello DGNB de calidad (a nivel de construcción sostenible). Esta valora la calidad ecológica, en los procesos, a nivel económico, la calidad técnica, sociocultural y de ubicación.
La isla también ha obtenido el preciado galardón de la medalla de oro del Quality Coast Gold Award 2012.
Acercarse a Fuerteventura para enamorarse de un presente sostenible
Isla de Lobos: O el islote de Lobos. En la ventosa Fuerteventura el islote es accesible mediante las numerosas agencias que se agolpan en el puerto de Corralejo (compra directamente allí, te saldrá más barato). Fui a celebrar la Nochevieja hace un par de años a la isla y me encontré con un fuerte oleaje para llegar a la isla y, posteriormente, el regreso mucho antes ya que había aviso de temporal (y tanto, fue toda una experiencia).
En días sin complicaciones meteorológicas (sin demasiado mar de fondo, sobre todo), llegarás a la isla y podrás recorrerla en unas pocas horas. Es Reserva de la Biosfera y una verdadera belleza. Eso sí, mi recomendación personal es que vayas entre la primavera y el otoño ya que los días cortos en invierno así como los fuertes vientos pueden impedir que disfrutes al máximo de tu visita.
El Saladar de Jandía: En pleno espacio protegido se encuentra el Saladar de Jandía. Este curioso humedal está situado en la Playa del Matorral de Morro Jable y es de los pocos humedales que existen en territorio español. Por ello se trata de un espacio muy protegido por la Unión Europea ya que constituye, además, una de las poquísimas representaciones de ecosistema matorral halófilo.
Las Dunas de Corralejo: Dentro del Parque Natural de Corralejo se encuentra uno de los lugares de interés más fotografiados. Y es que, de repente, te encuentras en mitad de un desierto de dunas más similar al Sahara que a un paraíso isleño. La contraposición entre las playas azuladas y las dunas es espectacular.
Montaña Sagrada de Tindaya: La montaña de Tindaya se encuentra ubicada en La Oliva y es una espectacular edificación natural de apenas 150 metros de altura pero que, desde luego, no deja indiferente a nadie. Puede que sea por su veteado extravagante o por los grabados rupestres que se han encontrado en ella y que son un vestigio de lo importante que era esta montaña para los majos, los habitantes primigenios de la isla.
Miradores de las Peñitas y Morro Velosa: Aunque las elevaciones no son de las más espectaculares de las Canarias debido a que es la isla veterana y la erosión ha dejado mella, lo cierto es que cuenta con miradores que no tienen nada que desmerecer. Los paisaje áridos conforman un impresionante paisaje, casi marciano. Te reto a que avistes a las esquivas abutardas, una de las aves que encontrarás en Fuerteventura pero que se camuflan tan bien en el entorno que casi es imposible distinguirlas.
Una isla sostenible, una ciudadanía comprometida
Detrás de los esfuerzos por hacer de esta y otras isla un entorno cada vez más sostenible, se encuentra una ciudadanía muy comprometida con el medio. Si en Lanzarote se están haciendo esfuerzos por promocionar los viñedos de la isla, en Fuerteventura es el establecimiento de una sociedad que se centre en la agroecología, la sostenibilidad en los espacios, la economía circular y las energías renovables. De hecho, la isla se presta estupendamente a la labor de añadir energías diferentes a las fósiles ya que los fuertes vientos y el sol son los tesoros necesarios para el establecimiento de centrales eólicas y solares.
En FITUR 2020, el Patronato de Turismo demostró que su apuesta está vinculada principalmente a la sostenibilidad y al medio ambiente. Actualmente se pueden encontrar, incluso, visitas guiadas a todos estos puntos por parte de agencias de viajes que tienen una interesante percepción ecológica y estoy convencida de que esta modalidad de turismo va a dar mucho de qué hablar.
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