Se trata de uno de los más recientes e interesantes proyectos de la Unesco: acotar un espacio de relevancia geológica para promocionar sus atractivos naturales y culturales generando un polo de atracción turística.

Y España es el segundo país del mundo, solo por detrás de China, en número de geoparques: nada menos que diecisiete. Después de visitar el Geoparque de Naturtejo en Portugal hace un tiempo, es hora de conocer el primero de nuestro país: Las Loras, entre Palencia y Burgos, incluyendo una pequeña parte del sur de Cantabria.

Las Loras, 1.000 km² de naturaleza y cultura

Orbaneja del Castillo - Depositphotos

95 lugares de interés geológico, 50 bienes de interés cultural y 15 municipios en casi 1000 km² de territorio. El geoparque de Las Loras es un vasto espacio para profundizar en la historia natural y cultural del norte de Castilla y León.

Gracias a su designación por la Unesco como geoparque, este territorio ha ganado cohesión a nivel turístico, permitiendo que el viajero pueda conocer sus atractivos de forma más sencilla y organizada partiendo del numeroso material promocional (mapas incluidos) que están a nuestra disposición.

A continuación, te recomendamos los puntos más destacados del parque a nivel natural y cultural para que organices tu propia ruta.

Los emblemas naturales de Las Loras

Karst de Las Tuerces en Palencia - Depositphotos

Un geoparque es, ante todo, un espacio que destaca por un patrimonio geológico singular, y eso es lo que encontramos en primer lugar en Las Loras, un territorio que se extiende al sur de la Cordillera Cantábrica

Y para entender lo que hay bajo nuestros pies mientras caminamos por esta tierra hay que viajar miles de años atrás, a tiempos de Pangea, aquel "supercontinente" que fue el germen de los actuales.

Desde el Triásico Superior a nuestro Holoceno, pasando por el Jurásico, este territorio entre Burgos y Palencia es como un manual de geología que nos resume los últimos 250 millones de años de evolución.

Y entre los relieves más apabullantes de Las Loras, sus karst, como los que encontramos en la Lora de Valdivia en Revilla del Pomar, muy cerca de Cantabria. Aquí se encuentra la llamada Cueva de los Franceses, el mejor testimonio palentino de las formaciones kársticas que incluyen estalagmitas, estalactitas, mantos y coladas.

Ya en Burgos, el karst de la Lora de Pata del Cid es otro ejemplo característico de estos paisajes accidentados plagados de grietas y crestas que se han originado por la erosión química de terrenos calcáreos.

Cañón del Ebro - Depositphotos

Mención especial merecen también los cañones del Rudrón y el Alto Ebro que conforman el parque natural del mismo nombre en Burgos y que se ubica en el extremo oriental del geoparque.

Y si te gustan los cañones, no te puedes perder tampoco el cañón de la Horadada entre Aguilar de Campoo y Pomar de Valdivia, una garganta abierta por el río Pisuerga.

Por último, incluido dentro del patrimonio geológico de Las Loras pero también emblema del patrimonio industrial de la zona, tenemos el campo petrolífero de Ayoluengo, el único campo de estas características que operó en España en las últimas décadas, estando en activo desde 1967 hasta 2017.

Los hitos culturales de Las Loras

Campo petrolífero de Ayoluengo - Depositphotos

Tras admirar las máquinas extractivas de petróleo, más propias de Texas que de Burgos, nos acercamos al Museo del Petróleo de Sargentes de la Lora, nuestra primera parada descubriendo el patrimonio cultural de este territorio.

Pero muchos años antes de que llegaran "peregrinos" de otras latitudes atraídos por el oro negro, Las Loras fueron recorridas por miles de personas que acudían a centros de culto de la región que se convirtieron en leyendas del románico peninsular.

De hecho, dicen de Las Loras que es el territorio con mayor concentración de edificios románicos de la península ibérica, con el monasterio de Santa María la Real como principal exponente.

Ubicado en Aguilar de Campoo, se trata de una construcción que conjuga elementos góticos y cistercienses con los propiamente románicos. Además, acoge el Museo del Románico, la mejor forma de profundizar en este estilo que marcó la historia medieval de Europa occidental.

Claustro del Monasterio de Santa María la Real - Depositphotos

Y otras construcciones características de Las Loras son las ermitas rupestres que encontrarás especialmente en la zona noroccidental del parque, en los valles de los ríos Ebro y Pisuerga.

Al sur de Aguilar de Campoo debemos pasar por la pedanía de Olleros de Pisuerga donde se encuentra el impresionante Eremitorio Rupestre de los Santos Justo y Pastor, excavado en un promontorio de piedra arenisca, a un paso del Pisuerga.

A 20 minutos al este de Olleros de Pisuerga cruzamos la frontera con Cantabria para conocer Santa María de Valverde en Valderredible que también acoge el Museo de Interpretación del Rupestre de Valderredible.

