La grandiosidad de sus paisajes naturales, el abrumador sonido del agua o la tranquilidad que inspiran los lagos o pozas que forman… Es difícil quedarse con un motivo, pero está claro que las cascadas o cataratas siguen fascinándonos y activan muchos de nuestros sentidos.
Por suerte, no será necesario que viajemos hasta Niagara o Iguazú. Existen cascadas impresionantes en Europa y en España, muy cerca de donde vives, podemos disfrutar con un gran número de cascadas espectaculares no solo por su altura sino por su belleza. ¿Te vienes a conocerlas?
Cascadas del Purgatorio
Las Cascadas del Purgatorio son, en realidad, un conjunto de cascadas que se sitúan en la madrileña localidad de Rascafría, en la zona central de la Sierra de Guadarrama, y dentro de la cabecera del Valle de Lozoya.
Solamente está permitido el acceso a las mismas a pie a través de una ruta de unos seis kilómetros de longitud. Un camino que parte del monasterio de Santa María del Paular para después atravesar algún tramo de carretera antigua y bonitos senderos que nos dirigen a un espectacular mirador. La ruta entraña cierta dificultad y, por tanto, no está recomendada la visita con niños pequeños.
Cascada de Orbaneja del Castillo
Dentro de la provincia de Burgos, en la comarca de Páramos, encontramos Orbaneja del Castillo, una pequeña localidad que tiene una relación muy especial con el agua y que esconde una de las cascadas más impresionantes y fotografiadas de España. En mitad de este tranquilo pueblo de casas de piedra y tejados rojos, el río Ebro hace presencia partiendo la villa en dos y dejando algunas impactantes postales.
Como, por ejemplo, su impresionante cascada de 25 metros de altura. Un agua que termina descansando en bonitas pozas cristalinas, como intentando disimular el estruendo que ha provocado su llegada. En los diferentes niveles de la cascada podemos descubrir también algunas bonitas cuevas como la del Azar, donde se conservan interesantes muestras de arte rupestre.
Cascada Cola de Caballo Monasterio de Piedra
El Monasterio de Piedra es uno de los atractivos más interesantes que podemos visitar en la provincia de Zaragoza. Y entre los diversos atractivos de los que puede presumir, la cascada de la Cola de Caballo es uno de los más impresionantes.
Antes de llegar habremos atravesado ya en nuestro camino otras bonitas cascadas y la imponente Gruta Iris, que nos deja a los pies de esta imponente catarata. 90 metros de caída, que la convierten en una de las más altas de España y, para muchos, en la más bonita. Desde luego, el entorno donde se encuentra ayuda mucho.
Nacimiento del Río Cuervo
El río Cuervo nace en la provincia de Cuenca, junto a la localidad de Vega del Codorno, a unos 1469 metros de altitud y forma uno de los conjuntos naturales más bonitos de nuestro país. Declarado monumento natural en 1999, el agua brota de un manantial y se escurre por enormes estalactitas para terminar deslizándose por las rocas y formar unas impresionantes cascadas.
Son especialmente bonitas en invierno, cuando el frío llega hasta esta elevada zona de la Serranía de Cuenca y los chorros de agua se congelan formando una postal invernal digna de enmarcar.
Cascada del Xiblu
Una de las rutas de senderismo más hermosas que podemos hacer en Asturias nos llevará a través del Hayedo de Montegrande para llegar al impresionante Xiblu. Es una ruta de unos 10 kilómetros con una dificultad media y es especialmente bella en otoño, cuando el bosque se llena de color.
Al final del camino encontramos las Cascadas del Xiblu, un conjunto de tres cascadas repartidas en varios niveles con una caída de 100 metros en la cual el agua atraviesa una bonita vegetación.
Los Chorros del Río Mundo
El Río Mundo es un afluente del río Segura y nace en la provincia de Albacete. Al igual que el río Cuervo, su nacimiento ha generado una serie de bonitas e impresionantes cascadas. Para disfrutar de esta caída de agua de más de 300 metros de altura, tendremos que adentrarnos en el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima.
La constitución de las rocas de tipo kárstico que dan forma a esta montaña, ha conformado una serie de profundas cuevas y de curiosas cascadas. Hay dos opciones para visitar la catarata. La habitual es realizar una caminata por un sendero sencillo que nos lleva hasta un mirador dónde podremos observar el nacimiento del río pero también existe otra ruta, solo apta para personas expertas, que nos llevará por un ascenso alrededor de la colina atravesando algunas impresionantes cuevas.
Cascada del Sorrosal
Junto a la localidad oscense de Broto, encontramos la cascada de Sorrosal, una impresionante caída de agua donde el río del mismo nombre muere para unirse al río Ara. Más de 60 metros de altura tiene este fenómeno natural originado en unas interesantes formaciones rocosas de origen turbidítico, que en su origen se encontraban bajo el mar.
El acceso es muy sencillo y la zona dispone de diferentes opciones de turismo activo como una vía ferrata que permite realizar actividades de escalada o barranquismo.
Garganta de las Nogaledas
Esta cascada no tiene la majestuosidad de alguna de sus compañeras en esta lista, pero desde luego puede competir en belleza y elegancia. Entre otros motivos, porque se encuentra ubicada en pleno Valle del Jerte, rodeada de paisajes únicos y de los bonitos cerezos en flor, si la visitamos en primavera.
Y en segundo lugar, porque para llegar a la misma tendremos que atravesar un precioso sendero que sigue el curso del río y que nos va anticipando bonitas fotografías en diferentes saltos de agua. Una ruta preciosa de senderismo, que es apta para familias y todo tipo de personas.
Cañón de Artazul
Este barranco situado en el País Vasco se ha convertido en un conocido lugar para practicar deportes de aventura y más concretamente barranquismo por sus bonitas zonas de rápeles y toboganes. Un descenso que termina en una impresionante caída de unos 40 metros de altura, que en épocas de lluvias nos permitirá descender junto a una impresionante catarata.
Cascada del Ézaro
Viajamos hasta Galicia a la bonita Costa da Morte para descubrir una encantadora cascada que forma el río Jallas y termina desembocando en el mar. Y es, precisamente, este hecho lo que le hace tan especial porque se trata del único río de España, y uno de los pocos de Europa, que terminan su vida en el mar mediante una cascada.
Una caída de agua de unos 80 metros de altura que han producido un profundo hoyo de erosión sobre el suelo y que, desde el 2011, siempre lleva agua aunque resulta más impresionante en época de lluvias. Durante el año se realizan algunos espectáculos donde se ilumina la catarata.
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