Al sur de la provincia de Badajoz, muy cerca de la frontera con Portugal, descubrimos una localidad repleta de monumentos, joyas gastronómicas y leyendas. Comenzando por un nombre que hace referencia a los caballeros templarios que tuvieron el dominio de la ciudad durante casi un siglo hasta que terminaron perseguidos y ajusticiados en 1312 en una imponente fortaleza que hoy podemos visitar. Acabó entonces de forma trágica la historia del Temple en nuestro país y comenzó la leyenda.
Jerez de los Caballeros puede presumir de ser uno de los pueblos más bonitos de Extremadura gracias a un conjunto patrimonial realmente impresionante. Las cinco altas torres que jalonan su silueta se divisan ya desde la carretera cuando estamos llegando, pero resultan aún más imponentes y cautivadoras cuando las disfrutamos desde las callejuelas empinadas de su centro histórico o desde alguno de sus miradores.
Y aún nos falta otro delicioso motivo para visitar Jerez de los Caballeros: la posibilidad de probar algunos de los mejores jamones ibéricos de nuestro país. Acompáñanos en esta escapada y descubre con nosotros una ciudad legendaria y muy sabrosa.
Historia y ubicación de Jerez de los Caballeros
Jerez de los Caballeros se encuentra rodeada por un idílico paraje natural cubierto de dehesas de encinas y alcornoques que parecen protegerla del exterior. Pese a contar con una población que no alcanza los 10.000 habitantes, Jerez de los Caballeros es curiosamente uno de los términos municipales más grandes de España. Y es que el municipio cubre una extensión de 740 km2, nada más y nada menos.
10 Visitas Imprescindibles en Jerez de los Caballeros:
- Castillo y Fortaleza templaria
- Iglesia de Santa María de la Encarnación
- Iglesia de San Bartolomé
- Iglesia de Santa Catalina
- Casa Museo de Vasco Núñez de Balboa
- Mirador de San Agustín
- Dolmen de la Granja de Toriñuelo
- Convento de San Agustín
- Palacio de Guzmán Sotomayor
- Museo de Arte Sacro
El río Ardila y otros pequeños arroyos recorren las zonas predominantemente llanas de esta comarca definiendo un territorio muy verde y rico en cultivos salvajes que producen materias primas como hierbas aromáticas, setas, espárragos o frutos silvestres. Es un paraíso también para un buen número de aves que habitan la región, algunas tan impresionantes como el águila culebrera o el milano real.
La historia de Jerez de los Caballeros se remonta a la prehistoria según atestiguan diferentes asentamientos megalíticos como el Dolmen de la Granja de Toriñuelo, que hoy podemos visitar gracias a una reciente “reconstrucción” del espacio original. Los historiadores creen que la ciudad fue fundada por fenicios, quienes pudieron darle el nombre de Ceret, pero los primeros restos importantes que se han encontrado datan de época romana con la fundación de la población Seria Fama Iulia. Hoy aún se conservan algunos puentes en los alrededores de la ciudad que sirven como testigos de esta etapa.
La primera época de esplendor de la ciudad comenzó con la llegada del dominio musulmán, cuando la ciudad se conocía con el nombre de Xerisa, y de esta etapa sería la Alcazaba que después se convirtió en la fortaleza actual. En 1230 es conquistada por Alfonso IX de León, quien cede el control de la localidad al Orden del Temple para convertir a Jerez de los Caballeros en la capital del Bayliato. La alcazaba fue ampliada y la ciudad se rodeó por un recinto amurallado del que todavía se conservan algunos tramos. Fue un siglo después cuando, según cuenta la leyenda, los últimos Caballeros Templarios que quedaban en España se enfrentaron a la Corona Española y se refugiaron en el castillo, donde terminaron siendo capturados y asesinados en la Torre del Homenaje, conocida desde entonces como la Torre Sangrienta.
Los siglos XV y XVI fueron los de mayor esplendor de la ciudad y de esta época son algunos de los principales monumentos de la ciudad. Carlos V le otorgó el título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad” y algunos de sus habitantes tuvieron un papel importante en la conquista de América, trayendo muchas riquezas a la localidad. Los más destacados fueron Vasco Núñez de Balboa, el primer explorador que cruzo Centroamérica para alcanzar el Pacífico, o Hernando de Soto, descubridor de la Florida.
Un paseo por su centro histórico
Podemos empezar nuestro recorrido precisamente por el Castillo templario del que hablábamos antes. Edificado en el siglo XIII sobre la antigua alcazaba musulmana, ocupa ahora una gran explanada de forma romboidal protegida por una torre en cada una de sus puntas. Una de ellas y la más destacada es la conocida como Torre Sangrienta, donde según la leyenda fueron ajusticiados los últimos templarios.
Dónde alojarse en Jerez de los Caballeros:
Hotel Rural Hacienda Arroyo de la Plata (Vista Hermosa S/N): Este precioso hotel rural a las afueras de Jerez de los Caballeros ocupa la finca de una antigua Hacienda y cuenta con una gran extensión de jardines y un precioso patio central.
Jerez Hostel (26 Carretera de Badajoz): Un hostel económico con habitaciones privadas sencillas pero muy cómodas y algunas bonitas zonas comunes como sus terrazas y patio.
