Hay personas que son capaces de avanzar en la vida mientras caminan sobre un fino alambre. Manteniendo siempre el equilibrio, esquivando los problemas y mirando al futuro desde las alturas. Algunas cuentan con red de seguridad y otras no, pero cuando estás arriba el vértigo suele ser parecido. Lo mismo podríamos decir de algunas ciudades y Lublin es el mejor ejemplo.
Porque esta ciudad, situada al este de Polonia, ha sabido mantener el equilibrio y avanzar en medio de la convulsa historia que le ha tocado vivir. Entre luchas de imperios medievales, un trágico siglo XX o incluso la cercana guerra de Ucrania y la llegada de miles de refugiados en el último año. El resultado es una ciudad que puede presumir de una animada vida universitaria, una acogedora población y un precioso casco histórico donde la magia parece esconderse en cada rincón. Acompáñanos en este paseo sobre el alambre para descubrir la ciudad funambulista.
Introducción a Lublin
A pesar de no ser muy conocida en España, Lublin es la novena ciudad más grande del país y un importante centro educativo gracias a sus nueve universidades. Una oferta formativa que atrae a estudiantes de todo el mundo y dan a la ciudad un aire muy joven y cosmopolita. Su ubicación estratégica en la ruta entre Vilna y Cracovia la convirtió durante la Edad Media en un relevante centro comercial y sede de algunos momentos históricos muy importantes en la historia de Polonia.
Tras la creación de la Mancomunidad Polaco-Lituana, Lublin fue elegida sede del Tribunal de la Corona en 1578 y la ciudad floreció en los siglos siguientes mientras sufría los vaivenes políticos y territoriales de esta zona de Europa. Así, después de la tercera partición de Polonia en 1795, formó parte del Imperio Austriaco y luego del Gran Ducado de Varsovia y el Zarato de Polonia bajo dominio ruso.
En la primera mitad del siglo XIX, la ciudad experimentó una expansión urbana y un gran crecimiento demográfico, que vino en gran parte motivado por el aumento de la población judía. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad estuvo bajo el control nazi y esta comunidad fue perseguida y encerrada en un gueto para terminar, en su gran mayoría, recluidos y asesinados en campos de concentración como el de Majdanek, a las afueras de la ciudad.
Un duro siglo XX que continúo con la invasión de la Unión Soviética, que convirtió a la ciudad en un importante núcleo industrial. Tras su caída, la ciudad ha experimentado un importante crecimiento económico y cultural, convirtiéndose en una de las ciudades más modernas y cosmopolitas de Polonia.
Top 10 de visitas en Lublin
- Castillo de Lublin
- Campo de concentración de Majdanek
- Museo del Pueblo al Aire Libre
- Monasterio de los Dominicos
- Calle Grodzka
- Archicatedral de Lublin
- Plaza de Lituania
- Centro de Encuentro de las Culturas
- Plaza del Mercado
- Lago de Zemborzyce
Qué ver en Lublin
Casco Antiguo
Castillo de Lublin
Empezamos nuestro paseo por el casco histórico de Lublin en su peculiar castillo que mezcla diferentes estilos arquitectónicos y alberga varias sorpresas en su interior. Su fachada principal, en lo alto de una pequeña colina, llama la atención por el estilo neogótico que adoptó tras la reforma realizada a principios del siglo XIX tras varios siglos de abandono.
De la etapa medieval solo sobreviven la torre que se erige en el patio central y la sorprendente Capilla de la Santísima Trinidad, que ahora está integrada dentro del Museo Nacional. Sus muros, cubiertos en su totalidad por pinturas al más puro estilo bizantino, resultan sorprendentes dentro de un templo católico. La torre, por su parte, es un sobrio elemento defensivo que formaba parte del castillo original y ofrece en su parte superior un mirador con, posiblemente, las mejores vistas de la ciudad.
El castillo alberga en estos momentos el Museo Nacional de Lublin. Además de la mencionada capilla, contiene una infinita sucesión de salas dedicadas a la historia de la región, el arte, artefactos históricos, así como algunas obras de arte y exposiciones temporales que suelen reconocer a artistas polacos.
Puerta y Calle de Grodzka
Saliendo del castillo, nos dirigimos por el puente hasta la Puerta de Grodzka, que es uno de los pocos elementos que nos recuerdan que la ciudad estuvo amurallada durante la Edad Media. En su interior se encuentra una exposición que revive los recuerdos del barrio judío de Lublin, completamente arrasado en el Holocausto. La parte más importante es una colección de más de 2.700 fotografías a color, que fueron descubiertas en una casa en 2012, y que hoy suponen un testimonio único de esta oscura etapa de la historia.
Atravesándola, daremos un salto en el tiempo y nos encontraremos paseando por estrechas y empedradas calles medievales con bonitas casas a ambos lados. Avanzamos un poco y llegamos hasta la Plaza Po Farce, que nos invita a asomarnos por un bonito mirador hacia el castillo y descubrir los cimientos de la antigua Iglesia de San Miguel del siglo XIII. Hoy, gracias a la realidad aumentada podremos visualizar cómo era este importante templo en su época. Muy cerca, la pequeña calle Ku Farze es una de las más bonitas y fotogénicas de Lublin, habiendo sido escenario de muchas películas basadas en el Holocausto.
