17 kilómetros atravesando 20 túneles y 10 puentes metálicos en una ruta de 6 horas entre la antigua estación de La Fregeneda y el Puente Internacional en la confluencia del Águeda con el Duero. Así es el Camino de Hierro, una ruta habilitada desde 2021 que recorre el ‘tramo imposible’ de la antigua línea férrea La Fuente de San Esteban – Barca de Alba disfrutando de algunos de los paisajes más asombrosos de la provincia de Salamanca ya a un paso de la frontera con Portugal.
Los orígenes del Camino de Hierro
El 28 de junio de 1881 se crea el denominado Sindicato Portuense formado por las principales entidades financieras de Oporto con el objetivo de construir la línea férrea que enlazase La Fuente de San Esteban en la provincia de Salamanca con Barca de Alba ya en Portugal: se trataba de conectar Salamanca con Oporto creando una alternativa comercial más rápida y rentable a la tradicional a través del río Duero.
El tramo entre La Fregeneda y Barca de Alba fue el que más dificultades constructivas generó debido a la complicación de la orografía en el entorno de las Arribes del Duero: curvas muy pronunciadas y rampas con una elevación del 21% obligaron a los responsables del proyecto a exprimir al máximo los últimos avances en ingeniería incluyendo la traza de 12 puentes y 20 túneles.
Fueron necesarios 4 años de trabajo entre 1883 y 1887 y la participación de más de 2000 obreros bajo el mecenazgo de personajes como Henrique Burnay y Ricardo Pinto da Costa que lograron la financiación para acometer este proyecto que llegó a denominarse el ‘camino de hierro imposible’ por su enorme dificultad técnica.
Aunque durante décadas fue el principal sistema de transporte entre el centro peninsular y Oporto, los progresos en las vías de comunicación terrestres restaron beneficios a la línea hasta que el 1 de enero de 1985 el Gobierno español echaba el cierre al tramo La Fuente de San Esteban – Barca de Alba por falta de rentabilidad.
Recorriendo el ‘tramo imposible’ del Camino de Hierro
Tal y como ha sucedido con numerosas vías verdes españolas que surgen como rehabilitación de antiguas vías férreas en desuso, el tramo imposible entre La Fregeneda y Barca de Alba ofrecía unas bonitas posibilidades para crear un sendero único en España.
Tras el reconocimiento de este tramo como Bien de Interés Cultural en el año 2000 se pusieron los mimbres del Camino de Hierro que abrió sus puertas, ante una enorme expectación y con entradas agotadas desde muchas semanas atrás (a pesar de la pandemia), el 23 de abril de 2021.
Existen dos formas de recorrer el Camino de Hierro: la ruta reducida circular de 8 kilómetros hasta el puente del Morgado desde el que se regresa al punto de partida en la estación de Fregenada, y la ruta larga lineal de 17 kilómetros hasta la frontera portuguesa que marca el Puente Internacional sobre la confluencia del Águeda con el Duero.
Tanto si quieres hacer la ruta larga como la corta, toca madrugar. La taquilla en horario de primavera – verano (del 1 de abril al 14 de octubre) permanece abierta entre las 7:30 y las 8:30 no estando permitida la entrada tras esa hora.
La hora límite para finalizar la ruta es la 15:00 habilitándose un transporte desde el Muelle Fluvial de Vega de Terrón, punto final de la ruta larga hasta la estación de Fregeneda. Por lo tanto, como máximo, tenemos 7 horas y media para hacer la ruta, tiempo más que suficiente para hacer varias paradas a lo largo del Camino de Hierro y disfrutar de sus impresionantes ingenios constructivos, así como de las fantásticas vistas del cauce encajonado del Águeda y las Arribes del Duero.
Nada más arrancar la ruta, que en sus primeros cuatro kilómetros discurre en dirección sur paralelo al cañón del río Morgáez, nos encontramos con el túnel 1, el más largo del recorrido con su kilómetro y medio. Ahora entendemos el porqué de la linterna que incluye la entrada al camino. Pese a las ingentes labores de limpieza del terreno —cuentan que antes de su apertura parecía una ‘selva’ en la que no se distinguían ni las vías— conviene mirar bien donde se pisa.
Tras pasar el puente Pingallo, el primero de los diez puentes de la ruta larga, llegamos a una de las zonas más espectaculares del Camino de Hierro: el túnel número 3 que traza una curva bajo la montaña y que da acceso al puente del Morgado.
Este túnel, además, tiene un gran valor ambiental ya que alberga una de las colonias de murciélagos más importantes de la península ibérica razón por la cual permanece cerrado temporalmente en periodos de cría. En este sentido, entre el 15 de mayo y el 15 de agosto de este 2022 este túnel estará cerrado: un camino alternativo bordea el túnel durante estos periodos.
Es en este punto donde la ruta reducida se dirige de vuelta hacia la Fregeneda y también donde el Camino de Hierro toma su dirección definitiva hacia el noroeste siguiendo el cauce del Águeda. Pronto nos encontramos con el puente del Poyo Valiente tras el túnel 6, una obra maestra de la ingeniería con su perfil curvo para salvar la complicada orografía del entorno.
Tras pasar los puentes de los Poyos y de los Riscos enfilamos los últimos cuatro kilómetros del Camino de Hierro del que aún nos restan cuatro túneles además del puente de las Almas y el puente del Embarcadero.
El final del camino llega con el Puente Internacional del Río Águeda, diseñado por ingenieros portugueses e inaugurado a finales de 1887, convirtiéndose en la quinta conexión internacional por ferrocarril entre Portugal y España.
Para llegar al Centro de Visitantes del Muelle de Vega Terrón desde donde sale el transporte de vuelta a La Fregeneda no es necesario cruzar el Puente Internacional ya que se encuentra en la orilla española, al lado de las casillas ferroviarias que alojaban a la Guardia Civil y el control de aduanas.
Únete a la conversación