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Los animales de nuestro planeta son tan bellos como, en ocasiones, asombrosos, y da igual que hablemos de especies marítimas o terrestres. Entre ellos encontramos aquellos que resultan letales, puesto que se caracterizan por el veneno que segregan para defenderse de ataques y de otros depredadores o bien para cazar a las presas que les sirven de alimento.

Si quieres saber cuáles son algunos de los animales más venenosos del mundo, cuya picadura resulta letal siempre o, cuando menos, en la mayoría de las ocasiones, sigue leyendo. Ten cuidado si te tropiezas con alguno de ellos mientras estás disfrutando de alguno de tus viajes para no llevarte una desagradable sorpresa.

Araña bananera

araña bananera
Fuente: Wikimedia/Gionorossi CC BY-SA 4.0

La gran araña bananera o errante del banano (Phoneutria nigriventer) habita en las plantas de plátanos que se encuentran en países como Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil, de ahí su nombre.

Sus hábitos son nocturnos y puede alcanzar hasta 5 centímetros de tamaño. Si se siente en peligro, adopta una posición vertical para exagerarlo todavía más. Y además de ello es especialmente rápida, pues se desplaza a velocidades de 40 kilómetros por hora.

Se trata de una de las arañas más tóxicas del mundo. Entre sus efectos secundarios si te pica, provoca priapismo, de manera que se produce una erección involuntaria durante horas. Si tras la picadura no eres tratado de la forma adecuada a tiempo, la muerte por asfixia sobreviene entre 2 y 12 horas después.

Medusa avispa de mar

animales letales
Fuente: Wikimedia/Guido Gautsch, CC BY-SA 2.0

Entre los animales venenosos que habitan en los mares, uno de los más peligrosos es la medusa conocida como avispa de mar (Chironex fleckeri). Vive en las costas de Australia y resulta muy difícil de ver, al ser transparente.

Solo con el roce de los filamentos de la avispa de mar se produce una infección que provoca la muerte por parada respiratoria y fallo cardíaco. En el año 2019, investigadores australianos dieron con un antídoto para la picadura de la avispa de mar.

Serpiente taipán

Oxyuranus scutellatus
Fuente: Wikimedia/Bernard DUPONT CC BY-SA 2.0

Seguramente cuando hablamos de los animales más venenosos de nuestro planeta, en los primeros que pensamos es en las serpientes. Y es que, efectivamente, son varias con las que hay que tener mucho cuidado si nos tropezamos con ellas.

Podríamos decir que la más letal de todas es la serpiente taipán (Oxyuranus scutellatus), habida cuenta de que el veneno de una sola mordedura puede matar a más de un centenar de personas. Esa toxicidad la convierte en la más letal de las serpientes terrestres. Su hábitat natural está en Australia.

Escorpión dorado

escorpión
Fuente: Wikimedia/מינוזיג CC BY-SA 4.0

Junto a las serpientes, los escorpiones suelen estar presentes en el imaginario popular como los animales más venenosos. Y no falta razón a aquellos que los tienen en cuenta. Ejemplo de ello es el escorpión dorado o escorpión palestino amarillo (Leiurus quinquestriatus), que habita en los desiertos del norte de África, donde sale a cazar por la noche.

Su veneno es especialmente letal para aquellas personas adultas con algún tipo de dolencia cardíaca y para todos los niños, a quienes provoca edema pulmonar. Las toxinas de este escorpión afectan más a las personas con menor peso, de ahí que los niños resistan mucho menos su picadura.

Pez piedra

pez piedra
Fuente: Wikimedia/SEJanssen CC BY-SA 4.0

Entre los peces venenosos más peligrosos se encuentra el pez piedra (Synanceia horrida), llamado así por la forma con que se mimetiza con las rocas. Su veneno mortal se localiza en las espinas de las aletas y una especie de cuchillas bajo los ojos, que se conocen popularmente como «sable lagrimal».

El hábitat natural del pez piedra se encuentra en los océanos Pacífico e Índico, y se camufla sobre las piedras y la arenas, así que ten cuidado si te mueves por aquellas aguas.

Rana punta de flecha

rana punta de flecha
Fuente: Piqsels

Se cuenta que la rana punta de flecha debe su nombre a que los indígenas del Amazonas usaban su veneno para untar sus dardos y flechas y convertirlos en letales. Es una especie de rana carnívora muy pequeña, endémica de las selvas tropicales, pero extremadamente peligrosa, ya que es uno de los anfibios más venenosos del mundo.

Caracol cono geógrafo

cono geógrafo
Fuente: Flickr/ Patrick Randall CC BY-NC-SA 2.0

Otro animal para cuyo veneno no hay antídoto y que es uno de los mas peligrosos del mundo es el caracol cono geógrafo (Conus Geographus). Esta especie es endémica de los arrecifes del océano Pacífico y del océano Índico. Mide unos 16 centímetros y medio.

Este depredador marino cuenta con un arpón con el que inyecta el veneno a sus presas, en cuya composición destaca una insulina particular, de acción extremadamente rápida, muy potente que, en un primer momento, seda a sus víctimas. El cono geógrafo utiliza este sistema para atrapar a sus presas, pues se alimenta de peces más pequeños que él. Su veneno provoca problemas de visión, parálisis, dolor y la muerte por asfixia.

Serpiente mamba negra

serpiente mamba negra
Fuente: Wikimedia/Tad Arensmeier CC BY-SA 3.0

La serpiente más venenosa del continente africano, y también la más larga, constituye asimismo una de las más letales del mundo. Nos referimos a la serpiente mamba negra (Dendroaspis polylepis), que cuenta con un veneno que concentra 8 veces más de la cantidad necesaria para matar a un adulto.

Con una longitud que puede llegar a los 4 metros y medio, la mamba negra ataca tan pronto como se siente amenazada y la velocidad a la que se desliza, a unos 20 kilómetros/hora, provocan que sea muy difícil escapar de su picadura mortal.

Pulpo de anillos azules

pulpo
Fuente: Wikimedia/Rickard Zerpe CC BY-SA 2.0

El curioso pulpo de anillos azules (Hapalochlaena lunulata) es otro de los animales más venenosos de los mares. Vive en las aguas del Indo-Pacífico occidental, sobre todo en las costas de Australia, Filipinas, Sri Lanka y Japón.

El veneno del pulpo de anillos azules, que también provoca que no sea comestible, se encuentra en la saliva que provoca náuseas, coloración azul de las extremidades y hemorragias internas. No hay antídoto para su toxina, así que la picadura es mortal.