Plaza del Mercado
Un poco más adelante, la Plaza del Casco Antiguo o Plaza del Mercado es el centro neurálgico de Lublin. Su característica forma trapezoidal irregular es debida a las curvas de las antiguas murallas. En la fachada occidental de la plaza se encuentran varias casas adosadas, incluyendo la de la familia Klonowic y la Puerta de Rybna. En la fachada oriental, se sitúan otras casas históricas de la antigua nobleza de Lublin o de asociaciones como la Casa de Vecindad de los Músicos, la Casa de Vecindad de Wieniawski, o la Casa de Vecindad de los Confiteros, que actualmente es un restaurante.
También podemos visitar aquí el edificio del Tribunal de la Corona, que funcionó desde 1578 hasta 1794. Durante mucho tiempo fue el tribunal de apelaciones más importante del Reino de Polonia. El edificio se rediseñó en torno a 1780 con el estilo neoclásico que vemos hoy y, poco después, perdió su función tras la partición de Polonia en 1794. En sus mazmorras se inicia una curiosa ruta subterránea que recibe el nombre de Lublin Underground Trail, aunque cuando estuvimos la guía era solo en polaco con algunos carteles explicativos en inglés.
Al otro lado de las antiguas murallas todavía podemos poder disfrutar de la Puerta Krakowska. Fue construida en 1341 pero, durante el siglo XV, su aspecto se alteró. Se aumentó su altura y los muros de la parte frontal fueron reemplazados por tiras diagonales de ladrillos Zendrowka. A finales del siglo XVI, se añadió la cúpula de cobre de su parte superior, que hoy la hace tan peculiar.
Archicatedral y Monasterio de los Dominicos
Si salimos por ella y nos dirigimos hacia nuestra izquierda, siguiendo la calle, llegaremos hasta bonita y sencilla Archicatedral de Lublin. Fue edificada por los jesuitas en los inicios del siglo XVII y es considerado como uno de los primeros edificios barrocos de Polonia con un diseño que imita a la Iglesia del Gesú en Roma. La cripta está abierta al público y cuenta con las tumbas de los obispos de Lublin, exhibiendo vestimentas y diversos objetos funerarios.
Volvemos a entrar al casco histórico y giraremos en esta ocasión hacia la derecha tras detenernos unos instantes para conocer la curiosa leyenda de la Piedra de la Desgracia. Prefiero que la descubras allí, pero ¡Cuidado con tocarla! En la calle Dominikanska se encuentra el Monasterio de los Dominicos, un edificio levantado en 1342 y reconstruido en el siglo XVI con el estilo renacentista de Lublin, que tuvo cierta fama en la época. Albergaba unas importantes reliquias, que fueron robadas, y que estaban relacionadas con la cruz donde fue crucificado Jesucristo, atrayendo muchas donaciones que explican su rica decoración interior.
Si salimos de la iglesia, giramos a la izquierda y vamos hasta el final de la calle podremos acceder a través de una puerta, un poco escondida, al bonito claustro del monasterio que conserva algunas maquetas de la ciudad y otros elementos históricos del monasterio.
Fuera del centro histórico
Haríamos mal en visitar Lublin y quedarnos solo en su casco histórico porque fuera se encuentran algunos lugares y monumentos muy interesantes. La actividad de la ciudad gira, por ejemplo, en torno a la Plaza de Lituania, el lugar de reunión por excelencia de la gente local de Lublin con una moderna fuente multimedia es protagonista de diferentes espectáculos visuales. En la plaza encontraremos un obelisco conmemorativo de la firma de la Unión de Lublin y algunos bonitos palacios como el de Czartoryski o el de Lubomirski, que albergará un museo este año.
Muy cerca, en una bonita y tranquila plaza, se encuentra el Centro de Cultura que alberga varias exposiciones, una biblioteca, galerías de arte y un agradable café en su patio interior. Alejándonos un poco más del centro llegamos a la Plaza del Teatro y el nuevo Centro de Encuentro de las Culturas, que se ha convertido en el símbolo de la modernidad en Lublin. Dentro de su exterior futurista se encuentran también algunas galerías de arte, un gran teatro y diferentes salas para toda clase de eventos. Conviene subir hasta su terraza para disfrutar del bonito jardín con plantas autóctonas de la región y bonitas vistas de los alrededores.
Campo de concentración de Majdanek
A lo largo de Lublin ya habremos podido ver algunos elementos que nos recuerdan la dura etapa del Holocausto en la ciudad, pero ninguna tan cruda y emotiva como la visita a Majdanek. Este campo de concentración alemán fue establecido en octubre de 1941 a las afueras de Lublin bajo la dirección de Heinrich Himmler. Inicialmente se destinó para trabajos forzados, pero posteriormente, durante la Operación Reinhard, se convirtió en un centro de exterminio en masa. Se estima que aproximadamente 78.000 personas murieron en el campo, siendo uno de los más letales de todos los que levantaron los nazis en Polonia.