Y sobre el río Ebro, todavía en Cantabria, la ermita de San Acisclo y Santa Victoria, abierta también en un peñón de arenisca, siendo la ermita rupestre de mayor complejidad arquitectónica de Cantabria.

Eremitorio Rupestre de los Santos Justo y Pastor - Depositphotos

Dos elementos más destacan en el patrimonio cultural de Las Loras que nos llevan más atrás aún en el tiempo. Por un lado, los castros prerromanos que encontramos sobre todo en el sur del geoparque, en los municipios de Huérmeces, Villadiego y Humada, todos ellos en Burgos.

Aunque es Palencia (Pomar de Valdivia) donde encontramos uno de los más relevantes: el Monte Bernorio que incluía una muralla de hasta 2 kilómetros de longitud y cuatro metros de espesor, en un complejo defensivo que pudo tener 90 hectáreas siendo una de las ciudades fortificadas de la Edad del Hierro más grandes de la península.

Y ya que estamos en el páramo de Valdivia, nos podemos pasar por el Menhir de Canto Hito, que forma parte del conjunto de yacimientos megalíticos que también custodia el geoparque.

Los pueblos de Las Loras

Orbaneja del Castillo - Depositphotos

Ya hemos nombrado a varios de ellos a lo largo de nuestro recorrido por Las Loras pero merece la pena destacar algunos de los pueblos que forman parte de este territorio.

Empezando por los cinco municipios palentinos de Las Loras: Aguilar de Campoo, Pomar de Valdivia, Santibáñez de Ecla, Berzosilla o Alar del Rey.

En este último municipio podemos volver a profundizar en la historia del Canal de Castilla que es el origen del pueblo y una de las grandes infraestructuras palentinas de la historia, como ya vimos en nuestra ruta por la capital provincial.

La zona burgalesa del geoparque, por su parte, está formada por once municipios, entre los que visitamos en primer lugar Rebolledo de la Torre, a un paso de Alar de Rey.

En esta localidad encontramos una de las más bellas galerías porticadas de todo el románico peninsular en la iglesia de San Julián y Santa Basilisa. También aquí se encuentran los restos de un castillo, tipo de construcción no tan habitual en este territorio, al menos no adecuadamente conservado.

Iglesia de San Julián y Santa Basilisa en Rebolledo de la Torre - Depositphotos

Mención especial merece un pueblo ubicado en el extremo nororiental del geoparque: Orbaneja del Castillo que forma parte del municipio de Valle de Sedano.

Se trata un icono burgalés que no se pierde una lista de los pueblos más bonitos de la región debido a su impresionante fisionomía: se ubica en una de las hoces del Ebro, río que define la singularidad de este pueblo que es recorrido por un arroyo que brota de la cercana Cueva del Agua generando una inolvidable cascada, una de las muchas, por cierto, que también encontramos en el geoparque... aunque quizás la más bonita.

Y para terminar esta ruta por los pueblos de Las Loras tomamos ahora las de Villadiego para visitar este municipio que, además de dar nombre a un popular dicho castizo, acoge en su capital el museo más curioso de la zona: Fabulantis, dedicado al cómic, que incluye una sección especial dedicada a Ángel Pardo, uno de los responsables del mítico Capitán Trueno.

¿Cómo visitar Las Loras?

El Pisuerga y el castillo de Aguilar de Campoo - Depositphotos

Teniendo en cuenta que estamos hablando de 960 km² de territorio, es imprescindible organizar la visita adecuadamente para no perderse... ni perder el tiempo.

Por suerte, el geoparque pone a disposición de los visitantes numerosos documentos, folletos y mapas (¡benditos mapas!) que nos facilitan la visita, tanto en la web oficial como en los tres centros de recepción que podemos encontrar en Aguilar de Campoo, Sedano o el propio Villadiego.

En este sentido, lo más normal es que recorras buena parte del parque en coche para lo que se recomiendan once rutas de un día en este mapa, además de varias rutas de dos y tres días, incluyendo la ruta de los miradores.

Una de las más interesantes es la primera, con 92 kilómetros, ya que nos lleva por varios puntos de interés geológico del karst de las Tuerces, además de acercarnos al mencionado pueblo de Alar de Rey.

Por su parte, la ruta 11 nos lleva a conocer más de cerca el extremo suroriental del geoparque donde se ubican los municipios burgaleses de Úrbel del Castillo, Montorio y Huérmeces, además de la zona sur de Valle de Sedano.

Y si prefieres dejar el coche y recorrer Las Loras en bici, tienes la famosa ruta Pedaleando por el Románico que pasa por Aguilar de Campoo.

Y si lo tuyo son los senderos, en Las Loras tienes infinidad donde elegir. Uno de las más atractivas, por ejemplo, es el de San Martín de Humada, Peña la Ulaña y el Portillo del Infierno.

Este último hito geológico nos recuerda la razón de ser de los geoparques: dar a conocer los impresionantes relieves que se han ido generando a lo largo de miles de años y que caracterizan territorios tan atractivos (y tan poco conocidos por el turismo masivo) como Las Loras.