Cuentan que la receta de la croqueta nació en la corte real francesa, cuando el célebre chef Antoine Carême decidió sorprender a los invitados de una cena de gala con un plato de bechamel recubierto de una fina pero crujiente capa. Cuesta creer que aquellas ‘protocroquetas’ denominadas croquettes à la royale fueran el plato estrella de una gala real.
Actualmente, la croqueta se ha democratizado hasta el punto de que es una de las tapas más habituales en los bares españoles. Y pese a su apariencia tosca y su nombre poco glamuroso, sigue siendo la compañera ideal de una buena caña. Recorremos la capital buscando dónde comer las mejores croquetas de Madrid.
Miga Cana
Arrancamos nuestra ruta en Chamberí, epicentro croquetero capitalino para visitar el mercado de Vallehermoso donde se ubica Miga Cana, uno de esos puestos de comida que pintan de colores cualquier día nuboso. Bajo la dirección culinaria del chef ejecutivo de Mahou-San Miguel Fran Vicente podemos tomar desde unes fabes asturianas con pichón hasta un lomo de vaca vieja madurado 40 días.
Pero nosotros hemos venido a lo nuestro, a por las croquetas que en Miga Cana saben preparar con precisión milimétrica. Porque a pesar de su aparente sencillez, la croqueta sigue siendo una de las recetas más difíciles de completar… con éxito. Con las croquetas de Miga Cana nunca sabes lo que te vas a encontrar porque su relleno cambia según la temporada. Lo que no cambia es la textura, siempre perfecta.
Vallehermoso, 36. Metro Quevedo
Restaurante Membibre
A cinco minutos de Miga Cana seguimos nuestro itinerario croquetero en el restaurante Membibre. Ya hace más de medio siglo que la familia Membibre abrió esta casa de comidas en Guzmán el Bueno. Dos generaciones después, Víctor Membibre se pone al frente del negocio apostando por una cocina tradicional y de calidad adaptándose a los productos de temporada y trabajando con mimo la materia primera.
Y entre sus grandes joyas culinarias se encuentra su croqueta, una de las mejores de España según los gastrónomos. Su cremosidad es legendaria, de esas croquetas que se quedan macerando en la boca esperando que el trago de cerveza culmine un culinario momento de gloria.
Guzmán el Bueno, 40. Metro Moncloa / Islas Filipinas
Melo’s
Nos bajamos a Lavapiés para hacer una pasada por una de las leyendas gastronómicas del barrio, desde febrero pasado con nuevos dueños pero mismo espíritu. A buen seguro que el archiduque de Rusia o el príncipe regente de Inglaterra que enfervorizaron con aquellas croquettes à la royale del ínclito Antoine Carême fruncirían el ceño en este local minúsculo y siempre abarrotado. Pero después de probar sus croquetas seguro que irían a por más y se ‘pondrían’ las zapatillas, ese sándwich gigantesco que apacigua cualquier estómago debilitado.
Ave María, 44. Metro Lavapiés
Bodega de la Ardosa
De Lavapiés a Malasaña donde se encuentra uno de los bares más míticos del barrio, especialmente por sus pinchos de tortilla de patata que para muchos son los mejores de España, que es como decir que son los mejores del mundo mundial. Pero en La Ardosa también destacan por sus tapas de croquetas, desde las clásicas de jamón a las de rabo de toro. Y para acompañar, un vermú de grifo, otro de los clásicos de La Ardosa.
Colón, 13. Metro Tribunal
Neotaberna Santerra
Nos dicen en Neotaberna Santerra que la taberna madrileña ha evolucionado y ahora es así… Y tendremos que creerles. Tapas tradicionales con ingredientes y técnicas internacionales combinado con coctelería y música en directo. Una propuesta arriesgada de fusión detrás de la que está Miguel Carretero, chef con varios previo en su haber.
Entre platos más sonoros como la lubina de estero frita entera con mojo verde canario o las carrilleras estofadas al curry rojo tailandés, se cuelan una de las mejores croquetas de Madrid —Carretero se llevó el premio a la mejor croqueta en Madrid Fusión 2018— además de nuestro querido Rejos Chilli Peppers… el bocata de calamares de toda la vida.
Ponzano 62, Metro Ríos Rosas
Café Comercial
Bajamos de nuevo en dirección Malasaña para hacer parada y fonda en un clásico reconvertido desde hace unos años tras un cierre que estuvo cerca de condenar al olvido uno de los cafés más entrañables de Madrid. El Café Comercial sigue luciendo espléndido gracias también a una variadísima carta que se adapta a cada fase del día, desde sus desayunos hasta los brunch pasando por las mejores tapas para al afterwork. Entre ellas, claro, las croquetas de jamón ibérico de bellota, una delicatesen para cualquier paladar.
Glorieta de Bilbao, 7. Metro Bilbao
Restaurante Abascal
En el restaurante Abascal se han trabajado al máximo sus diferentes ambientes porque, aunque también nos gusta comer de pie pringándonos las manos con un buen bocata, de vez en cuando hay que saber sentarse y degustar con calma un plato.
Y en Abascal encontraremos todo lo necesario para pasar una velada larga y provechosa, desde su market place con productos de la tierra y de la huerta hasta su terraza vegetal. Pero nosotros quedamos hoy en su invernadero, dando buena cuenta de unas croquetas cremosas de jamón que hacen honor a su apellido.
Fernández de la Hoz, 66. Metro Gregorio Marañón / Alonso Cano
Pez Tortilla
Nos vamos ahora a la calle del Pez para hacernos sitio en uno de los tres locales que los chicos del Pez Tortilla tienen repartidos por Madrid. Su laboratorio gastronómico trabaja con denuedo para mimar esas recetas tradicionales que tanto nos gustan, buscando deliciosas variaciones para las tapas de toda la vida entre las que destacan su legendaria tortilla de patata y sus formidables croquetas gourmet.
Calle del Pez, 36. Metro Noviciado
Cafetería Rocablanca
Y terminamos nuestra ruta por las mejores croquetas de Madrid en Fuencarral para visitar uno de esos locales que son pura resistencia. Entre exquisitas tiendas de moda y sucursales de grandes multinacionales, el Rocablanca sigue a lo suyo.
Que sí, que ha cambiado aquel mítico cartel de castizas letras amarillas, pero dentro todo permanece igual, incluyendo su plancha que ha fabricado algunos de los bocadillos más embriagadores de la noche malasañera. Y qué decir de sus tapas de croquetas. Estas no llevan apellidos ni zarandajas: croquetas, si quieres las comes, y si no… tranquilo que se las come tu colega.
Fuencarral, 71. Metro Tribunal
Únete a la conversación