Tras el rápido avance de las tropas soviéticas en julio de 1944, los alemanes tuvieron que evacuar el campo y sus infraestructuras sobrevivieron casi intactas. Eso nos permite visitar hoy algunas salas tan conmovedoras como las temibles cámaras de gas, el edificio del crematorio o las zanjas de ejecución. Al final del campo se levantó el Monumento a la Lucha, un gigantesco mausoleo de estilo puramente soviético que alberga en su interior las cenizas de las víctimas.
Museo del Pueblo al Aire Libre
Quizás la visita a un museo etnográfico no suene de lo más interesante cuando uno piensa en este tipo de exposiciones en España, pero te aseguro que este museo te sorprenderá gratamente. La etiqueta de museo le queda, de hecho, un poco corta porque en realidad es un enorme espacio natural, integrado junto a un lago y un bosque, al que han trasladado toda clase de construcciones y edificios tradicionales de la región de Lublin y otras zonas de Polonia.
Casas tradicionales, granjas, palacios, molinos, iglesias ortodoxas de madera o incluso la recreación de una plaza en la etapa anterior a la II Guerra Mundial … Todo lo que puedas imaginar se encuentra repartido en siete zonas que recorren la historia y tradiciones de Polonia. Durante el año se organizan muchos eventos que celebran las fiestas tradicionales y también disponemos de una posada para probar la gastronomía local. Recomiendo dedicarle al menos una mañana o, si vamos con tiempo, pasar el día allí.
Lago de Zemborzyce
A pocos kilómetros de Lublin se encuentra el bonito Lago de Zemborzyce, un idílico espacio natural que combina rutas de senderismo a través del bosque, algunas playas de arena y zonas verdes donde realizar picnics. En verano también se abre un complejo de ocio que incluye un parque acuático y piscinas naturales.
Un lugar perfecto para ir a pasear por la tarde y quedarnos para disfrutar del atardecer, que llena de colores rojizos la superficie del lago creando una estampa mágica, como puedes ver en la fotografía. Podemos disfrutar de las vistas cenando o tomando algo en el bonito restaurante Może, que se sitúa en uno de los muelles.
Dónde alojarse en Lublin
- Hotel Hampton by Hilton: Bonito y práctico hotel a unos veinte minutos del centro que ofrece una de las mejores relaciones calidad-precio de la ciudad.
- Hotel Alter: Este hotel de cinco estrellas en pleno centro de la ciudad dispone de modernas habitaciones, un área de spa y un interesante restaurante.
- Apartamentos Rynek 10: Si preferimos la opción de apartamentos, en este céntrico edificio encontramos alternativas para todo tipo de viajeros.
- Aurum Premium Spa: Muy próximo al centro, se encuentra este apartahotel que ofrece apartamentos con todos los servicios y zonas comunes como un spa y gimnasio.
Carnaval de los Magos
Cada año, Lublin celebra el Carnaval de los Magos, un original festival que llena la ciudad de espectáculos y sorpresas. Los mejores artistas callejeros y maestros de las artes circenses se mudan durante unos días para estrenar sus nuevos espectáculos. A lo largo de toda la ciudad se habilitan diferentes escenarios que se van ocupando durante el día y la noche en un completo programa que lo convierte en uno de los más importantes de Europa.
Coincidiendo en fechas con el Carnaval, se celebra también el Urban Highline Festival. Organizado por primera vez en 2009, se convirtió en el primer festival dedicado al funambulismo y es, desde entonces, es considerado el más importante del mundo. Centenares de especialistas llegados de todo el mundo, se reúnen en Lublin para andar por encima de las cuerdas que cuelgan entre los edificios históricos de la ciudad. Y, sí, por encima de tu cabeza y la del resto de turistas. Una vez superado el susto inicial, resulta bastante emocionante y bonito comprobar la habilidad de estos valientes funambulistas.
Lublin se descubre, por tanto, como una fusión perfecta de historia, cultura, arquitectura y tradición. Con su encantador centro histórico y su más aún encantadora población, Lublin se ha convertido en un interesante destino turístico donde descubrir la magia que esconde sus monumentos y algunos eventos culturales únicos en el mundo.
¿Dónde comer en Lublin?
- Restaurante 2Pier: Bonito restaurante con vistas al Museo del Encuentro de las Culturas que ofrece una cocina moderna y sencilla pero muy bien trabajada.
- Perlowa Beer House: La cerveza Perla es una de las más famosas de Polonia y su fábrica de Lublin ofrece visitas guiadas y un restaurante de lo más original con un bonito patio y un bar que invita a comer en una larga barra circular.
- Ansaldo: Dentro del Lubhotel se esconde este pequeño y coqueto restaurante que apuesta por platos de influencia italiana y algunos clásicos de la gastronomía polaca.
- Zadora: Su oferta gastronómica se especializa en las tradicionales crepes francesas pero resulta especialmente interesante por su coqueto interior y su patio interior entre las tradicionales casas del casco histórico.
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