La Sierra de Urbasa se encuentra al oeste de la Comunidad Foral de Navarra y se integra dentro del Parque Natural de Urbasa y Andía. Un territorio digno de ser descubierto e inspeccionado con mucha calma. Al ritmo del senderista, siguiendo los numerosos itinerarios balizados que se encuentran en su superficie. Así que cálzate las botas, llena la mochila con algo de abrigo por si refresca y coge tu cantimplora. Nos vamos de excursión a la Sierra de Urbasa.
El Parque Natural de Urbasa y Andía
No muy lejos de Pamplona, la capital de la Comunidad Foral, se encuentra en este amplio espacio natural protegido. El Parque Natural de Urbasa y Andía, incluye las dos sierras que le dan nombre y se extiende a lo largo de más de 21.000 hectáreas. Una gran superficie plagada de atractivos por descubrir.
En Urbasa os esperan bosques de cuento, caminos ascendentes hasta montañas que se convierten en magníficos miradores, y también hay lugares donde las cascadas y el agua de los ríos esculpen unos escenarios de postal. Y a eso hay que sumarle lugares donde la mano del hombre ha creado desde antiquísimos monumentos megalíticos hasta monasterios medievales. Sin olvidar las típicas poblaciones de estos espacios de montaña.
Hagamos un viaje a la sierra de Urbasa y descubrámosla:
Balcón de Pilatos
Posiblemente la imagen más carismática de la Sierra de Urbasa sea la del Balcón de Pilatos desde la lejanía, ya que el paisaje genera una vertiginosa caída libre de unos 300 metros. Pero no hay que conformarse con verlo desde lejos. Lo mejor es seguir el camino que nos lleva hasta su parte alta, desde donde hay unas vistas panorámicas del entorno, disponiendo a nuestros pies de todo el valle de Améscoa.
Nacedero del Urederra
También desde el Balcón de Pilatos se tiene una vista prácticamente cenital de otro de los parajes imprescindibles de visitar en la Sierra de Urbasa. Nos referimos al Nacedero del Urederra. Será imposible que no os llame la atención el color azul turquesa que tienen las aguas de este río que parece brotar de la roca. Un sitio único y a proteger. Por ello el aforo de visitantes está controlado y hay solicitar permiso para visitarlo.
Hayedo encantado de Urbasa
Uno de los itinerarios que nadie se puede perder si se acerca a la Sierra de Urbasa es el camino entre su Hayedo Encantado, ubicado al norte del parque natural. Es fácil para toda la familia, ya que solo son 8 kilómetros entre ida y vuelta, no tiene pérdida y los desniveles son muy asumibles. Y a cambio, los pequeños y los grandes creerán que está paseando por un cuento, y será inevitable imaginarse que detrás de esos troncos magníficos puede aparecer un hada o un gnomo.
Ruta de los Dólmenes de Urbasa
Otro camino a realizar entero o por partes es la Ruta de los Dólmenes. Estas construcciones milenarias están ya plenamente integradas en el paisaje navarro y son el vestigio más antiguo de la ocupación de este territorio. Los dólmenes están señalizados y visitarlos nos lleva por los distintos tipos de paisajes del Parque Natural de Urbasa y Andía.
Monasterio de la Santa María la Real de Iranzu
No todos los monumentos que nos aguarda en la Sierra de Urbasa nos trasladan a la Prehistoria. Hay otros que nos llevan a épocas más cercanas, aunque también con sus toques de misterio. Es el caso del increíble Monasterio de Santa María la Real de Iranzu, una joya del gótico en Navarra. Y lo es tanto por su arquitectura y su historia como por su emplazamiento en las Tierras de Iranzu.
Cueva de los Cristinos
Desde el pueblo de Larraona se puede tomar el camino que nos llevará hasta la Cueva de los Cristinos. Se trata de una gruta con una gran variedad de estalactitas y estalagmitas, entre otras curiosidades espeleológicas, incluido un lago en su interior. Literalmente estamos hablando de una joya oculta en las entrañas de la Sierra de Urbasa.
Los pueblos de Urbasa
Para terminar de descubrir los encantos de la Sierra de Urbasa también hay que conocer las diferentes poblaciones repartidas por esta zona navarra. Una localidad a visitar es Eulate, no solo por su patrimonio, también porque es un buen lugar para comprar de recuerdo un buen queso de oveja. También hay que visitar Baquedano, más aún si se emprende desde ahí el camino hasta el Nacedero del río Urederra.
Igualmente merece la pena darse un paseo por Zudaire, donde llama la atención su iglesia barroca de San Andrés. O no nos resistimos a nombrar Iturmendi, famoso por las flores que siempre decoran sus fachadas. Una fantástica metáfora de la fusión entre las creaciones naturales y humanas que se encuentran en la Sierra de Urbasa. Sin duda una muestra más de los muchos tipos de paisajes en Navarra, donde hay lugares tan áridos como las Bardenas Reales y otros tan exuberantes como sus valles del Pirineo.
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