La Vall d’Uixó es una localidad que sorprende a todo el que se acerca a descubrirla por su rico entorno natural, por los importantes vestigios de épocas pasadas que conserva y también por lo que esconde en su subsuelo. Se trata de un pequeño municipio enclavado en la comarca de la Plana Baja, al sur de la provincia de Castellón, en el que destaca un apacible núcleo urbano que surge entre cerros y colinas alejándose unos 8 kilómetros de la costa.
Visitarlo supone conocer los edificios singulares y monumentos que aquí se conservan y, por supuesto, hacer un particular viaje al centro de la tierra para navegar en el río subterráneo más largo de Europa ¿te apuntas?
Un primer paseo por la Vall d’Uixó
En esta zona de la Plana Baixa, habitada desde la prehistoria, la ciudad de la Vall d’Uixó guarda un magnífico patrimonio geológico oculto en la espectacular Cueva de San José (Coves de Sant Josep) y también un importante patrimonio cultural, histórico y arquitectónico que merece ser descubierto en un agradable paseo por sus calles principales.
Recorriéndolas es sencillo retroceder en el tiempo reconociendo los vestigios de los primeros habitantes del valle y de sus distintas culturas, desde íberos y romanos, hasta musulmanes.
El coqueto edificio de estilo neogótico del ayuntamiento es un buen punto de partida para descubrir la riqueza patrimonial de la Vall d’Uixó. Se encuentra prácticamente en el centro de la localidad, uniendo lo que, en la época andalusí, fueron las dos alquerías (comunidades) árabes, germen del trazado urbano actual: el LLoc de Dalt y el Lloc de Baix.
Próximas al ayuntamiento se encuentran dos de las iglesias más interesantes de la ciudad: la iglesia del Santo Ángel Custodio, la más antigua con, su cúpula de tejas azules y un bello interior barroco y la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, inconfundible con su esbelta y armoniosa torre – campanario.
Vestigios de culturas pasadas, fácilmente reconocibles en el recorrido, son la torre de Benizahat, del siglo XI y también los restos arqueológicos de la torre Benigafull del siglo XIV. Visitar el Museo Arqueológico Municipal es una excelente idea para conocer algo más de la historia de la ciudad.
Dejando atrás el centro histórico y cerca de la coqueta ermita de Nuestra Señora del Roser, no puedes dejar de ver el conjunto de acueductos de San José y la Alcudia, de origen romano, aunque en ellos se aprecian las modificaciones propias del Medievo. Gracias a ellos, el agua de las fuentes de San José llegó, durante siglos, a La Vall d’Uixó.
Por último, el primer paseo guarda otra agradable sorpresa que hace referencia al patrimonio industrial de la ciudad. Se trata de la colonia Segarra, un barrio con identidad propia que surgió en la primera mitad de siglo XX alrededor de la fábrica de calzado Segarra. Hoy, el Museo de Calzados Segarra es otra posible e interesante visita en la Vall.
Poblado Íbero y Coves de Sant Josep
El conocido como poblado Sant Josep es un importantísimo yacimiento arqueológico que se encuentra a las afueras de la Vall d’Uixó, próximo al cauce del pequeño río Belcaire, sobre un cerro bajo el que están las famosas cuevas de Sant Josep.
Tras las excavaciones realizadas en este lugar, el yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural, ofrece valiosa información sobre los primeros habitantes de la comarca, en concreto sobre los íberos, ocupantes del poblado entre los siglos VI y II a C y, también, sobre sus posteriores moradores, los romanos ya en los siglos IV y V d C.
El recorrido por el yacimiento (bien señalizado y con puntos de información) permite apreciar vestigios de la muralla que protegía el poblado, así como de las distintas edificaciones que formaban parte de él. Muchos de los objetos encontrados gracias a las excavaciones, están en el Museo Arqueológico Municipal.
Antes de continuar la visita descubriendo las cuevas y ese río subterráneo tan bello como misterioso, merece la pena realizar una parada en la ermita de la Sagrada Familia, a escasa distancia del poblado.
La visita a las covas de Sant Josep no deja indiferente a nadie porque se trata de un extraordinario paisaje del interior de la Tierra forjado a base de miles de años. Este regalo de la naturaleza está formado por una sucesión de grutas en las que reina una temperatura constante, todo el año, entorno a los 20º.
Entre ellas fluye plácidamente un río subterráneo navegable cuya longitud se estima alrededor de los tres kilómetros, siendo navegable un importante tramo cercano al kilómetro. Se considera que las aguas de este río proceden de la sierra de Espadán a cuyas puertas se ubica la Vall d’Uixó y todavía hoy se desconoce dónde finaliza su recorrido.
A la entrada de la cueva se encuentra el embarcadero, donde las pequeñas barcas que navegan por el río permiten al visitante adentrarse en este paisaje fascinante de formaciones rocosas caprichosas, estalactitas y estalagmitas.
La magnífica iluminación y el murmullo del agua, cristalina o en mil tonalidades azules y turquesas, hacen del recorrido una experiencia única. La sala de los Murciélagos, el lago Diana o el lago Azul son puntos clave en este singular paseo que surca el río subterráneo navegable más largo de Europa.
Tras navegar aproximadamente 45 minutos, la visita a las cuevas continúa con un tramo a pie en una ruta circular que lleva al mismo embarcadero del inicio, donde es importante fijarse en las pinturas rupestres que demuestran que las cuevas estuvieron habitadas más de 17.000 años atrás.
Los mejores planes en la Vall d’Uixó
Son muchas las actividades posibles para sacar máximo partido a la visita a la Vall d’Uixó. Recorrer, en barca, las cuevas de Sant Josep es algo ‘imprescindible’, pero si lo prefieres, también puedes descubrir esta maravilla geológica navegando en Kayak, sin duda, una experiencia que no olvidarás.
Además, en determinadas fechas, las cuevas se convierten en el auditorio excepcional donde tienen lugar conciertos de música de estilos diversos. Consultar el calendario y acudir a uno de ellos es también un plan más que apetecible.
Especialmente si viajas en familia, una excelente idea es disfrutar al aire libre del paraje de Sant Josep, puerta de entrada a la sierra de Espadán. Se trata de una zona próxima al poblado y cueva de San José que cuenta con área de merenderos, parque infantil, cafeterías, arboleda... un entorno ideal para disfrutar con los más pequeños. Aquí tienes, también un aparcamiento para caravanas y autocaravanas, así como el punto de información turística de la localidad.
El paraje es también un privilegiado enclave para el avistamiento de aves y, además, de él parten algunas de las rutas de senderismo que puedes hacer si pasas unos días en la Vall d’Uixó. Entre las más recomendables destacan la ruta XYZ, senda sencilla que recorre la antigua línea de fortificaciones de la Guerra Civil y, para los amantes de la escalada, la vía ferrata Els Sant de la Pedra.
Por último, entre los mejores planes en la Vall d’Uixó no puede faltar visitar el mercado municipal para descubrir algunos de los alimentos y productos propios de la zona y luego probar la rica gastronomía local saboreando, por ejemplo, un arroz empedrat o los típicos dulces de origen musulmán como las manjòvenas.
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