Existen sitios que directamente nos transportan a otras épocas, a otros mundos incluso. Uno de ellos es Zumaia, un pueblo en la costa vasca que cuenta con un magnífico Geoparque de la red de UNESCO. Hoy viajamos a un sitio que os va a encantar. No solo porque se grabaron allí algunas escenas de Juego de Tronos, sino sobre todo porque nos habla de la historia de nuestro planeta.
El Geoparque UNESCO de la Costa Vasca es un pequeño territorio encajado entre el mar Cantábrico y las montañas, conformado por los municipios de Zumaia, Deba y Mutriku. A primera vista, el Geoparque destaca por la armonía de las diferentes tonalidades de verde de los pastos y bosques que se suceden desde la línea de costa hasta tierra adentro. Pero el verdadero interés de este lugar se encuentra en sus entrañas.
Las huellas de la historia de nuestro planeta
La geología es la verdadera protagonista de un paisaje que guarda la historia de algunos de los episodios más impresionantes de la historia reciente de la Tierra. Los 13 kilómetros de acantilados del Geoparque conservan una espectacular formación de capas de roca llamadas flysch que, a modo de una gran enciclopedia, nos muestran más de 60 millones de años de la historia de la Tierra. De esta manera podemos viajar en el tiempo para descubrir, por ejemplo, la fina capa de color negro que evidencia el impacto de un gran asteroide y la extinción de los dinosaurios hace aproximadamente 65 millones de años.
Lo intentaré explicar de la forma más fácil posible. Hace 100 millones de años, Iberia empezó a alejarse de Europa y comenzó a abrirse el Golfo de Bizkaia. En sus fondos marinos se formó el flysch negro que hoy podemos ver en Deba y Mutriku. Más tarde, hace 60 millones de años, se levantaron los primeros relieves al este y el mar se transformó en un golfo marino. En su fondo se formó el flysch calcáreo y arenoso que hoy podemos ver en Zumaia. Y, finalmente, hace 30 millones de años Iberia chocó con Europa dando lugar a los Pirineos.
Los fondos marinos que forman las capas de flysch se verticalizaron y emergieron hasta la posición actual. Durante los últimos miles de años el mar y los agentes atmosféricos han erosionado el territorio, dando lugar al paisaje y los acantilados actuales.
Itzurun, una playa única
Las consecuencias de estos fenómenos las podemos ver en la playa Itzurun, encajonada entre imponentes acantilados verticales de piedra caliza, que alcanzan más de 100 metros de altura. Es una playa de arena fina y dorada de casi 300 metros de longitud. Y sinceramente, no importa si te toca un día soleado o un día nubloso, porque Itzurun nunca pierde su encanto y presume de ser una de las playas más bonitas del País Vasco. Esta playa se hizo mundialmente famosa al rodarse la escena del desembarco de Jon Nieve, en su visita a Daenerys Targaryenen en la fortaleza de Rocadragón, que sale en séptima temporada de Juego de Tronos.
Si ya estáis en playa Itzurun os recomiendo ver la Ermita de San Telmo, patrón de los marineros. Está situada justo sobre acantilado formado por el flysch y en su interior destaca el retablo rococó del siglo XVIII realizado en madera sin policromar ni dorar. A su lado hay sentadas imágenes de Santiago y Santa Clara. Esta ermita también inspiró a los cineastas y allí se grabaron algunas escenas de la película Ocho Apellidos Vascos.
Centro histórico de Zumaia
No os podéis ir de Zumaia sin ver su casco antiguo. Después de un paseo por la playa, nada mejor que perderse por las estrechas callejuelas de un pueblo de origen medieval y descubrir otros bonitos rincones que esconde Zumaia. La gran protagonista aquí es la iglesia gótica del siglo XIII de San Pedro Apóstol, aunque más que una iglesia parezca una fortaleza.
En el centro de casco antiguo se encuentra una plaza con la Fuente de San Juan, alrededor de la cual las familias poderosas construyeron sus enormes casonas, como el Palacio Zumaya o el Palacio Olazábal. Otros edificios interesantes son el Convento de San José, el Palacio de Ubillos (actual Escuela de Música) o el curioso Palacio de Foronda, construido a principios del siglo XX como residencia veraniega del Marques de Foronda. Su estilo recuerda en las formas a la arquitectura de los castillos medievales.
Los últimos recuerdos de una villa marinera
Zumaia está situada a orillas del mar y de la bahía donde confluyen los ríos Urola y Narrondo. Una de las mejores ideas para disfrutarla es dejar el coche en el parking gratuito del puerto, que actualmente tiene muy poca actividad pesquera ya que actualmente se usa principalmente para embarcaciones recreativas. Después de ver el puerto, paseando por la orilla del rio Urola y Narrondo en el que puedes ver pequeñas barcas de pescadores, un puente de hierro y bonitas casas, llegas a la zona del faro y la Playa de Santiago.
Como dicen los que viven aquí, Zumaia no es un pueblo ni muy grande ni muy pequeño. Pero lo tienen claro, es un lugar agradable y a la vez tranquilo donde poder vivir lejos del estrés y del ruido de las ciudades. Siempre con una copita de Txakoli en la mano.
Únete a la conversación