Hay una Asturias más allá del cachopo y la sidra, de la playa y el Naranco, del paraíso natural y los Picos de Europa: es la Asturias negra y gris de las Cuencas Mineras, del carbón, la fiebre siderúrgica, la ruina posindustrial y la eterna reconversión.

Junto al vecino Valle del Caudal, el Valle del Nalón custodia esa historia alternativa del Principado en sus cinco concejos: Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Sobrescobio y Caso. Acompáñanos en este viaje por esa ‘otra’ Asturias para descubrir sus aldeas perdidas, su crónica negra y su legendario patrimonio industrial.

El Valle del Nalón, nueva vida para el corazón oxidado de Asturias

Pozo Sotón - Fuente: Depositphotos
Pozo Sotón – Fuente: Depositphotos

Casi dejó de latir. El corazón industrial que bombeó esplendor a la región desde mediados del siglo XIX comenzó a mostrar síntomas de declive desde los años 60 hasta que en la década de los 80 apareció la palabra que se convertiría en la sostenibilidad de nuestra era: reconversión.

Al fin y al cabo, la historia contemporánea del Valle del Nalón es muy similar a la de tantas zonas rápidamente industrializadas que pasan de ser el motor económico de una región a una rémora desdeñada: un complejo relato histórico, social y económico envuelto en épica y nostalgia, en tragedia y barricada, en medias verdades e infinitos errores de planificación industrial.

Porque la venerada hulla de las cuencas mineras asturianas no era infinita, pero, mientras tanto, vamos a explotarla hasta que no quede piedra sobre piedra: luego, Dios, o el que sea, ya proveerá. Pero nadie proveyó lo suficiente para que el esplendor de las cuencas mineras se mantuviera ad infinitum.

Tres décadas de reconversión después, el Valle del Nalón muestra orgulloso sus cicatrices de óxido mirando al futuro con renovada esperanza: hay vida más allá del carbón, la siderurgia y el subsidio perpetuo.

Langreo

Langreo - Fuente: Depositphotos
Langreo con la torre de refrigeración del MUSI al fondo – Fuente: Depositphotos

Iniciamos nuestra ruta por el Valle del río más largo de Asturias en el concejo más “negro” de la región, el verdadero núcleo industrial de la región durante décadas.

Y no hay mejor forma de profundizar en esta historia que en el Museo de la Siderurgia (MUSI) cuyo germen se encuentra en la propia década de los 80, cuando se acuerda el progresivo desmantelamiento de las instalaciones siderúrgicas de La Felguera, garantizando la conservación de los elementos de mayor valor, uno de los primeros proyectos de entidad para destacar el patrimonio industrial de la región.

La torre de refrigeración de 45 metros de altura de la antigua fábrica de Duro Felguera fundada en 1858 por Pedro Duro Benito, que actualmente sigue en activo tras su rescate y reconversión, ya como firma vinculada a otros sectores energéticos, es el elemento más destacado de este museo: en su interior, el mejor recorrido por la historia industrial asturiana.

Ecomuseo minero de Samuño
Tren minero de Samuño – Fuente: Ecomuseo minero de Samuño

Esta visita se puede completar con la Ruta de la Siderurgia que nos adentra en La Felguera, el distrito más poblado de los ocho que forman el concejo junto a Riaño, Barros, Lada, Sama, Ciaño, La Venta y Tuilla. Por cierto, a los futboleros seguro que les suena esta última parroquia porque de aquí es David Villa, al que le han hecho hasta una estatua en el centro urbano de La Felguera.

Antes de dejar Langreo, debemos hacer una parada en el otro emblema del patrimonio industrial langreano: el Ecomuseo Minero Valle de Samuño, río afluente del Nalón, que vertebró la explotación minera en el concejo durante décadas: lo más fascinante de este museo es el tren minero que conecta la Estación de El Cadavíu, tras ascender 32 metros, con la primera planta del Pozo San Luis que tuvo 430 metros de profundidad, antigua mina de montaña explotada desde el siglo XIX.

San Martín del Rey Aurelio

Blimea - Fuente: Depositphotos
Blimea y el río Nalón – Fuente: Depositphotos

Volvemos a la AS-117 que recorre todo el Valle del Nalón hasta el Puerto de Tarna, final de nuestra ruta, para visitar otro museo imprescindible que forma con los dos anteriores y el Pozo Sotón el eje cultural del valle: el MUMI, Museo de la Minería y de la Industria de Asturias, inaugurado ya en 1994, marcando el ejemplo a seguir para el resto de las instalaciones de la región que tratan de reivindicar el patrimonio industrial asturiano.

Está situado en la localidad de El Entrego que forma junto a Sotrondio y Blimea el núcleo poblacional principal del concejo, aprovechando los terrenos de la escombrera de la Mina de San Vicente. Museo de mayores dimensiones que el vecino MUSI, además de diversa información sobre la historia de la minería asturiana, ofrece al visitante una “experiencia minera” recreando una explotación con gran realismo.

Pero para pozos mineros nada como visitar el Sotón, un mito de la historia industrial asturiana que arranca a finales del XVIII cuando se descubre el afloramiento carbonífero de la zona. 120 años después, cambia la estrategia de explotación pasando de la minera de montaña a los pozos verticales lo que garantiza más rentabilidad, pero también supone más peligro para los trabajadores.