Plaza del Pacífico La Bazana (Plaza del Pacífico, 1): Una fantástica casa rural de 4 habitaciones que cuenta con una piscina privada y un precioso jardín. Ideal si visitas Jerez de los Caballeros en familia o con un grupo de amigos.
En el patio central también podemos ver algunas construcciones como el Morabito, de origen árabe, o el Ayuntamiento de la ciudad. La antigua muralla sirve como un bonito mirador para ver los valles al sur de la ciudad y una panorámica perfecta de la Iglesia de Santa María de la Encarnación. La iglesia más antigua de la ciudad, de origen visigodo, aunque la construcción actual se inició a finales del siglo XV.
Saliendo de la alcazaba, nos podemos dirigir entonces a la Plaza de España, junto a la Parroquia de San Miguel Arcángel. De estilo principalmente barroco, cuenta con una bonita portada y destaca por su torre de 55 metros, una de las cinco que definen la silueta de Jerez de los Caballeros. Subiendo por las empinadas y preciosas callejuelas de su centro histórico, buscaremos la torre barroca de la Iglesia de San Bartolomé, el patrón de la ciudad. Es especialmente interesante el interior del templo, con un singular retablo obra de José de la Barrera y un magnífico órgano barroco.
Bajamos por la calle Oliva para volver al centro de la ciudad, pero antes es recomendable hacer una parada en la Casa Museo de Vasco Núñez de Balboa, que nos servirá para conocer la historia de este ilustre personaje histórico y de esa etapa tan apasionante de nuestra historia. Al caer la tarde nada mejor que acercarnos hasta el Mirador de San Agustín, junto a la Oficina de Turismo, para ver cómo el atardecer cae sobre la parte más nueva de la ciudad y sobre la Iglesia de Santa Catalina. Ubicada extramuros, es también de origen medieval y destaca por la riqueza escultórica de su retablo mayor.
Pero, como muchas veces decimos, lo más recomendable en Jerez de los Caballeros es perderse y pasear sin rumbo fijo porque todo el centro histórico es realmente cautivador. Casas sencillas de fachadas blancas encaladas se amontan sobre empinadas callejuelas empedradas mientras aparecen a nuestro paso numerosas ermitas y conventos, o edificios más señoriales como los palacios del “Marqués de Rianzuela”, del “Conde de la Corte de la Berrona” o la “Casa de los Bullones”, entre otros muchos que dan muestra del pasado esplendorosa de esta localidad. Irás tan embelesado disfrutando y sacando fotografías que ni siquiera te darás cuenta de las cuestas.
La importancia del jamón ibérico
En las fantásticas dehesas extremeñas se cría en libertad el animal por excelencia de la región: el cerdo ibérico de bellota o de pata negra. Se trata de un ecosistema único en el mundo que combina a la perfección la conservación del medio con la intervención humana en el entorno. El objetivo final: dotar al cerdo ibérico de un escenario perfecto para su mejor desarrollo.
¿Dónde comer en Jerez de los Caballeros?
- La Ermita (Dr. Benítez, 9): Un espectacular restaurante ubicado en una antigua ermita que ofrece lo mejor de la gastronomía local en un salón principal realmente diferente.
- Restaurante Oasis (El Campo 18): Un sencillo restaurante que cuenta con varios salones y platos sabrosos y contundentes con productos de la tierra.
- La Espuela (Nuestra Señora del Rosario 51): Cerca de la Iglesia de Santa Catalina se localiza este pequeño restaurante que trabaja especialmente bien el cerdo ibérico.
Y es que los cerdos disponen de libertad y extensión suficiente para recorrer muchos kilómetros al día. Al menos dos hectáreas por cada ejemplar según las normas del Consejo Regulador. Disponen además de plantaciones de encinas y alcornoques que les proporcionan su alimento favorito: las bellotas. Será lo único que coman en sus últimas semanas de vida y lo que hace tan diferentes y deliciosos los embutidos que se producen en la zona.
Lo mejor para entender su importancia es visitar algún secadero de jamones para conocer más sobre su proceso de curación y valorar aún más si cabe a este producto tan preciado. Una visita muy recomendable es, por ejemplo, es Jamones y Embutidos Jierrito (Travesía Aguasantas 6). Se trata de una empresa familiar que lleva más de un siglo produciendo embutidos ibéricos con todo el mimo y cariño que este producto requiere. Si les contactas previamente puedes concertar visitas en grupo para conocer sus instalaciones.
Una perfecta ocasión para introducirnos o profundizar en el mundo de este manjar es el Salón del Jamón Ibérico que suele celebrarse cada mes de mayo en la localidad pacense. Tras más de 30 ediciones, se ha convertido en evento de referencia en el sector y suele contar con un completo programa de actos y eventos como jornadas técnicas, encuentros gastronómicos o los ya tradicionales concursos de corte de jamón, donde podremos apreciar la habilidad y creatividad de los mejores cortadores de la región.
Como habéis podido comprobar, Jerez de los Caballeros aúna de manera fantástica historia, tradición, naturaleza y una fantástica gastronomía de kilómetro cero y tradicional. Una escapada ideal para un largo fin de semana o una base perfecta para adentrarnos en la siempre bonita provincia de Badajoz.
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