Cada vez son más los viajeros que exploran la cultura ancestral de los destinos, más allá del aspecto puramente lúdico y las tropecientas fotos que hacemos de todo, un turismo cultural que también sostiene a las comunidades locales, razón por la cual merece llamarse “sostenible”.
Pero no es imprescindible irse al otro lado del mundo para conocer la cultura ancestral de una tribu perdida de la selva tropical. Aquí al lado también tenemos cultura y ancestros. Una interesante iniciativa que nos invita a explorar nuestro propio entorno es la que propone La Ruta del Vino de Rueda: se trata de “Conversaciones con el pastor”, la mejor manera de conocer de cerca la historia del pastoreo en España y su vinculación a la trashumancia, desde finales de 2023, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La trashumancia y le vertebración de España
Hubo un tiempo, ya sabes, en el que los viajes no eran por placer, como ahora. Un legionario romano podía conocer buena parte de Europa “cobrando”, pero debía recorrerla con un equipo completo que pesaba 30 kilos. ¡Quéjate tú de tirar por tu maleta en el aeropuerto! Y bueno, un legionario no se interesaba tanto por la cultura ancestral de dacios y tracios: iba a otra cosa…
Los pastores también viajaban mucho —y lo siguen haciendo, los pocos que aún mantienen las viejas tradiciones— pero por razones meteorológicas, principalmente: el invierno era demasiado duro para los rebaños en las montañas del norte y no tenían suficiente pasto fresco por lo que “bajaban” al sur, rumbo a las dehesas. Era la trashumancia, el desplazamiento temporal de rebaños que forjaron vías pecuarias aprovechando viejos caminos o creando nuevas rutas que siguen siendo recorridas a día de hoy, algunas formando parte de senderos recreativos.
Las comunidades trashumantes se convirtieron en el nexo del norte y el sur de España intercambiando conocimientos y costumbres, enriqueciendo los diferentes dialectos, y dejando su impronta allá por donde pasaban.
Al desarrollar un gran conocimiento sobre la gestión de los terrenos y los recursos, la trashumancia se considera uno de los métodos ganaderos más sostenibles y eficaces, configurando una relación entre el ser humano, los animales y los ecosistemas basada en el equilibrio ecológico. Es decir, lo que tanto echamos en falta actualmente.
La importancia del pastoreo y la trashumancia en España durante siglos fue tal que el Concejo de la Mesta creado a finales del siglo XIII en tiempos de Alfonso X el Sabio, que reunía a todos los pastores de León y de Castilla, es considerado una de las agrupaciones corporativas o gremios más relevantes de Europa en la Edad Media, siendo el primer gremio ganadero.
El pastor, la oveja y la bota de vino… de Rueda
Medina del Campo y su comarca desempeñaron un papel crucial en la historia de esta trashumancia y el comercio de la lana en España. Ubicada en la Ruta de la Plata, la ciudad fue un punto estratégico para el traslado estacional de rebaños entre las tierras de pastoreo y los mercados de lana.
Durante la Edad Media, Medina del Campo se consolidó como un centro neurálgico para transacciones comerciales de lana, albergando ferias anuales de renombre internacional, eventos vinculados al mencionado Concejo de la Mesta.
Y en estas ferias se aprovechaba también para comer y beber, por supuesto. La tradición quesera nace por razones obvias: se aprovecha lo que se tiene más cerca. Y no falta la leche de oveja que fue el ingrediente principal de los quesos que pronto establecerían un perfecto maridaje con el vino.
Teniendo en cuenta esta relevancia de Medina del Campo en la tradición del pastoreo, la Ruta del Vino de Rueda decidió apostar por mostrar al visitante el valor del sector quesero desde el origen, el trabajo de los artesanos gastronómicos y el papel fundamental del pastor en el medio rural castellano.
Nace así “Conversaciones con el Pastor” que es una experiencia de trashumancia y pastoreo que pretende abarcar las demandas del viajero, combinando aspectos esenciales del turismo sostenible para proporcionar una vivencia respetuosa con el entorno y la comunidad local.
¿Y en qué consiste esta experiencia? Se comienza con una breve charla sobre el comportamiento del rebaño, la concienciación y la puesta en escena pastoral. La suelta del rebaño marca el inicio de una travesía, donde el visitante se unirá al pastor en su camino, presenciando de cerca su incansable labor diaria.
Posteriormente, tras un pequeño tentempié en el campo, te dirigirás hacia una de las queserías de la Ruta del Vino de Rueda, donde conocerás las instalaciones y el proceso de transformación de la leche en queso. La experiencia termina con una cata de quesos, maridados con vinos de la Ruta del Vino de Rueda.
El precio total de la experiencia es de 48 euros para adultos y 30 para niños a partir de 7 años estando disponible el segundo sábado de cada mes desde marzo hasta noviembre. La actividad transcurre desde las 10:00 de la mañana hasta las 14:00 aproximadamente.
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