Museo de la Minería y la Industria - Fuente: Wikimedia
Museo de la Minería y la Industria – Fuente: Wikimedia

Actualmente, el Pozo Sotón es otro modelo de explotación turística en un entorno industrialmente reconvertido que ofrece desde visitas al exterior e interior de la mina a organización de eventos alternativos: conciertos, exposiciones, rodajes de películas y hasta un escape room ambientado en la mina.

Si vas bien de tiempo y ya has tenido suficiente carbón por hoy, te recomendamos que tomes la AS-337 rumbo sur para recorrer varios pequeños pueblos del concejo, desde La Cruz hasta Los Caleyos, pueblo tras el cual se encuentra el Área Recreativa de la Colladiella, donde verás l Monumento al Minero en la cima de la montaña de 820 metros que limita los concejos de Mieres, Laviana y el propio San Martín del Rey Aurelio.

Laviana

Baño en La Chalana, Laviana (Años 60) - Fuente: Memoria Digital de Asturias / Centro de Interpretación Armando Palacio Valdés
Baño en La Chalana (Años 60) – Fuente: Memoria Digital de Asturias / Centro de Interpretación Armando Palacio Valdés

Continuamos camino hacia el Puerto de Tarna dejando atrás la historia minera asturiana para darnos un merecido baño en La Chalana, un mítico retiro de fin de semana para miles de familias de las Cuencas que acudían aquí para descansar junto a los amigos.

Aquí se gestó una de las canciones más emocionantes del folklore asturiano, Chalaneru, que hace referencia a este lugar y a la chalana, una embarcación sencilla que sirve de transporte en aguas poco profundas y que era habitual en el río Nalón.

Hoy en día aún se rinde homenaje a esta tradición en el Descenso Folklórico del Nalón, una versión cachonda del Sella en la que lo que cuenta no es ganar, sino echar unas risas y recordar la venerable historia de este río que pone nombre a todo el valle.

Las mejores fiestas de 'prau' de Asturias
Descenso Folklórico del Nalón – Fuente: Wikipedia

Vete diseñando tu chalana, porque el sábado 24 de agosto vuelve el Descenso que arranca bajo el medieval Puente de Arco entonando el Chalaneru, por supuesto, para terminar bajo el puente homónimo.

En el concejo de Laviana tampoco podemos perder la oportunidad de recorrer sus pueblos tomando la AS-252 en dirección sur, hacia las montañas, donde podremos conocer en primer lugar, en Entrialgo, la Casa Natal de Armando Palacio Valdés, escritor lavianés autor de, entre otras muchas obras, La aldea perdida, novela-poema inspirada en su tierra natal. Villoria, Tolivia o El Navaliegu son otras localidades en las que disfrutar de la Asturias más idílicamente profunda y sus benditos manjares, ya rumbo al Alto de la Colladona.

Sobrescobio y Caso

Desfiladero de los Arrudos cerca de Caleao - Fuente: David Rubio
Desfiladero de los Arrudos cerca de Caleao (Caso) – Fuente: David Rubio

Nuestra ruta busca su cima atravesando los concejos de Sobrescobio y Caso que custodian uno de los paraísos naturales más famosos de Asturias: el Parque Natural de Redes. Entrando en Sobrescobio por el embalse de Rioseco, capital del concejo, para después pasar por el embalse de Tanes, ya en Caso, a diestro y a siniestro se abren diferentes carreteras que nos llevan a conocer algunos de los pueblos más espléndidos de la región, como Caleao.

Pero en esta ocasión nosotros seguimos hacia Campo de Caso, capital del concejo, donde, tras un hacer un alto en el camino para probar el Casín, uno de los cinco quesos de Denominación de Origen Protegida que tiene Asturias junto al Cabrales, el Gamonéu, el Afuega’l Pitu y el de Los Beyos, pasamos ante Belerda y Soto, entre otras aldeas, para llegar al pueblo de Tarna.

Es hora de calzarnos las botas de trekking para hacer un sencillo sendero lineal de menos de cuatro kilómetros que nos acerca al monumento natural de la Cascada del Tabayón, uno de los saltos de agua más buscados del Principado.

Río Nalón - Fuente: Depositphotos
Río Nalón – Fuente: Depositphotos

Pero el final de esta ruta por el Valle del Nalón debe ser ante el nacimiento del río que, 153 kilómetros después, desemboca en la ría de Pravia, entre San Esteban, Soto del Barco y San Juan de la Arena, otro inolvidable emblema asturiano.

Puede que la Fuente la Nalona no sea igual de espectacular que la desembocadura, pero desde un punto de vista simbólico merece un lugar de honor: en torno a este río se gestó la Asturias contemporánea, la del carbón y el óxido, la tragedia y la reconversión, la humildad y el orgullo. Eso sí, selecciona un día de buena meteorología y ármate de paciencia porque el final de la AS-117 en el puerto de Tarna está plagado de curvas hasta que alcanzas los 1492 metros de este paso de montaña que ya conecta con León.

Mapa del Valle del Nalón