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Guatemala  es uno de los destinos estrella de Centroamérica. La riqueza natural, cultural y la buena vibración que rodea a este pequeño país atraen a gente muy diversa a sus tierras. Mochileros en busca de aventura o yoguis en busca de conexión. Guatemala ofrece un mundo de posibilidades, tantas como personas la visitan. Guatemala respira al son de la herencia del mundo Maya, del que es una de las mayores representantes. Algo habrá dejado allí ese antiguo y sabio pueblo para que tantas personas se sientan irremediablemente atraídas por su legado.

Y hablando de riquezas naturales, se podría considerar al lago de Atitlán como el máximo exponente de la belleza natural de Guatemala. Algunos dicen incluso que es su espejo y lo describen como el lago más bonito del mundo. No sé si el más bonito pero está definitivamente  en el Top del ranking. Por ello en 2008 fue nominado a ser una de las 7 maravillas del mundo.

Lago de Atitlán – Foto de John Cameron 

El impresionante Lago de Atitlán es, por supuesto, uno de los principales puntos turísticos en Guatemala por su singularidad. Con una extensión de 130 Km2 esta maravilla natural desprende destellos de muchos colores que van del azul más intenso al verde esmeralda. La formación del lago es un tema discutido. La teoría más extendida dice que el lago es el cráter de un antiguo volcán que se formó 84.000 años atrás.

Su emplazamiento se encuentra a 1500 msnm (metros sobre el nivel del mar) y su profundidad es también una incógnita. Las inmersiones realizadas llegaron hasta los 350 metros pero el lago tiene diferentes profundidades. En la antigüedad había una isla en el medio del lago que conformaba el centro de la actividad maya en la época que abarca  600 a.c. – 250 a.c.

Rodeando el lago se observan enormes volcanes y montañas con magníficos bosques donde perderse y caminar. La flora y la fauna del lugar son incomparables. Los tres volcanes que se observan a orillas del lago son Atitlán, Tolimán y San Pedro La Laguna dejando al visitante con la boca completamente abierta.

Llegar al lago Atitlán y cómo moverse

Foto de Roberto Nickson

El pueblo de Panajachel sería la mejor opción a donde llegar cuando visitas la zona del lago por su facilidad de transporte y de alojamiento. Desde allí se comunican todos los entrañables pueblos del lago con el resto del país. Para llegar a Panajachel se suele tomar un autobús desde Sololá, que vendría a ser como la red neuronal de transportes a la que puedes llegar desde cualquier ciudad de Guatemala.

La mejor manera de moverte por los encantadores pueblecitos del lago lo mejor es usar las lanchas. Lo tienen todo: económicas, locales, baratas y con unas vistas de escándalo. También puedes utilizar furgonetas tipo pick-up que conectan los pueblos accesibles por carretera con un precio igual de barato. Las vistas desde ellas también es increíble pero la comodidad puede verse comprometida.

Los pueblos del lago Atitlán, ¿cómo es cada uno? ¿Cuál elegir para montar base?

El lago de Atitlán, esa maravilla de la naturaleza está rodeado por otras maravillas de igual atractivos. Los pueblos que lo salpican harán de tu visita una experiencia completa. Sea cual sea la naturaleza de tu viaje, tanto si buscas ritmo festivo como si prefieres la tranquilidad, el misticismo o las tradiciones locales hay un lugar donde lo tendrás.

Cada uno de los pueblos tiene su propio carácter y cada uno es distinto del vecino. Mi recomendación es visitarlos todos y quedarte en el que más se identifique con tu momento y tu viaje. Te cuento cuales son los principales pueblitos que harán que te enamores de esta zona de Guatemala:

Panajachel

Panajachel

Con toda seguridad es a donde llegarás al comienzo de tu visita. Es el pueblo más grande y lleno de oferta de alojamientos. También en el que más turismo encontrarás y por lo tanto más “comodidades”. Panajachel es ideal para quienes se quieren mantener en su zona de confort y además tienen pocos días para explorar.

Te recomiendo comprar en Oxlajuj B’atz’, una fundación que ofrece el trabajo artesanal de mujeres guatemaltecas. Artesanías reales y de primera mano con las que puedes ayudar a las comunidades indígenas.

San Pedro la Laguna

Por antonomasia el pueblo donde todos los mochileros que llegan a la zona se reúnen. La fiesta es continua y quizás la actividad estrella del pueblo. Como siempre, los mochileros no son sólo de un rango de edad. A San Pedro llega gente de toda condición y diferentes momentos vitales. Una opción interesante para conocer gente de todo el mundo.

San Pedro es, además, el único pueblo del lago además de Panajachel con acceso por carretera además de por barca.

San Marcos La Laguna

Entramos aquí en el mundo de la relajación, la tranquilidad y el misticismo. La espiritualidad es la reina de este pueblo por lo que en él se congregan amantes del yoga, curanderos, meditadores asiduos y viajeros con ganas de estar tranquilos y en paz. Las vistas al lago son de las mejores, por lo que te recomiendo visitarlo aunque permanezcas en otro pueblo.

Jaibalito

Foto de Arturo Rivera

Dicen los que conocen bien la zona que Jaibalito es el secreto mejor escondido del lago de Atitlán.  Sin acceso por carretera ni wifi, Jaibalito es perfecto para aquellos que necesitan desconectar del mundo y volver al silencio y a la paz. Las vistas del lago son quizás las mejores de todos los pueblos que lo rodean.

Santa Cruz La Laguna

No es un lugar de fácil acceso pero tras las cuestas y dificultades el universo Maya que vive en el lago se mostrará a ti de par en par. Santa Cruz es de los pocos pueblos con facilidades turísticas que sigue sin acceso por carretera, necesitarás llegar en bote. Es el lugar recomendado para quien busca bucear o salirse de la masa de gente y estar tranquilo.

Santa Catarina de Palopó y San Antonio de Palopó

San Antonio
San Antonio

Se trata de dos pequeños pueblos cerca de Panajachel donde el universo maya y su cultura se desvelan de la manera más local. Una experiencia esencial y auténtica para los que buscan mezclarse con los autóctonos.