Uno de los productos estrella de la cocina gallega es el mejillón. Al natural, en escabeche, en sabrosas y elaboradas salsas o en empanada, es una de las comidas que no puedes dejar de probar si vienes a esta tierra. Pero no todo el mundo conoce el curioso lugar del que vienen los mejillones que solemos comer, más allá de los que se cogen en las rocas.

Por ese motivo, un plan estupendo es descubrir cómo se cultiva este manjar y todo lo que lo rodea, convirtiendo las Rías Baixas en uno de los principales lugares de la comunidad donde disfrutar del turismo marinero. Anímate a descubrir con nosotros la ruta del mejillón en Vigo y déjate seducir por la tradición y la gastronomía de Galicia.

Ruta del mejillón

Ría de Vigo con bateas de mejillón
Ría de Vigo

En torno a 300 mil toneladas de mejillones se obtienen cada año de las aguas de Galicia. Esto es así gracias a las numerosas bateas gallegas, donde este molusco se cultiva, también denominadas mejilloneras. La primera de ellas se colocó en el año 1943, pero desde aquel entonces ya son más de 3000 bateas las que albergan las costas de las Rías Baixas. De tal manera, se han convertido en un elemento más del paisaje y en toda un referente del turismo marinero.

Para descubrir las tradiciones y la pesca en torno a este sabroso molusco, te recomendamos que te apuntes a la ruta del mejillón que ofrecen las distintas navieras cuyos barcos parten desde el puerto de Vigo o desde el puerto pesquero de Cesantes, en Redondela. Las rutas en barco hacen un recorrido de unas dos horas de duración por las 300 bateas que hay en la ría de Vigo, donde podrás aprender cómo se cultiva y se recoge el mejillón y degustar el molusco con una copa de vino gallego, agua o refrescos. Una cata deliciosa que le da valor añadido a esta excursión marítima. Además, en algunos de esos itinerarios también se aprovecha la ocasión para visitar los campos de cultivo de otros moluscos, como las ostras y las vieiras.

También te será posible aprender de primera mano otras artes pesqueras tradicionales, como el arte de la nasa, el marisqueo a flote o la pesca del pulpo, y ver faenar a los barcos bateeiros. Todo un espectáculo.

Ensenada de San Simón

isla de San Simón
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Durante esta fabulosa travesía, en la que confluyen la tradición y la gastronomía gallegas, podrás descubrir la ensenada de San Simón, que alberga el archipiélago homónimo, formado por las islas de San Simón, San Bartolomé, San Antonio y San Norberto.

La más grande e importante de todas ellas es la de San Simón, incluida en la Red Natura 2000. Fue utilizada por distintas órdenes religiosas entre los siglos XII y XIX. Posteriormente se convirtió en lazareto, se usó como prisión durante la guerra civil y, después, se adaptó como albergue para la guardia franquista. Años más tarde, las instalaciones fueron objeto de una remodelación para uso público y, en la actualidad, es posible visitarlas.

La ruta del mejillón te permitirá contemplar las islas al navegar a su lado, pero si te interesa poner pie a tierra en ellas puedes elegir alguno de los recorridos que incluyen esta opción o programar una excursión para otro día de la que específicamente se dirigien al archipiélago de San Simón, que ofrecen las mismas navieras.

Puente de Rande

Puente de Rande
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En la ruta del mejillón también verás el emblemático Puente de Rande sobre las aguas de la ría de Vigo, así como el sitio donde tuvo lugar la batalla naval de Rande el 23 de octubre de 1702. Algunas de las navieras que ofrecen estos itinerarios dentro de la ruta del mejillón se detienen en el Museo Meirande (Lugar de Rande, s/n, 36800 Redondela, Pontevedra), que alberga el Centro de Interpretación de la Batalla de Rande. En él podrás conocer más sobre esta parte fascinante de nuestra historia.

Construido entre los años 1973 y 1978, con 15580 metros de longitud, el Puente de Rande es uno de los puentes más destacados del país. En el año 2019, fue declarado el segundo mejor puente del mundo por la Asociación Internacional de Puentes e Ingeniería Estructural y de Puentes, como consecuencia de sus recientes obras de ampliación y remodelación, que le han sumado dos carriles más.

Vigo

Casco Vello de Vigo
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La ciudad de Vigo es una de las paradas obligadas en este destino turístico. Recorrer su casco antiguo y sus callejuelas medievales, descubrir los edificios modernistas de la ciudad más moderna y señorial y degustar los mejillones y las ostras de la ría en el Mercado da Pedra, en la conocida como la calle de las Ostras, son de esos planes que no puedes perderte.

No olvides visitar los museos de Vigo, entre los que destaca el Museo de Arte Contemporáneo (Rúa do Príncipe, 54, 36202 Vigo, Pontevedra) y el Museo do Mar de Galicia (Av. da Atlántida, 160, 36208 Vigo, Pontevedra), recorrer el paseo marítimo de Samil, subir a la fortaleza medieval del monte O Castro, en plena ciudad, y acudir al puerto a hacerte una foto junto a la enorme estatua de Julio Verne, sentado sobre un calamar gigante.

Por dos veces estuvo el escritor francés en Vigo, a donde acudió a bordo de su yate el Saint Michel III, así que encontrarás diversas referencias a él cuando la descubras. De hecho, en una de sus más importantes novelas, Veinte mil leguas de viaje submarino, el capitán Nemo a bordo del Nautilus buscó los tesoros sumergidos en las aguas de la ría de Vigo, que se habían hundido con los galeones durante la batalla de Rande, las mismas aguas que surcarás cuando realices la ruta del mejillón.

Por último, recuerda que Vigo es un destino ideal para realizar todo tipo de excursiones en las proximidades de la ciudad que te permitirán aprovechar al máximo unos días de vacaciones. Desde Sanxenxo hasta las islas Cíes, las excursiones desde Vigo son una más de las estupendas posibilidades que te ofrece la Ciudad Olívica, un lugar que seguro que te enamora.